miércoles, 16 de diciembre de 2020

¿Debemos renunciar a las grasas, la sal y el azúcar?

La respuesta es no, el organismo requiere las cantidades adecuadas de estos nutrientes. 

Todos quieren llevar una vida sana, pero ¿es necesario renunciar a todas las cosas ricas? ¡Las grasas son muchas veces imprescindibles! y sin sal no hay sopa que valga.

La buena noticia es que la clave no está en dejar de lado las grasas, la sal y el azúcar, sino en consumirlos con moderación. ¿Por qué? Aquí la explicación.

Las Grasas


Quienes consumen muchas grasas ponen en riesgo su hígado porque promueven el almacenamiento de éstas en las células. El consumo desmedido puede derivar en una esteatosis hepática, también conocida como hígado graso, que con el tiempo se puede infectar. Dado que muchas personas no saben que tienen hígado graso, se recomienda consultar con regularidad al médico y controlar los valores hepáticos.

Muchas enfermedades hepáticas pueden transformarse en una cirrosis hepatocelular si no se les controla. ¡Y eso no es todo! El consumo excesivo puede generar sobrepeso, que a su vez aumenta el riesgo de muchas enfermedades.

Quien ingiere demasiados ácidos grasos saturados se expone a sufrir una alteración del metabolismo de los lípidos, que puede conllevar a su vez a enfermedades cardiovasculares.

La mayor parte de la ingesta diaria está en el consumo de manteca, margarina y aceites, que suele representar el 31%. A eso se suma un 30% a través de la carne y un 14% a través de los productos lácteos.

Sin embargo, declarar la grasa como algo prohibido no sería correcto, porque los ácidos grasos también tienen una función vital, como por ejemplo servir como portadores de vitaminas que son solubles en cuerpos grasos.

Lo que los expertos recomiendan es consumir ácidos grasos no saturados, tal como se presentan en las grasas vegetales y los pescados y, en lugar de comer grasas animales (embutidos, manteca), ingerir grasas vegetales, que además tendrán un efecto positivo en los valores del colesterol. Según los especialistas, basta con ingerir entre 60 y 80 gramos de grasa por día.

El Azúcar

El azúcar y el almidón son catalogados como carbohidratos y el cuerpo los necesita como fuente de energía. No obstante, el consumo en demasía puede generar sobrepeso. Es particularmente delicado el consumo de bebidas azucaradas porque, fuera del azúcar, no suelen contener ningún otro tipo de nutrientes con lo cual alientan el sobrepeso y aumentan el riesgo de una diabetes tipo 2.

Además, si bien los carbohidratos son indispensables para el cuerpo, el azúcar no lo es, con lo cual bien se podría prescindir de los endulzantes como la miel y los jugos de frutas a la hora de saborizar bebidas y comidas.

Con alterar unas pocas costumbres todo puede cambiar para bien. Muchos optan por la fruta fresca en lugar de las conservas o le ponen cacao a la leche en lugar de comprar leche chocolatada ya preparada. El yogur casero con frutas también es mejor que el yogur comprado. De ese modo es posible evitar el consumo de azúcar en un 70%.

Quien quiera prestarle atención a este aspecto al hacer sus compras sólo deberá leer la información que suele ofrecer los paquetes. Es importante tener en cuenta que, además de lo indicado bajo “azúcar”, los azúcares de la fruta o los añadidos endulzantes también forman parte de dicho valor.

Algunas de las sustancias que entran en esta categoría son la dextrosa, la fructosa, la glucosa y la sacarosa. Y las frutas secas, las hojuelas de chocolate o el puré de frutas también aumentan por supuesto el contenido de azúcar de un producto.

Para terminar, cabe apuntar que consumir demasiado azúcar también es malo para los dientes. Para evitar el riego de sufrir caries se puede recurrir a endulzantes alternativos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para adultos un consumo no superior a los 50-60 gramos de azúcar por día.

La Sal.

La sal genera un aumento de la presión arterial, que a su vez es un factor de riesgo de derrame cerebral (ictus). Se dice que lo saludable es ingerir entre los 3 y 6 gramos de sal por día. Si la cifra es en cambio de 10 gramos diarios, el riesgo de sufrir un derrame a lo largo del tiempo aumenta en un 25%.

