jueves, 30 de abril de 2015

Consumir menos azúcar previene las enfermedades crónicas

Para garantizar el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y prevenir enfermedades relacionadas con la nutrición es necesario que se les ofrezca una alimentación variada y balanceada que incluya, entre otros grupos de alimentos, los carbohidratos.
El azúcar es un carbohidrato que está contenido de forma natural en muchos alimentos, sobre todo en las frutas y consumido de esta manera es saludable. Sin embargo la ingesta de azúcar añadida, sobre todo en exceso, se relaciona con sobrepeso y obesidad y, a largo plazo, con diabetes, coleliatitis (cálculos en la vesícula biliar), enfermedades cardiovasculares y caries dental. Por cada vaso diario de bebidas y jugo de frutas azucarados, el riesgo de desarrollar diabetes se incrementa 10%.
No más del 10 por ciento de las calorías que se ingieren a lo largo del día deben provenir del azúcar, según las conclusiones de un estudio sobre obesidad y sus enfermedades realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El informe explica que las principales medidas para prevenir la obesidad deben basarse en el bajo consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar y una abundante ingesta de frutas y hortalizas. La actividad física moderada es otra recomendación para combatir el aumento de peso y las enfermedades crónicas.

Se está produciendo un cambio preocupante en los países en desarrollo, donde cada vez más personas sufren enfermedades crónicas, asociadas normalmente a los países ricos y desarrollados. Esta transformación se debe, según el estudio, al creciente desarrollo urbano, donde los habitantes son más propensos a seguir dietas muy energéticas, ricas en grasas suturadas y carbohidratos refinados.

El informe recomienda que los carbohidratos representen entre el 55 y el 75 por ciento de la ingesta calórica diaria, reduciendo los azúcares a no más del 10 por ciento del consumo. La sal debería limitarse a cinco gramos por día y el incremento de productos vegetales (frutas y hortalizas) debería alcanzar al menos los 400 gramos. Se destaca también que las dolencias crónicas se deben más a un desequilibrio dietético que a un exceso de alimentación.

Desde hace más de 15 años se vienen desarrollando intentos para incrementar los hábitos saludables. Es por ello que la industria alimentaria debe trabajar junto con la OMS y las instituciones responsables de la Salud en los diversos países, a fin de constituir claras directrices sobre este tema y empezar a ser parte de la solución  en vez de seguir siendo un problema como hasta el momento.

Existe una gran cantidad de azúcar oculta en los alimentos; como ejemplo mencionaremos la cantidad de cucharaditas de azúcar presente en algunos alimentos de consumo habitual:
Leche condensada ¼ taza (6);
Bebidas achocolatadas, 1 vaso (5);
Helado 2 porciones (3);
Gelatina en polvo ½ taza (2);
Caramelos 1 unidad (1);
Malta 1 botella pequeña (9);
Bebida gaseosa 1 botella o lata (8);
Jugo envasado 1 vaso pequeño (6);
Avena azucarada 1 vaso peq (4);
Yogurt dulce ½ vaso (4);
Bebidas instantáneas 1 vaso (3); 
Torta 1 porción (10);
Galleta con relleno 1 paquete (2);
Cereales azucarados 1 taza (2); 
Galleta salada 1 paq (1);
Salsa de tomate 1 cucharada (1).

Ejemplos prácticos:

Si en la lonchera del niño, de lunes a viernes, colocas un cuartico de jugo envasado, el niño ingerirá 600 gramos de azúcar al mes. Si acompañas el jugo con una galleta dulce, sumaras 200 gramos más al mes. Por estos dos alimentos, una vez al día, el niño recibirá 800 gramos de azúcar todos los meses y en un año habrá ingerido 9,6 Kilogramos de azúcar.
Si en las mañanas tomas una taza de café con leche con dos bolsitas de azúcar (8 gramos) y en la tarde otra taza de café, estarías consumiendo 16 gramos de azúcar al día. Si además en el almuerzo tomas ½ litro de jugo pasteurizado que contiene 38 gramos de azúcar, diariamente ingerirás 54 gramos y en un año aproximadamente 20 kilogramos de azúcar.
Recuerda que pequeñas medidas en la selección y preparación de los alimentos, reduce la cantidad de azúcar y trae grandes beneficios para la salud. La reducción del consumo de azúcar libre tanto en niños, adolescentes y adultos debería formar parte de las estrategias diseñadas a reducir el sobrepeso y la obesidad. Desde la niñez en la alimentación habitual hay que vigilar el azúcar oculta en los alimentos, para prevenir enfermedades y lograr una juventud prolongada saludable.
 Fuente:
 Salud Urbana, un nuevo enfoque. Ponencia presentada en las II Jornadas Científicas CANIA, Caracas Abril 2005
Guía de alimentación con menos azúcar. Farmacia SAAS y Fundación Bengoa “Juntos contra la malnutrición”. N° 10


martes, 28 de abril de 2015

¿Tiene relación la Dieta, la Nutrición y las enfermedades Crónicas No Transmisibles?

