El Ministerio del Poder Popular para la Salud
(MPPS) finalmente ha publicado los 52 boletines epidemiológicos del año 2016,
así como los 26 que adeudaba desde julio de 2015, luego de casi dos años de un
silencio epidemiológico absoluto.
De toda la información que ahora es de dominio
público, vamos a detenernos en el boletín de la semana 52 de 2016, es decir, el
correspondiente a la última semana del año pasado y donde se encuentran los
datos completos de dicho año.
Las cifras allí contenidas son la demostración más
evidente de la profunda crisis en la que se encuentra el sector salud
venezolano y que, a su vez, son una expresión de la situación global del país.
Lo primero que salta a la vista en el boletín
epidemiológico número 52 de 2016, es el número de muertes acumuladas en menores
de un año: 11.466 en total, indicando un aumento del 30,12% respecto al año
2015. Además destaca el período neonatal como principal
componente de estas muertes, con un 53,9% de fallecimientos
correspondientes a este período (bebés en sus primeros 28 días de vida).
En el mismo boletín el número de muertes maternas
registrado es de 756, reportando un aumento de 65,79% respecto al año 2015.
Estos datos revelan cifras alarmantes pues el número de casos, en sí mismos,
son signos de un grave deterioro en el cuidado y atención en salud de las
mujeres y niños, y requieren de una mesa de análisis de expertos en el tema
para que Venezuela pueda superar esta crisis de salud.
Esto lleva a la conclusión de que en Venezuela el
deterioro de la calidad en la atención de salud y de las condiciones del estado
nutricional de las madres y sus recién nacidos ha sido la causa principal para
el aumento desmedido de estas muertes.
El mismo boletín del MPPS asume que las causas de
las muertes maternas incluyen: hemorragias, enfermedad hipertensiva del
embarazo e infecciosas, causas cuya prevención es totalmente posible hoy en
día.
Lo mismo ocurre con las causas de muerte durante el
período neonatal, pues la enfermedad de membrana hialina, la sepsis neonatal,
las neumonías y la prematuridad pueden ser abordadas con un excelente
pronóstico con los debidos cuidados y atención hospitalaria.
Aquí es oportuno tratar, porque no se comprende,
cómo el propio Gobierno, después de largos y varios “silencios
epidemiológicos”, opta por decirle a los venezolanos que nuestras madres y
nuestros niños se están muriendo mucho más que antes, cifras que además se
suman a las muertes por violencia que fueron más de 28.000 durante el año 2016.
Y es así porque en el propio boletín se comparan los años 2015 y 2016, siendo
evidente, de acuerdo con estas cifras oficiales, que hay un enorme ascenso de
la mortalidad materna e infantil para el 2016.
Pero la crisis no se agota con las madres y los
niños. El crecimiento de la malaria ha hecho que se decrete epidemia en la
mayoría de los estados porque la aparición de nuevos casos ha llegado a superar
los 200.000 para el año 2016, tema que afecta, sobre todo, al sur y al oriente
del país. Lo propio ocurre con la difteria que supuestamente se había
controlado y otras enfermedades que afectan, sobre todo, a la población más
joven.
Llama la atención que no se publican datos sobre
desnutrición y mortalidad infantil por desnutrición en este boletín,
pero podría asumirse que buena parte de las muertes en menores de un año tienen
como base la profunda alteración del estado nutricional de la madre y por
consiguiente de su hijo.
Para nadie es secreto la escasez de nutrientes
adecuado y el difícil acceso a ellos por parte de la mayoría de los habitantes
de este país.
ENCOVI 2016 reportó que 93% de los venezolanos no
tiene suficientes ingresos para comprar alimentos, convirtiéndonos en un país
donde la mayoría de los venezolanos vive en hogares con inseguridad
alimentaria. Por otra parte, la Encuesta Nacional de Hospitales
2017 pone de manifiesto la imposibilidad en que se encuentran los
establecimientos de salud para dar respuesta adecuada a la creciente demanda de
servicios que una situación de penuria como la que vivimos, desde hace unos
años en el sector salud, es capaz de generar: insuficiente e inadecuada
alimentación para los pacientes, deterioro de la infraestructura y de los
equipos, y una creciente escasez de personal calificado son algunos de los
rasgos que caracterizan la “atención” a los pacientes que demandan servicios en
los establecimientos púbicos de salud.
El Gobierno no se ocupa de esto y ha hecho caso
omiso al pronunciamiento de la crisis humanitaria realizado por la Asamblea
Nacional de Venezuela, a principios de 2016. Prefiere gastar cientos de miles
de dólares en artefactos para la represión de la protesta popular, la cual
ocasiona más daños a la salud de los civiles.
Por estas razones, la lucha por el derecho a la
vida y a la salud es y ha sido, para el actual Gobierno venezolano,
profundamente incómoda y la difusión de información acerca de ello ha sido muy
difícil en los últimos años.
Ahora esperamos que el MPPS publique los boletines
epidemiológicos de 2017 pues, hasta la fecha, no han divulgado los
correspondientes a las primeras 18 semanas del año; también esperamos que las
Agencias Internacionales tomen en cuenta la información contenida en estos
boletines oficiales al momento de elaborar sus próximos informes, y dejen de
omitir información sobre la crisis de salud existente en Venezuela.
Recordamos, además, que la información actualizada
y metodológicamente correcta es la herramienta adecuada para planificar
políticas públicas basadas en evidencias.
https://www.facebook.com/notes/observatorio-venezolano-de-la-salud/el-boletin-epidemiol%C3%B3gico-venezolano-por-qu%C3%A9-ahora-y-no-antes/1145267645618893/
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