Los sistemas alimentarios sostenibles y las dietas saludables tienen
la capacidad de responder a los requerimientos nutricionales de las poblaciones
que las consumen, sin comprometer a las futuras generaciones. Esto solo es
posible a través del uso eficiente y responsable de los recursos naturales,
apoyo y trato justo de los trabajadores agrícolas, reutilización de los
desechos, apoyo a la producción de alimentos de calidad nutricional, y la
oferta y disponibilidad de los mismos principalmente en mercados locales.
El rol de la agricultura familiar promoviendo sistemas alimentarios y
dietas saludables y sostenibles es fundamental, ya que pueden producir alimentos
naturales utilizando menos insumos, mejorar la oferta de alimentos agroecológicos
de carácter local y de temporada, y operar en circuitos cortos de
comercialización, lo que reduce costos de transacción y aumenta las ganancias
de los productores.
Tales conceptos están respaldados por la consulta de alto nivel sobre
Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición en Madrid en el 2013. Allí se
concluyó que el alcance de la seguridad alimentaria y la optimización de la
nutrición son críticas en la nueva agenda de desarrollo universal post-2015.
Además, se ha destacado que existe un estrecho vínculo entre la situación
nutricional de una población y su posibilidad de crecimiento económico y social
de modo que “los beneficios generados por
las intervenciones en nutrición se encuentren entre los más elevados de las 17
posibles intervenciones en desarrollo” (Banco Mundial; 2006).
En ese sentido, los gobiernos necesitan fortalecer las políticas
intersectoriales, con especial atención en: (a) favorecer los sistemas alimentarios
con políticas que privilegien la producción de alimentos saludables, (subsidios
a la producción de alimentos saludables) de forma que sean más accesibles a la
población; (b) apoyar la agricultura familiar en la producción sostenible de
alimentos saludables y seguros para el consumo humano; (c) promover y proteger
los sistemas de producción y las dietas tradicionales sostenibles, así como
asegurar la inocuidad alimentaria, la ambiental y la protección de los recursos
naturales y de la biodiversidad; y (d) ejercer la regulación gubernamental para
proteger a los consumidores de prácticas comerciales fraudulentas, información
errónea sobre beneficios a la salud y producción y comercialización de
productos ultra-procesados sin o con insignificante valor nutricional incluyendo
impuestos a los mismos. Estas recomendaciones son consistentes con el desarrollo
del contenido y obligaciones estatales específicas en materia de derecho humano
a la alimentación adecuada.
Hacia una
agenda inter-agencial común
Teniendo en cuenta la estrecha vinculación entre la seguridad
alimentaria y nutricional, la agricultura sostenible y la nutrición y la salud,
se proponen las siguientes recomendaciones para la construcción de una agenda
inter-agencial:
I) Mejorar el ambiente
alimentario y frenar el surgimiento de la obesidad y enfermedades asociadas. Ejemplos de cómo promover el acceso a
los alimentos y dietas de calidad y sostenibles incluyen:
• El derecho a una
alimentación saludable debe de ser un derecho social
protegido constitucionalmente;
• Regulación
gubernamental de la producción, etiquetado y comercialización de los alimentos
procesados nocivos incluyendo la tasación de los mismos;
• Regulación de
publicidad de alimentos y bebidas particularmente a menores de edad.
• Aprovechar el poder
de compra del Estado para adquisición de alimentos naturales de la agricultura
familiar y abastecer programas nacionales que ofrecen alimentos: (ej. escuelas,
hospitales, agencias públicas, comedores
populares etc.).
• Creación de nuevos
mercados de alimentos locales, así como pequeñas industrias afines como
procesamiento, congelación y restaurantes, que agreguen valor a la cadena alimentaria;
• Favorecer los
sistemas alimentarios saludables con políticas de apoyo la producción de alimentos
saludables (e.g. subsidios a frutas y verduras) de forma que sean más
accesibles a toda la población;
• Informar, educar y
promover las tradiciones culinarias nacionales y regionales destacando su valor
cultural además de sus beneficios para la agricultura, el medio ambiente y la salud;
• Fortalecer los
programas de inocuidad de los alimentos, incluyendo el abordaje de las enfermedades
no transmisibles asociadas al uso de aditivos (sal, azúcar), uso de
grasas-trans, materiales de contacto, que afectan el sistema endocrino, etc.
II) Apoyo a la agricultura
familiar y al desarrollo agrícola y sistemas alimentarios sostenibles. Ejemplos de políticas agrícolas y de
desarrollo que apoyan a la salud incluyen:
• Políticas públicas y
subvenciones para apoyar y desarrollar una agricultura familiar sostenible
incluyendo la acuicultura y sistemas integrados de producción de alimentos;
• Creación de redes
metropolitanas de mercados minoristas de alimentos para ofrecer nuevas
oportunidades a los agricultores y consumidores locales y acercar el consumidor
a los productores de los alimentos;
• Promover la
progresiva eliminación del uso de antibióticos como promotores del crecimiento
animal y el uso prudente de los mismos en la agricultura;
• Llevar a cabo
evaluaciones de impacto en salud de las políticas agrícolas y de los planes de comercialización
de alimentos que promueven la agricultura familiar, sistemas alimentarios y
dietas saludables y sostenibles y circuitos cortos de comercialización;
• Cumplir con las
normas de inocuidad alimentaria (para aditivos, hormonas, plaguicidas, residuos
de medicamentos veterinarios, etiquetado, alegaciones a la salud etc.).
• Eliminar los
desperdicios de alimentos a nivel de producción, distribución, comercialización
y de consumo.
III) Acabar con la
desnutrición y fomentar una alimentación óptima a menores de 5 años y mujeres. Ejemplos de enfoques en resultados de
salud y nutrición incluyen entre otros:
• Erradicar la
sub-alimentación y la malnutrición en América Latina y el Caribe en todas sus
formas.
• Aumentar la tasa de
niños menores de 6 meses de edad recibiendo lactancia materna exclusiva
aplicando las recomendaciones del Código OMS de Sucedáneos de la Lactancia Materna;
• Reducción de la
anemia en niños menores de 5 años y mujeres en edad reproductiva;
• Reducción de la
desnutrición crónica en los niños menores de 5 años de edad;
La integración de estas recomendaciones, a través de asociaciones
eficaces y transparentes, es fundamental para avanzar hacia sistemas agrícolas
sostenibles que promuevan la salud, y garanticen la seguridad alimentaria y
nutricional. Esto requiere el compromiso de los países y el apoyo alineado de
Agencias de las Naciones Unidas como CEPAL, FAO, PAHO/WHO, WFP, UNICEF, UNEP,
WB, organizaciones regionales como IICA y otras partes interesadas.
Fuente:
Una mirada integral a las políticas públicas de agricultura familiar,
seguridad alimentaria, nutrición y salud pública en las Américas: Acercando
agendas de trabajo en las Naciones Unidas. Organización Mundial de la Salud/Organización
Panamericana de la Salud. 2014
http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/rlc/eventos/231982/doc_20140509_es.pdf