En toda su variedad cultural los alimentos que consume la gente definen en gran medida la salud, el crecimiento y el desarrollo de las personas. Los comportamientos de riesgo, como el consumo de tabaco y la inactividad física, modifican el resultado para bien o para mal. Todo ello se inscribe en un ambiente social, cultural, político y económico que puede agravar la salud de las poblaciones a menos que se tomen medidas enérgicas para hacer que el ambiente sea favorable para la salud. Más aún, las enfermedades crónicas del adulto reflejan distintas exposiciones acumuladas durante toda la vida a entornos físicos y sociales perjudiciales.
Durante el desarrollo fetal, el retraso del crecimiento intrauterino, el parto prematuro, la sobre nutrición in útero y los factores intergeneracionales, se asocian a un mayor riesgo de cardiopatías coronarias, accidentes cerebro vasculares, diabetes e hipertensión arterial. Por ello, las variaciones del peso y talla óptimos al nacer no solo pueden tener consecuencias inmediatas de mortalidad, sino también consecuencias a largo plazo, como la sensibilidad a las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta en etapas posteriores de la vida.  


Durante la lactancia, tanto el retraso del crecimiento (reflejado en la falta de aumento de peso y talla), como un aumento excesivo de peso o la talla pueden contribuir a la incidencia posterior de enfermedades crónicas. Por otra parte, hay indicios cada vez más sólidos de que la duración de la lactancia materna exclusiva puede estar directamente relacionada con un menor riesgo de sufrir obesidad.
En la niñez, la talla sirve en parte como indicador de la situación socioeconómica y de diagnóstico del estado nutricional. Un desarrollo fetal deficiente y el crecimiento escaso durante la niñez aparecen asociados a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.   Por el contrario, un aporte calórico alto en la infancia podría estar relacionado con un mayor riesgo de cáncer en etapas posteriores  de la vida.
El sobrepeso y la obesidad son particularmente difíciles de corregir una vez que se han arraigado, y hay un riesgo definido de que el sobrepeso durante la niñez continúe en la adolescencia y la edad adulta.
La presencia y la persistencia de la hipertensión en los niños y adolescentes se inscribe en un marco de modos de vida poco saludables, en particular de una ingesta excesiva de grasas totales y saturadas, de colesterol y de sal, una ingesta insuficiente de potasio y una disminución de la actividad física, a todo lo cual hay que sumar a menudo muchas horas ante la televisión.
En los adolescentes, el consumo habitual de alcohol y tabaco contribuye a aumentar la tensión arterial.

En conclusión, hay numerosos datos científicos que destacan:
.- Los regímenes alimentarios insalubres, la inactividad física y el tabaquismo son comportamientos de riesgo confirmados de enfermedades crónicas.
 .-Está firmemente establecido que la hipertensión, la obesidad y las dislepidemias son factores de riesgo de cardiopatías coronarias, accidentes cerebro vascular y diabetes.
.-Los principales factores de riesgo biológicos y comportamentales surgen y actúan en etapas tempranas de la vida y siguen teniendo efectos nocivos a lo largo de la vida.
 .-Los principales factores de riesgo pueden seguir afectando a la salud de la generación siguiente.
 .-Algunas intervenciones preventivas, como programas educativos dirigidos, en etapas tempranas de la vida reportan beneficios de por vida.
 .-La prevención mediante la dieta y la actividad física es una estrategia complementaria que retrasa la progresión de las enfermedades crónicas existentes y disminuye la mortalidad y la carga de morbilidad provocada por esas enfermedades.
 .-Una combinación de actividad física, diversidad de alimentos e interacción social amplia constituyen probablemente el perfil de modo de vida más adecuado para optimizar la salud, con el resultado de una mayor longevidad y un envejecimiento sano.


Fuente: Informe de la Organización Mundial de la Salud.(2003) Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas. Serie de informes técnicos 916.


jueves, 23 de abril de 2015

¿Se emplean las Guías Alimentarias en el aula?