Pero no es cuestión de obviar la sal por completo. ¡Es de una necesidad vital para nuestro cuerpo! Entre otras cosas, el sodio que contiene la sal protege las células, regula el equilibrio hídrico, el metabolismo y la circulación de la sangre.

Para controlar el consumo de sal es mejor no comer productos preparados. Al cocinar uno mismo, se es más consciente de cuánta sal se utiliza. También es bueno evitar ponerle sal a la comida una vez lista. Una alternativa para darle más sabor a los platos es condimentar con hierba, pimienta o pequeñas cantidades de ají.

Fuente:

National Geographic (2019). El consumo de grasa, sal y azúcar. Disponible en: https://www.ngenespanol.com/ciencia/debes-renunciaralasgrasaslasalyelazucar/

miércoles, 9 de diciembre de 2020

El origen histórico de la Cesta de Navidad

La Navidad ya se acerca y son muchos los trabajadores que están deseando recibir el esperado "lote" o "cesta" de Navidad, pero ¿cuál fue el origen de esta entrañable costumbre que hoy en día forma parte indisoluble de las tradiciones navideñas? –Añoramos su regreso-

En la actualidad, muchos trabajadores esperan con ilusión pocos días antes de la Navidad recibir el famoso "lote" o "cesta", una selección de productos que las empresas regalan a sus empleados en estas fechas.

Pero
 la Cesta de Navidad no es un invento moderno. Las primeras referencias históricas sobre algo parecido las encontramos en el Imperio Romano. En esa época, los más pobres y desprotegidos se ponían a las órdenes de un patrón a cambio de protección y sustento para él y su familia. Estas personas, llamadas "clientes", prestaban todo tipo de servicios a sus patronos, desde hacer recados a acompañarlos a determinados actos sociales. No todos estos "clientes" tenían la misma consideración ni tenían permitido acompañar al patrón o acceder a las estancias más privadas de su casa, pero para quien patrocinaba era un símbolo de prestigio tener muchos clientes a su disposición.

El "lote", una tradición muy antigua

En el mes de diciembre, durante la fiesta pagana de las Saturnales, tenía lugar en Roma una tradición conocida como “
sportula”. Consistía en que el patrón regalaba a sus "clientes" una cesta con comida durante la ceremonia conocida como “salutatio matutina”, es decir, cuando éstos acudían por la mañana a casa del patrón para saludarlo. Entonces se le entregaban estas cestas que normalmente eran de mimbre y estaban repletas de higos, laurel y diversos alimentos de calidad. Este podría ser el origen de la actual cesta Navideña.

La tradición anglosajona, que se remonta a la época de las antiguas colonias del Imperio británico, cuenta con su propia versión de las cestas de Navidad, que tienen como fecha cumbre el 26 de diciembre. Ese día es conocido como “
Boxing Day”.

Según cuenta la tradición, el día de San Esteban era el día elegido por las clases nobles para ofrecer todo tipo de regalos a sus empleados del servicio doméstico. 
También existe una costumbre muy similar por parte de la iglesia, que ofrecía donativos a las clases más desfavorecidas.

Asimismo existía la tradición de que los trabajadores acudiesen a su puesto de trabajo con una caja con la que invitaban a sus jefes a realizar una donación. Las cajas de Navidad o “Christmas Boxes” tienen su origen en la Edad Media y son una tradición popular en todos los países de influencia británica, que han adoptado diferentes formas.

Felicitar la navidad con dulces, comida y licores

En España,
 la tradición de la cesta de Navidad tomó forma a finales del siglo XIX en organismos estatales y administraciones públicas, posiblemente influenciada por ese origen romano y por la costumbre anglosajona de dar regalos a los trabajadores y a sus familias en unas fechas tan señaladas.

Pero no fue hasta los años cincuenta del siglo XX cuando en España se consolidó como una tradición que las empresas ofrecieran, primero a los empleados públicos y después a los de las empresas privadas, y con un formato como el que conocemos ahora, cestas de mimbre al estilo de las “sportulae” romanas. 
Algunas empresas españolas comenzaron a obsequiar a sus empleados con cestas llenas de productos navideños junto con la paga extra de Navidad. Estas cestas complementaban las pagas y en ellas se podían encontrar dulces navideños (turrón, mazapán o polvorones), embutidos variados, quesos, bombones, patés o incluso marisco. También traían bebidas alcohólicas, principalmente botellas de vino y de cava.