Las guías alimentarias, por definición, son un instrumento educativo que adapta los conocimientos científicos sobre requerimientos nutricionales y composición de alimentos en una herramienta práctica que facilita a la población la selección de una dieta saludable. Se presentan en forma sencilla y comprensible para que ayuden a las personas sin conocimiento científicos de alimentación y nutrición a seleccionar dietas sanas. Las guías alimentarias son las recomendaciones que recibe la población a través de mensajes que pueden ser complementados por un ícono o representación gráfica.
Una premisa básica de las guías alimentarias es que las necesidades de nutrientes deberían satisfacerse principalmente a través del consumo de alimentos. Las guías alimentarias están destinadas principalmente a quienes desarrollan las políticas, a los nutricionistas y a los responsables de la educación en materia de nutrición.
A nivel mundial y como alternativa comunicativa y educativa, diversos países han elaborado una serie de documentos denominados genéricamente “Guías de Alimentación”. Esta idea  no es solo orientar y mejorar la adecuada ingesta de nutrientes, sino también el fomento de las directrices dietéticas que maximice la salud, la longevidad y evitar la ingesta inadecuada de aquellos alimentos que aumenten el riesgo de las enfermedades crónicas degenerativas y hacer hincapié en los alimentos que reduzcan su aparición.
El mensaje principal de las guías y su representación a través de las guías visuales o gráficos es que una dieta saludable incluya variedad, complementariedad, equilibrio y moderación.
El objetivo de todos los gráficos o representaciones visuales es sugerir un modelo ideal de consumo de los alimentos y bebidas entre los grupos de alimentos que proporcionan cantidades adecuadas de nutrientes esenciales Un ejemplo lo presenta la Pirámide de los grupos de alimentos propuesta para Estados Unidos y muy difundida en el resto de los países. Otros gráficos han sugerido, por ejemplo; platos, círculos, arco iris, u objetos que expresen o se vinculen con valores de la cultura nacional de cada país.
En estos esquemas la prioridad se indica visualmente por la anchura de los grupos de alimentos, que es aproximadamente proporcional al número de porciones recomendadas. Algunos gráficos hacen uso del color para facilitar la identificación de los diferentes grupos de alimentos. Esto puede ser útil en diferentes situaciones, especialmente cuando se trabaja con niños o adultos analfabetas. Adicionalmente se utilizan modelos de alimentos para ejemplificar los alimentos de cada grupo en función de la producción y preferencias culturales de cada país.

Es de destacar que las representaciones “piramidales (Estados Unidos) “triangulares” (Chile) o en forma de “escalinatas” o “templo” (India), “jarra de agua” (Guatemala) pueden sugerir alguna medida de jerarquía inversa donde los alimentos de mayor valor o importancia y consumo se ubican en la base (como los cereales) y en la punta aquellos alimentos donde su consumo debe ser moderado o reducido (grasas y azúcares). Por otra parte las representaciones de países como  México “El Plato de la Buena alimentación” y “La torta” de Costa Rica, son gráficos circulares, con una orientación horizontal implícita, por lo que no tienen una base o una punta. La anchura de las cuñas tiene un sentido jerárquico, aunque la posición de los grupos de las verduras y las frutas en el modelo mexicano, al ubicarse claramente en la parte superior, intuye una jerarquía. Esa impresión no se refleja  en el esquema propuesto para Costa Rica. Otra representación, es el del “arco iris” de Canadá, donde la combinación ideal y la jerarquía es representada por el ancho de banda de los grupos alimentos y su orientación espacial, cada uno de los arcos progresivamente hacia el exterior tienen un área de mayor importancia cuantitativa.
Por otra parte, los países están en diferentes etapas en lo que se refiere al desarrollo de sus políticas y programas en materia de educación nutricional. Por ello las representaciones visuales de los grupos de alimentos deben adaptarse a las características geográficas, socio-económicas y realidad cultural de cada país y reflejar de manera sencilla la compleja relación cultura y simbólica de sus habitantes, también deben reflejar las prioridades en materia de salud para cada momento histórico de una sociedad.

El trompo de los grupos de alimentos (República Bolivariana de Venezuela)
Como acción concreta, en el marco de dichas líneas estratégicas, el Instituto Nacional de Nutrición (INN) propone a partir del año 2007, el “Trompo de los Grupos de Alimentos”, como directriz visual o representación gráfica de los grupos de alimentos, el cual constituye la clave de una alimentación variada y balanceada.
Sirve de guía para el consumo de alimentos en proporciones adecuadas según las necesidades nutricionales de la población venezolana. Recomienda el consumo moderado de azúcar y aceites. Promueve estilos de vida saludable, a través de la combinación de alimentación, actividad física y consumo de agua. Promueve y rescata el consumo de platos tradicionales para alcanzar la Soberanía Alimentaria. Desplaza modelos de consumo exógenos representados por cereales como el trigo y frutas como la manzana, no producidos en el país que ocasionan dependencia de las importaciones. Promueve la cultura tradicional, a través del trompo como juego y herramienta representativa de Venezuela, desplazando otros íconos de clasificación de alimentos como la pirámide. Permite la sustitución de alimentos dentro de las franjas para combatir la especulación y el acaparamiento.
Las normas recomendadas por el INN se  orientan a ubicar en el desayuno el 25 de la calorías diarias, el almuerzo aportará el 30%, las meriendas entre el 15-20% y la cena cubrirá entre el 25%-30% de la energía diaria. Por ello la importancia del desayuno en el régimen del niño preescolar. También se debe insistir en que sólo el 10% de los azúcares consumidos serán de azúcares simples el 90% restante lo serán de absorción lenta, como os contenidos en los cereales, vegetales o frutas.
De acuerdo al INN, la agrupación de alimentos está orientada a promover el consumo de una dieta variada y balanceada de acuerdo a las recomendaciones nutricionales. Los alimentos se han clasificado en cinco (5) grupos de acuerdo a su valor nutritivo, con la finalidad de orientar a la población en la selección adecuada de alimentos que conforman su dieta y a que consumen diariamente en cada comida una alimentación balanceada, es decir, aquella que proporciona al organismo todas las sustancias nutritivas que favorecen el crecimiento, el desarrollo y el buen estado de salud.

Queda por estudiar, nuestro entender, en qué medida estos referentes trascienden a la dinámica de la escuela, del aula, en la formación y competencias del maestro, en el acto pedagógico de la alimentación en la rutina diaria de los niños y niñas de educación inicial.
Fuente:
Kaufer-Horwitz y col (2005). A comparative analysis of the scientific basis and visual appeal of seven dietary guideline graphics. Nutrition Research. 25(4). 335-347.

Instituto Nacional de Nutrición. (2008). El trompo de los grupos de alimentos. Documento en línea. Disponible: http://www.inn.gov.ve/.

martes, 21 de abril de 2015

Historia de la Educación Nutricional en Venezuela

La historia de la nutrición en Venezuela se remonta, de acuerdo a los expertos, desde finales del Siglo XIX y comienzos del XX. Sin embargo, en razón del surgimiento de temas e investigaciones sobre nutrición en publicaciones científica, medios de comunicación e instituciones dedicadas a su estudio, es a partir de la Segunda Guerra Mundial, que se considera como el punto de surgimiento de esta disciplina.
En el caso venezolano, la labor oficial en nutrición surge a partir de la creación de la “Comisión Nacional de Alimentación” en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social en el año 1937.  Arturo Guevara publica la obra “El poliedro de la nutrición” el cual se constituye en el primer estudio que contiene un esbozo histórico de nuestra alimentación presentando una visión del problema de la nutrición en aquellos años y le siguen las obras del Dr. Fermín Vélez Boza: “La alimentación en la edad escolar y pre-escolar”, en  Edasi No 115, mayo de 1945. En esa misma revista en octubre de 1945, publica otro trabajo titulado “Síndrome de deficiencias nutritivas en un grupo de escolares”, y en abril de 1948, escribe sobre “La alimentación y nutrición en Venezuela” en la Revista del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, Vol. XII, 6-12, estudio que incorpora lo histórico como elemento necesario para explicar la realidad alimentaria venezolana.
En 1941 se crea la sección de Nutrición en el Ministerio de Salud y Asistencia Social, cuya actividad principal son las encuestas de nutrición. En 1946 se crea el Instituto Nacional ProAlimentacion Popular (INPAP) y el Patronato de comedores populares. Sus actividades se concentran en propuestas de información y educación alimentaria, unidades móviles de información, producción y proyección de películas, prensa, radio, clubes escolares, proyectos comunitarios, conferencias. En el INPAP se consolidan una serie de iniciativas como el club familiar de nutrición, escuela para cocineros y la escuela de cocina experimental. En 1949 se transforma en el Instituto Nacional de Nutrición.
En 1950 se crea la Escuela de Nutrición y Dietética que permitió la extensión de las actividades de nutrición en el ámbito nacional. El 18 de Noviembre de 1951 se celebra por primera vez el “Día de la Alimentación”.
En estos años se inician en Venezuela las investigaciones bioquímicas y de nutrición clínica, se cuenta con la tabla de composición de alimentos, encuestas de consumo, la hoja de balance de alimentos, los primeros requerimientos calóricos de la población venezolana, se forman centenares de profesionales nutricionistas y dietistas y se hacen los primeros ensayos para la elaboración de un producto alimenticio destinado a los niños preescolares desnutridos.
En 1958 se reestructura el departamento de Educación y Divulgación en Servicios de Educación y Docencia, para darle prioridad a las actividades escolares de nutrición, a través de los clubes escolares de nutrición y de la educación alimentaria dirigida a la población en general por prensa, radio y publicaciones. En 1960 el INN publica la escalerilla de la alimentación, los grupos de alimentos y se implementa la primera guía de alimentación para el menor de 1 año. En 1973 se decreta como instituciones escolares, los clubes de nutrición y, en 1977, se declararon las cantinas escolares como servicios de primera necesidad, con la lista de alimentos recomendados por el INN. Igualmente se incluyó el tema de nutrición en los contenidos del área de salud de la escuela primaria.
En 1983 se editaron por parte del Ministerio de la Familia, una serie de manuales educativos de estimulación, nutrición y salud para el niño de 0 – 4 meses para facilitadores y madres en la serie “Aprendiendo y Enseñando”. En la década de los Noventa se desarrollan las guías de alimentación para la población y para la escuela, producto del trabajo conjunto de la Fundación Cavendes-INN-CENAMEC, universidades e instituciones privadas.
En 1992 se realiza un diagnóstico de la enseñanza de la alimentación en la Educación Básica Venezolana a cargo de las profesoras Diana de Barboza y Dalia Diez de Tancredi, ambas del CENAMEC donde se reportan deficiencias en el proceso de enseñanza de los contenidos de alimentación y nutrición por la falta de recursos y materiales instruccionales, por la deficiencia existente en la formación docente, la carencia de espacios físicos y ambientes apropiados, de equipos, herramientas y bibliotecas.