Pero no es una costumbre generalizada en todo el mundo regalar comida y cestas por Navidad, aunque sí es una tradición muy arraigada en España,
 y actualmente muchas empresas regalan los actuales "lotes" navideños para felicitar estas fiestas a sus empleados y demostrarles su agradecimiento por el trabajo realizado durante todo el año.

Fuente:

Josep Gavaldà (2019). La historia de la cesta navideña. Publicado el 30 de noviembre de 2019. Disponible en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origen-historico-lote-o-cesta-navidad_14976?_ga=2.7367986.1849645858.1604350270-1033412539.1604350270

miércoles, 2 de diciembre de 2020

¿Por qué es el deporte tan saludable?

El ejercicio nos mantiene en forma y junto con una buena alimentación, nos permite gozar de salud hasta la vejez. Pero hay muchas leyendas sobre el entrenamiento correcto y la nutrición ideal.

Hacer ejercicio es divertido pero si no estás en forma y no haces ejercicio con regularidad que tan saludable es comenzar a ejercitarse. Expertos de la Escuela Superior del Deporte de Alemania. Examinan el funcionamiento del corazón, los riñones y los órganos del sistema músculoesquelético de personas que no hacen ejercicio (novatos).

Los expertos señalan que no existe ningún sistema biológico que no se beneficie positivamente por el deporte o la actividad física regular. Esto se debe a la interacción de las diferentes partes del cuerpo, por ejemplo una mayor actividad muscular necesitan más oxígeno, por lo que el sistema cardiovascular tiene que bombear más sangre manteniendo nuestro corazón en forma y los vasos sanguíneos más elásticos, lo que a su vez previene ataques cardiacos prematuros. También el cerebro se beneficia ya que el ejercicio regular previene significativamente la aparición de accidentes cerebrovasculares.


Los expertos han determinado como el ejercicio influye en nuestro metabolismo: los músculos se vuelven más fuertes, en ellos aumenta el número de mitocondrias, que constituyen las “plantas de energía” de las células y con el ejercicio se quema el azúcar y los ácidos grasos de forma más eficaz. Esto previene enfermedades metabólicas como la diabetes y también mejora nuestra resistencia.

Después de unas pocas semanas de ejercicio de forma regular, los deportistas “novatos” absorben y consumen el oxígeno de forma más eficiente, por lo que mejoran su resistencia. Los estudios demuestran que hacer ejercicio de forma regular aumenta el rendimiento y la condición física,  Después de unas pocas semanas es frecuente encontrar mejoras en la condición física del 20-30 y hasta el 40% en estos participantes.

El ejercicio a largo plazo también ayuda a fortalecer nuestros sistema óseo. Los expertos ya conocen la respuesta de nuestros huesos al movimiento constante, su estructura aumenta de densidad, se vuelven más estables y compactos, lo cual previene la osteoporosis y la pérdida de masa ósea que sufren los huesos con la edad especialmente las mujeres en la vejez.

Cada vez hay más evidencias de como todo el cuerpo se beneficia, existen más de 400 sustancias mensajeras creadas por los propios músculos, durante el ejercicio, los cuales juegan un papel especial, circulan a través de la sangre y actúan en todo el cuerpo, incluso en el cerebro. Los expertos también coinciden en señalar que el ejercicio tiene una acción positiva en nuestra capacidad cognitiva. Se crean nuevas células cerebrales, se comunican mejor entre sí de forma más eficaz, lo que probablemente estimule factores de crecimiento intracerebrales.

Los estudios concluyen que actividad física regular es el medio más eficaz y potente para prevenir una amplia variedad de enfermedades, inclusive la actividad física es más eficiente que muchos de los medicamentos que en ocasiones se prescriben para su prevención. Se ha encontrado que el ejercicio regular previene incluso contra el cáncer de colon y de mama al tiempo que aumenta la esperanza de vida. Por ejemplo alguien de 30-40 años de edad que realice actividades físicas de forma regular durante las siguientes décadas  puede extender su vida por 5 años o más.

Con 150 minutos de ejercicio a la semana, es suficiente para alcanzar los beneficios del ejercicio, mejorar su condición de vida, su capacidad cognitiva e incluso, por qué no, vivir más tiempo.

El Dr. Fernando Dimeo (médico deportivo y maratonista) nos recomienda que se puede hacer ejercicio en todas las actividades cotidianas de nuestro día a día, las cuales de manera regular aumentan la coordinación y activan el cerebro a cualquier edad.