En el año 2001 el Instituto Nacional de Nutrición, en una revisión de las acciones sobre alimentación y nutrición desarrolladas en el país desde las década de los años 1940 y ante las perspectivas del siglo XXI, destaca en primer lugar los programas desarrollados y dirigidos a la población infantil, preescolar y escolar: a) lactancia materna; b) programa especial de merienda; c) programa de alimentación escolar (PAE); d) comedores escolares; e) beca alimentaria; f) hogares de cuidado diario; g) servicio de educación y recuperación nutricional; y h) guías de alimentación en la escuela y para menores de 6 años. Y en segundo lugar, entre las razones por las cuales dichas políticas, planes y programas no han cumplido satisfactoriamente sus fines y metas se encuentran: a) no se ha formulado un política nacional de alimentación y nutrición debidamente coordinado de manera interinstitucional; b) no existe un grupo interinstitucional e interdisciplinario acerca del análisis de la situación alimentaria y nutricional del país de manera periódica en la reformula de acciones; c) falta de un política agresiva de educación e investigación nutricional; y d) los programas ejecutados, no han contemplado un seguimiento y la evaluación de manera oportuna; por lo tanto, se ha observado una falta de focalización de la población objeto, incumplimiento de normas técnicas y administrativas, solapamiento de programas etc.,   
En el año 2002 el INN edita la serie “Nutrición Comunitaria” y recientemente en el año 2011, publica la colección “Nutriendo Consciencias” compuesta de 7 libros orientados a: Lactancia Materna, el Trompo de los alimentos, Alimentación en el Nivel de Educación Inicial y Educación Primaria, Manipulación Higiénica de los Alimentos, Publicidad y Alimentación,  Marco Legal en la alimentación.  
En el año 2008 la Fundación Bengoa, desarrolla una investigación a fin de actualizar la problemática nutricional del país. Para ello realiza un estudio por encuesta, a especialistas e investigadores y un análisis a profundidad a través grupos focales. De estos trabajos se jerarquizaron un conjunto de situaciones problemáticas fundamentales dentro del tema de la alimentación y nutrición: 1° la educación y falta de información, 2° la forma como se comunica la información, 3° desconocimiento de los micro nutrientes, 4° deficiencias de micro nutrientes (hierro y ácido fólico), 5° el consumo de grasas, 6° contraste entre el déficit y el exceso (desnutrición y obesidad), 7° la lactancia materna, 8° la oferta de productos, 9° la estructura saludable de la dieta y 10° la higiene. En conclusión de los participantes, el problema nutricional del país es complejo debido a la multiplicidad de factores predisponentes y determinantes del entorno, se requiere en tal caso, ser abordados a través de sólidas políticas públicas.
En el desarrollo de la Educación Alimentaria y Nutricional, las escuelas de nutrición y dietética han tenido una función preponderante desde su fundación en la UCV en 1950, LUZ en 1967 y en la ULA en1971. Ellas desempeñan una importante labor al incorporar el tema de salud pública y educación en nutrición así como en el diseño de estrategias educativas y su aplicación en las comunidades durante su formación.
Pero a medida que avanza el interés por la alimentación y nutrición de la población venezolana, aparecen nuevos actores, que cubren algunos vacíos de información. Entre ellos  el Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano (CANIA), la Fundación José María Bengoa para la Alimentación y Nutrición y la Fundación Cinco al Día.
En forma particular, el Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano (CANIA), es una institución privada, patrocinada por Empresas Polar, que desde el año 1995 se dedica a la prevención y atención integral de la condición nutricional infantil y familiar, la producción de conocimientos y la capacitación en salud nutricional, y áreas relacionadas para lograr cambios positivos sostenibles en la comunidad en general. Desarrolla programas en nutrición comunitaria, se constituye en un centro de capacitación y educación continua en nutrición, investigación en nutrición clínica y comunitaria, ejecuta programas de atención a la malnutrición y de desarrollo comunitario. Edita el Boletín de Nutrición Infantil, publicación bianual dirigida a médicos, nutricionistas, educadores y psicólogos, que tiene entre sus objetivos difundir estrategias de prevención, abordaje integral y manejo de la malnutrición infantil, así como actualizaciones sobre temas de interés en el aula, nuevas publicaciones, eventos y noticias relacionadas con la nutrición. 
De igual forma, la Fundación Bengoa, organización social sin fines de lucro, de acción pública, creada en el año 2000. Se orienta a promover y desarrollar estrategias y acciones para mejorar la alimentación y nutrición de los venezolanos, en especial los grupos más vulnerables: niños y mujeres. Tiene entre sus objetivos apoyar la formalización y actualización en alimentación y nutrición de profesionales, docentes, organizaciones sociales y comunidades. Entre sus programas se destacan: Faro Nutricional: contribuye al monitoreo del estado nutricional de los venezolanos; Información y Difusión: a través del cual promueve el acceso de la población a los conocimientos de alimentación y educación nutricional, además  de difundir la producción científica de los profesionales venezolanos a través de la Revista “Anales Venezolanos de Nutrición”; Asistencia Técnica y Capacitación: pretende el desarrollo y fortalecimiento de capacidades de profesionales y técnicas del área de alimentación y nutrición, de organizaciones sociales, grupos comunitarios y empresas.
Sin embargo, se observan debilidades, falta de cohesión y hasta improvisación en muchas acciones emprendidas, que crean situaciones de gran incertidumbre en los ejecutores de los programas. En este sentido, con frecuencia se solicita al docente que eduque en nutrición, pero se obvia que su formación en esta área tiene debilidades conceptuales y en la aplicación de estrategias innovadoras de aprendizaje, así como en la incorporación de las nuevas tecnologías de información y comunicación.

Fuente: Maritza Landaeta-Jiménez. Apuntes para la Historia de la Educación en Nutrición. En De Tejada y col, (2013). Educación Nutricional para un desarrollo sostenible. FEDEUPEL. Caracas.

jueves, 16 de abril de 2015

La Alimentación como problema de la Educación

La alimentación es algo más que una necesidad fisiológica, la cual en cada individuo, tiene numerosas significaciones emotivo-simbólicas y sociales. Estas se inician desde el período de la lactancia materna y configuran una fuerte señal de cultura e identidad. La mayoría de las personas comen lo que aman con preferencia, a lo que les gusta con independencia en muchos casos de su bondad nutricional.

La alimentación influye en la personalidad individual, pero elementos de la personalidad ejercen también una influencia considerable, hasta en algunos casos afecta de manera importante la cantidad, calidad y frecuencia a la preferencia y aversiones en materia de alimentos. 

Por lo cual, cuando se quiere emprender una campaña o programa de Educación Alimentaria y Nutricional en el seno de una institución educativa, un grupo étnico o cultural determinado, es muy importante conocer los aspectos simbólicos que los alimentos revisten, los hábitos alimentarios que han sido estandarizado en el curso de toda evolución y forman parte del comportamiento.

Para entender dichas orientaciones, Jukes, (2006), Moreno (2008), Sridhar (2008) y Gutiérrez (2008), afirman: los niños en la primera infancia deben adoptar hábitos nutricionales adecuados, para evitar en lo posible, la aparición posterior de: diabetes, obesidad, cáncer, hipertensión, hipercolesterolemia y déficit de minerales y nutrientes con repercusiones clínicas.

Pero, estos hábitos se adquieren por repetición cuantitativa de unos comportamientos (individuales o colectivos) y pueden o no potenciar la salud. Cuando esa repetición cuantitativa de comportamiento se ha aprendido desde la infancia y es reforzada en la escuela es cuando surge el hábito; dicho salto cualitativo se irá transmitiendo de unos a otros culturalmente.

Razón por la cual, las intervenciones tempranas en la infancia tienen gran impacto en el desarrollo cognitivo, desarrollo motor, físico y socio emocional. Las investigaciones sugieren: los beneficios de las intervenciones educativas en educación infantil son más duraderos que los suplementos nutricionales en sus efectos sobre el desarrollo de los niños desnutridos. Las implicaciones son dobles, primero es mejor para el desarrollo de los niños la prevención de la enfermedad que su tratamiento y recuperación. Segundo, frente a los efectos cognitivos de la enfermedad, por déficit o exceso nutricional, se requiere un enfoque combinado de los programas educativos y mejora de la salud y nutrición.

Por ello, es función de los padres y educadores crear un ambiente propicio para su normal desarrollo dentro de sus circunstancias personales y características individuales. Por esta razón nunca se insistirá bastante en la necesidad de que la escuela y la familia colaboren, se apoyen mutuamente y eduquen en la misma dirección; si es necesario debatiendo, desde su perspectiva de adultos responsables y educadores conocedores de las mejores técnicas para orientar y conducir el proceso de formación de niños, niñas y adolescentes.

Adicionalmente la escuela es un escenario para desmontar los prejuicios asociados  a creencias populares y debe garantizar en los niños y niñas la formación bajo parámetros de autonomía y emancipación, alejándose del academicismo e intentar atender a su dimensión más práctica relacionada con habilidades para la vida.

El educador, en este contexto, adquiere una signifi­cación fundamental porque para muchos niños y niñas puede ser un referente casi único de estilo de vida: lo que haga o deje de hacer el maestro o la maestra, el fumar o no, la promoción de una alimentación más o menos sana, la defensa de un ritmo de horarios sa­ludables, en definitiva, que impulse estilos de vida sanos puede ser determinante para muchos niños y niñas. Debe ayudar a crear escenarios que impulsen, motiven, integren y guíen a la comunidad hacia su intervención protagónica y activa, con el fin de lograr mejoras en el entorno. Es importante que los educadores reúnan ciertas características personales y de trabajo que faciliten este proceso: a) organizado; b) sensibilizado; c) formado; d) dinámico, e) creativo; f) líder; g) responsable;  h) con facilidad de comunicación; e i) apariencia física saludable (Prats 2006;  Landaeta, y col 2005).