Para iniciarse en el deporte, el Dr. Dimeo recomienda como ejercicios: en primer lugar caminar, esto es lo fundamental, a partir de allí puede incorporar ejercicios de coordinación y fortalecimiento músculoesquéletico, por ejemplo hacer flexiones en el suelo, con apoyo en los codos y mantener esta posición por 10-20 segundos, lo que podrá ir aumentando con la práctica. Si desea incrementar la intensidad del ejercicio puede mantener esta posición y levantar una pierna y después la otra, con esto es suficiente y se sentirá muy bien.

El cuerpo consume energía constantemente y si nos movemos aún más, quienes quieren adelgazar tienen que controlar su balance energético e ingerir menos calorías de las que queman. El metabolismo basal es la cantidad de energía mínima que requiere el cuerpo para realizar sus funciones vitales diarias en reposo. Lo medimos en Kilocalorías.

El hombre en promedio requiere una 1740 Kilocalorías diarias (metabolismo basal) y las mujeres un poco menos, unas 1340 Kilocalorías, lo que equivale al consumo energético de un bombillo. La actividad física moderada aumenta el gasto energético a unas 2000 Kcal para las mujeres y unas 2600 Kcal para los hombres. Pero el metabolismo depende de muchos factores por lo que es distinto en cada persona.

Cuando adelgazamos, después de unas semanas de ejercicio y dieta, el cuerpo pierde peso, pero también interpreta que pasamos por una época de carestía así que ralentiza el metabolismo basal, y lo mantiene bajo aunque volvamos a comer más, así que después de una dieta, comemos más e incrementamos nuestro peso “efecto yoyo” o rebote.

Lo que sabemos es que solo se puede adelgazar de manera exitosa y duradera si reducimos nuestra ingesta y realizamos actividad física regularmente. El ejercicio ayuda a incrementar la masa muscular y el metabolismo basal y esto consume más calorías y mejora el balance energético durante el día.

Toda actividad física incrementa el gasto calórico pero la mayoría de las personas sobreestiman sus requerimientos calóricos. ¿Cuántas calorías se queman trotando 30 minutos a un ritmo moderado? Esto equivale a unas 200-250 calorías lo que equivale a un panecillo con mantequilla o una porción mediana de papas fritas. Con una 1 kilocaloría podemos recorrer 12 metros.

Por ello, quemar calorías no es fácil y no debemos sobrestimar el efecto que tiene hacer ejercicio en un día, hay que realizarlo de forma regular, debe ser un componente de la rutina diaria, así podrá sumar los efectos positivos, aumentando la masa muscular y el metabolismo basal.

Cada día el metabolismo de un deportista quema 350 Kilocalorías más que el de una persona sedentaria, en el caso de las mujeres son 200 kilocalorías más.

La forma más rápida de transformar la grasa en músculo es hacer intervalos de entrenamientos de alta intensidad –sobrecarga-, el llamado HIT (por sus siglas en ingles). En este entrenamiento se realizan actividades de alta intensidad seguidos por otras de baja intensidad, en pequeñas pausas, lo que aumenta el gasto calórico.

En las horas posteriores a un entrenamiento intenso el cuerpo sigue gastando energía aun en reposo, la necesita para regenerar los músculos y reponer las reservas. En resumen para adelgazar y no recuperar el peso perdido, es necesario mantener el déficit calórico, es decir ingerir menos calorías de las que se queman.

Mitos sobre el deporte

1.- Sin dolor no hay ganancia. Hasta cierto punto es verdad, la carga del ejercicio intenso debe superar cierto umbral de lo contrario, si uno permanece en esta zona de confort no pasa nada, pero si exageramos y sientes dolor has hecho demasiado ejercicio y esto tampoco es saludable e incluso es perjudicial si nos lesionamos.

2.- El magnesio previene los calambres. Si y No, hay algunas personas que son propensas a los calambres musculares y pueden reducir estas molestias a través del  Magnesio. Pero a menudo, si estamos demasiado tiempo de pie o exageramos al correr, el magnesio no es útil y deberíamos analizar cómo entrenamos.