En la perspectiva psicobiológica, Passos y Cambraia (2004), Asimismo, Cohen y Farley (2008), sugieren que los enfoques educativos o de motivación para reducir el consumo de alimentos poco saludables sobre todo en la etapa infantil, si sólo se basan en las guías visuales o gráficas, el etiquetado nutricional y asesoría dietética, seguirán fracasando. En lugar de estos enfoques, para reducir el consumo es necesario disminuir la accesibilidad, visibilidad, o las cantidades de alimentos a los que las personas están expuestas y reducir las señales de nuestro medio para promover la alimentación. Los mejores enfoques incluyen la reducción del tamaño de las porciones, limitar el acceso a los alimentos listos para comer en las escuelas y hogares, limitar la disponibilidad de los aperitivos en las escuelas y lugares de trabajo, y la reducción de la publicidad de alimentos. Puesto que los seres humanos parecen ser muy sensible a pequeños cambios en el entorno alimentario, estas modificaciones no tienen que ser grandes para ser eficaz.

Desde la visión de la UNESCO (2007), los intentos realizados hasta el momento para revertir la situación de las carencias y excesos, han resultado satisfactorios pero insuficientes. Las pequeñas experiencias propuestas logran incidir positivamente y a corto plazo tanto en los niños como en sus familias, han respondido a inquietudes individuales y no institucionales. Por ello desde el punto de vista pedagógico, el abordaje del tema de la alimentación y nutrición, para la totalidad del colectivo docente y en forma sistemática, permitirá incursionar en los contenidos programáticos de la educación formal y propuestas comunicativas saludables en los ambientes no convencionales con énfasis en la infancia. En este aspecto la sensibilización y capacitación de los maestros constituye un requisito básico para actualizar las propuestas metodológicas y fortalecer el proceso de trabajo grupal.

En este último aspecto, la falta de considerar la alimentación como problema de la  educación,  es consecuencia directa de: en la escuela existen muchas disciplinas y no se encuentra tiempo para la nutrición. Se considera menos importante, falta de personal calificado, desconocimiento de las guías nutricionales, poca participación de la comunidad educativa. La aplicación de la misma arranca de la propia nutrición en el sentido de su papel destacado en la salud de la población, por lo tanto la proyección de la educación alimentaria y nutricional se debe iniciar en las edades tempranas y hacer énfasis en los grupos que inciden en ellos, la familia, la escuela y el maestro

Fuente:
Cohen, D. y T. Farley. (2008). Comer como comportamiento alimentario. Prev. Chronic. Dis. 5 (1). P.23-35.
Gutiérrez, Ma B., (2008). Educación para la Salud. Enfoques Educativos. 13.  Documento en Línea. Disponible: http://www.enfoqueseducativos.es /enfoques/enfoques_13.pdf#page=10.
Jukes, M. (2006). Early Childhood Health, Nutrition and Education. UNESCO. Documento en Línea. Disponible: http://unesdoc.unesco.org/ mages/0014/001474/147468e.pdf#xml=http://www.unesco.org/ulis/cgi-bin/ulis.pl?database=&set=4B7D1478_2_213&hits_rec=94&hits_lng=eng.
Landaeta, M., E. Patiño y M. Cantillo. (2005). Manual de Educación Nutricional. Ediciones Fundación Bengoa. Caracas.
Moreno, Ma. Del C., (2008). Educar la alimentación en la escuela. Enfoques Educativos. 13,10-20. (Documento en línea). Disponible: http://www.enfoqueseducativos.es/enfoques/enfoques_13.pdf#page=10.
Passos, R. y B. Cambraia. (2004). Aspectos Psicobiológicos do comportamento alimentar. Rev.Nutr. 17 (2). p. 1415-1427. Documento en Línea. Disponible: http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1415-52732004000 200008&lang=pt.
Prats, E. (2006). Los valores en Educación de la salud y el papel del Educador. Educar. 38, 9-16. (Documento en línea). Disponible: http://educar.jalisco.gob.mx/38/educar%2038.pdf.
Saenz, B. (1988) Educación para la Salud en materia nutricional. 1er curso de Educación para la salud: Madrid.
Sridhar, D. (2008). Linkages between Nutrition, ill-health and Education. UNESCO. Documento en Línea. Disponible: http://unesdoc.unesco.org/ mages/0017/001780/178022e.pdf.
UNESCO, (2007).  Construyendo un estilo de alimentación saludable. Documento en Línea. Disponible: http://unesdoc.unesco.org /images/0015/001524/152486s.pdf#xml=http://www.unesco.org/ulis/cgi-bin/ulis.pl?database=&set=4B7D10D5_2_420& hits_rec=61&hits_lng=spa.


martes, 14 de abril de 2015

¿Es importante el desayuno para la escuela?

Desde una perspectiva científica, una alimentación equilibrada requiere considerar, tanto la frecuencia en el consumo de alimentos de los distintos grupos, como su distribución a lo largo del día. En este sentido, el desayuno constituye una de las comidas más importantes del día, entre otras razones, porque cuando es saludable:


• Garantiza una distribución armónica de los nutrientes a lo largo del día.
• Evita algunos hábitos poco saludables de la población infantil (bajo consumo de leche o de fruta).
• Contribuye a prevenir la obesidad infantil.
• Mejora las capacidades de aprendizaje.

Sin embargo, si el desayuno es escaso, los escolares tendrán mayor disposición para:

• Consumir, durante la mañana, chucherías  y golosinas, o bebidas gaseosas o artificiales.
• Realizar una comida abundante (alimentos ricos en grasas y proteínas de origen animal), en lugar de alternativas más ligeras (ensalada, legumbres, un poco de carne o pescado, y fruta).