3.- El deporte al aire libre es más saludable que en interiores. El deporte es una actividad saludable independiente del lugar, en ambientes exteriores puede llevarnos a una exposición intensa al sol y puede traer otros inconvenientes. Por otro lado, entrenar en un sótano pequeño con humedad tampoco es bueno. Lo ideal es combinar y encontrar un término medio saludable.

4.- Quien hace ejercicio puede comer todo lo que quiera sin aumentar de peso. Depende de lo que coma y de cuanto deporta realice, por ejemplo, los corredores de maratón pueden consumir hasta 5000 kilocalorías y no engordan al contrario adelgazan, ya que queman más calorías de las consumidas.  Pero si usted cree que dar un par de vueltas a la manzana le permite comer un montón de pizzas se equivoca.

Hay muchas opiniones sobre cómo se debe ejercitar y sus beneficios. Por ejemplo, no se ha demostrado que estirar los músculos antes del ejercicio mejora el rendimiento y previene de las lesiones, pero hacerlo después tampoco evita los calambres, pero si mejora la flexibilidad. Mientras con mayor regularidad realicemos ejercicios más musculatura desarrollaremos y aumentaremos nuestro metabolismo. Un kilo más de músculo quema 13 kilocalorías extra cada día.

La proteína es importante entre otras para regenerar masa muscular, pero ¿cuándo comerla? Dos horas después de un ejercicio de fuerza –carga- el cuerpo necesita la ingesta de proteínas de lo contrario recurrirá a las reservas. Pero estudios resientes señalan que no importa tanto cuando los deportistas ingieren las proteínas sino que la consuman en cantidades suficientes. Lo ideal es repartirla a lo largo del día.

El sistema inmunológico se puede fortalecer con el deporte. Pero existen una serie de factores que debilitan dicho mecanismo entre ellos están: el estrés, la dieta inadecuada, el alcohol, la falta de sueño, el sobrepeso y el sedentarismo. Por ello si no hacemos ejercicio con regularidad y somos sedentarios el sistema inmunológico se  debilita.

¿Da igual que ejercicio hagamos o hay algunos más útiles? Lo importante es la constancia en la actividad física, la simple contracción muscular genera factores de crecimiento y producción de sustancias mensajeras fundamentales para el fortalecimiento del sistema inmunológico. El músculo no sabe si usted trota, corre o nada o si es físicamente activo en la sala de su casa. Lo importante es estar en movimiento constante, así sea con ejercicios muy simples como flexiones contra la pared, subir las escaleras o sentadillas en la silla de su casa; con 10 o 20 repeticiones notará la tensión de sus músculos y sus beneficios.

Una persona en condiciones normales necesita 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso al día, quienes practican ejercicios de fuerza, hasta 2 gramos. Hay una tendencia en considerar que solo la proteína animal es una buena fuente de este macronutriente, pero las proteínas de origen vegetal también constituyen una  excelente fuente, así lo demuestran los Strongman vegetarianos como Patrik Baboumian. Para este atleta, las proteínas del huevo o la leche se pueden sustituir por las proteínas de las leguminosas, legumbres y las nueces o semillas, incluso la leche de vaca tiene menos proteínas que la de soja. Por tanto una selección adecuada de estos alimentos aportará una cantidad suficiente de aminoácidos esenciales.

Los suplementos nutricionales puede que no sean necesarios en las personas que solo se ejercitan, pero en los deportistas de mayor rendimiento pueden ser un recurso o ayuda. Pero los expertos señalan que el exagerar en estos productos puede alcanzar niveles perjudiciales para la salud y causar graves daños al organismo. Lo suplementos más seguros son los que no se toman.

Fuente:

DW (2020). En Forma. Mitos del Deporte. Programa del 15 de octubre de 2020. Disponible: https//www.dw.com/es/en-forma-mitos-del-deporte/av-55281491. Enlace permanente: https://p.dw.com/p/3jxEx.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Conductas alimentarias inapropiadas en los niños. Recomendaciones.


Los berrinches y las pataletas son maneras usadas por los niños para expresar sus frustraciones o desacuerdos, o también para llamar la atención, especialmente cuando perciben que no están siendo comprendidos por sus padres o cuidadores, o cuando sus necesidades y demandas no están siendo atendidas.
Al no contar con un lenguaje lo suficientemente desarrollado que les permita expresar sus emociones, los berrinches y las pataletas, constituyen una manera de comunicarse, sin embargo, también pueden repetirse si en eventos anteriores se ha respondido a sus expectativas, es decir, han dado resultado. Situación que se presenta de manera particular a la hora de comer.
El llanto es el primer signo en aparecer, y los padres suelen desarrollar progresivamente las competencias requeridas que les permiten descifrarlo. Hay llantos que denotan hambre, dolor, fastidio, calor, frío o frustración; ahora bien, se considera “berrinche”, cuando nada calma al niño o solamente cuando se le complace, y puede mostrar conductas como tirarse en el suelo, lanzar objetos, o incluso pegarle al padre cuando trata de calmarlo.
Muchos padres y cuidadores no saben cómo reaccionar ante estas expresiones de los niños, a continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones:
Asegúrate de que el niño no tiene malestar o está enfermo.
Colócate a la altura de tu hijo. Cada vez que te dirijas a él o ella para comunicarle algo, agáchate y háblele calmadamente, mirándolo a los ojos. 
El niño no sentirá que se le está retando, y mucho menos verá a sus padres como posibles amenazas o a quienes debe temerles. Siempre habrá que mantener la calma observar el contexto de la situación desencadenante, sobre todo en la escuela.
Observa el contexto y qué la produjo. La conducta del niño puede ser consecuencia de la conducta del padre o cuidador como, por ejemplo: no permitirle ir al parque, apagar el televisor o quitarle un objeto. Si es el caso, siempre se debe explicar antes de actuar, y solicitar con respeto o incluso, pedirle permiso para tomar algo que está utilizando o es suyo; explicarle el por qué no puede salir al parque en los actuales momentos, el por qué se le está pidiendo un objeto; o explicarle que es la hora del baño, de hacer la tarea, o de dormir etc., antes de pedirle que apague el televisor. Esto incluso le dará la oportunidad de negociar, lo cual será muy beneficioso para su vida.
Valida sus sentimientos. Conversa con el niño sobre el sentimiento que puede estar experimentando en ese momento. Por ejemplo: “yo sé que estás enojado”, “tienes rabia en este momento”, “entiendo que te sientes fastidiado”, de esta manera, el niño irá aprendiendo a reconocer sus propias emociones y la manera de controlarlas en un futuro. El niño más grande podrá contrastar lo que siente con lo que le expresa el adulto, y de este modo aclarará sus emociones y se fortalecerá su reconocimiento.
Ofrece contención al niño durante el berrinche o pataleta. Evita el maltrato físico, subir el tono de voz, amenazarlo o mandarlo a su cuarto. Sujétalo entre tus brazos y háblale calmadamente, valida sus emociones, acarícialo, pasa tu mano sobre su cabeza, intenta cantarle su canción favorita. También es válido distraerlo para desenfocarlo del berrinche. En caso extremo finge ignorarlo, manteniendo siempre la atención sobre el niño a fin de evitar que se haga daño. Es posible que se canse y progresivamente disminuya el tiempo del berrinche y se acerque de nuevo al adulto al darse cuenta que su conducta no tiene la respuesta esperada.
Cuando el berrinche haya culminado es importante que hagas lo siguiente:
Habla con el niño. No lo subestimes por su edad. Hazle saber que hubo una situación muy desagradable para él que lo llevó a enojarse y a actuar así. Explícale que hay otras maneras de expresar lo que quiere o siente, en especial hablando de ello, para lo cual debemos ser receptivos.
Mantén la comunicación con el resto de la familia. Infórmales sobre las conductas o situaciones que conllevan a que tu hijo haga un berrinche o una pataleta. De esta manera, podrán llegar a acuerdos, se unificarán los criterios y se estarán evitando las contradicciones.
Por ello, cuando se altera el equilibrio o la estabilidad en la familia por alguna razón no esperada, como lo que se vive actualmente a raíz de la pandemia del coronavirus, es importante explicarles a los niños lo que sucede de acuerdo con su edad o etapa de desarrollo evolutivo.
De no hacerlo, los niños creerán que no está pasando nada y, por ende, querrán continuar con su rutina normal y, en consecuencia, cuando se les impide hacer algo o se les ponen límites, es posible que aparezcan las pataletas o los berrinches.
Fuente:
Cielo Castro (2020). Recomendaciones para el manejo de los berrinches y las pataletas. CANIA.  Disponible en: https://cania.org.ve/articulo/recomendaciones-para-el-manejo-de-los-berrinches-y-las-pataletas.