De acuerdo al Instituto Nacional de Nutrición (INN), la importancia del desayuno radica en que es la primera ingesta luego de que el organismo ha estado varias horas sin alimento. La noche es, por lo general, el período de ayuno más largo del día, sobre todo para los niños y niñas, ya que estos duermen as horas que los adultos. Lo ideal es hacer la hora del desayuno un momento compartido de intimidad familiar, en especial para aquellas familias que no pueden reunirse en el almuerzo. El desayuno también prepara a los niños para una jornada de intensa actividad, y a su vez fortalece la formación de hábitos que los acompañarán toda la vida

Por estas razones el conocimiento de la alimentación y la nutrición, se convierte en una herramienta o estrategia esencial para el fomento de la autonomía de los individuos, que les permite actuar intencionalmente y con independencia de influencias. Esto debe co-responsabilizar tanto a maestros como a las familias y ambos deben colaborar conjuntamente para fomentar en los niños y niñas hábitos de alimentación saludables. Estas ideas cobran especial importancia cuando abordamos el Desayuno en la Escuela.

El desayuno en la Escuela

Colaboración escuela-familia. Si desde estos ámbitos no se fomentan hábitos saludables desde las edades más tempranas, se desarrollarán otros (influenciados por costumbres en casa, preferencias personales, medios de comunicación…), que no siempre se orientan en la dirección adecuada y cuya modificación no resultará una tarea educativa sencilla. Aunque no siempre es posible llegar a todas las familias, nuestras actuaciones para implicarlas en esta iniciativa son las siguientes:

-En la primera reunión de padres se les proporciona, por escrito, información sencilla sobre las características del desayuno equilibrado y se solicita su colaboración.
-A lo largo del año escolar, se establecen nuevos contactos para: confirmar la información aportada por sus hijos; identificar, en su caso, los cambios necesarios en sus desayunos; y proponer iniciativas para promoverlos de manera progresiva, contemplando las preferencias de los escolares.
-Al finalizar, se debe realizar un informe para evaluar los resultados y compartirlos con la familia.

Circunstancias educativas que pueden favorecer el cambio de hábitos. Desde una perspectiva psicológica habría que tener en cuenta:
-La influencia que los hábitos de padres, profesores, compañeros… tiene en los comportamientos de los escolares (imitación); circunstancia que añade otra dimensión importante a la colaboración familiar.
-La utilidad del conflicto “actitudinal”, como estrategia educativa para que los escolares comparen sus hábitos con aquellos que caracterizan un desayuno saludable.
-La importancia de que los hábitos de los estudiantes desempeñen un papel activo en los procesos de aprendizaje.
Planificación y desarrollo de la enseñanza. Las consideraciones anteriores orientan una serie de iniciativas pedagógicas y didácticas entre las que se destacan:
-Selección de unos pocos y concretos objetivos de aprendizaje, aunque de suficiente interés formativo. Entre otros:
a) Conocer la composición de un desayuno saludable.
b) Promover el desarrollo de desayunos de forma tranquila, que incluya fruta (en trozos o jugo) y que incremente la aportación energética durante la mañana.

- Desarrollo de la enseñanza incluyendo actividades orientadas:
a) Explicitar en el aula los hábitos de los escolares.
b) Analizar (mediante juegos) las características y ventajas de un desayuno saludable.
c) Cuestionar la composición de su desayuno, identificando sus carencias, empleando guías visuales como el trompo de los grupos de alimentos (INN)
d) Elaborar modelos de desayuno variados (para evitar la monotonía), que gusten a los estudiantes y que fomenten el consumo de frutas y cereales.
e) Conocer la composición de productos de consumo industrial, golosinas (lectura de la etiquetas nutricional) y valorar, a nivel elemental, sus efectos en el organismo.
f) Diseñar y llevar a cabo en la escuela, campañas sobre el desayuno saludable.
g) Realizar, mediante, instrumentos de observación y de análisis sencillos, el seguimiento y la valoración de las distintas tareas educativas desarrolladas en el aula.

Razón por la cual se requiere una mayor reflexión acerca de cómo se aborda el acto pedagógico de la alimentación y la nutrición, profundizar en la formación crítica del docente en estos saberes fundamentales para la vida, valorar las historias alimentarias de los individuos, aportar soluciones creativas que permitan satisfacer sus necesidades fisiológicas, culturales, artísticas, sociales en materia de alimentación y nutrición, repensar en la alimentación cono un saber interdisciplinario por excelencia para el logro del autodesarrollo del individuo, con el compromiso y responsabilidad de las instituciones formadores de docentes.
Fuente: BANET1, E.; LÓPEZ2, C. y LLAMAS2, M. J.(2005). El desayuno en la educación primaria ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS.http://ddd.uab.cat/pub/edlc/



Instituto Nacional de Nutrición (2008). Alimentación en Educación Primaria. Colección Nutriendo Conciencias en las Escuelas para el Buen Vivir.