Durante los últimos años se ha
reconocido la importancia de una alimentación sana y balanceada desde los
primeros años de vida y su relación con un mejor y completo crecimiento, óptimo
estado de salud e inclusive con la longevidad del ser humano.
Muchos padres y cuidadores, en
general no conocen como implementar esta alimentación, debido a la escasa o
nula orientación que reciben individual y socialmente.
Los hábitos alimentarios del niño son
establecidos por la familia, el pediatra y el ambiente que rodea al niño,
cuidado diario (guardería, escuela, medios de comunicación, etc.). Estos
hábitos buenos o malos los acompañan generalmente hasta la edad adulta,
por lo que aprender a comer de forma saludable desde edades tempranas es vital
para la salud.
Objetivos de una
adecuada alimentación en los primeros años de vida:
1. Promover y fomentar la lactancia
materna por el mayor tiempo posible.
2. Establecer y/o enseñar hábitos de
alimentación adecuados, para que persistan durante la vida.
3. Mantener un peso saludable acorde
a la edad, sexo y estatura del niño, estableciendo un equilibrio entre el
aporte y el gasto energético.
4. Promover e implementar el consumo
de frutas, verduras y alimentos naturales ricos en fibra como cereales y
leguminosas.
5. Incrementar la ingesta de pescado,
como mínimo a dos veces por semana.
6. Disminuir el consumo de sal y
azúcar.
7. Evitar la utilización excesiva de
aceites o grasas en la preparación de los alimentos, así orientar el consumo de
grasa saludables, tipo insaturadas o con omega 3.
8. Mantener la tradición gastronómica
familiar y poblacional, así como ofrecer una variedad de alimentos y recetas.
9. Estimular la actividad física, de
ser posible facilitar la práctica de un deporte programado.
10. Evitar el consumo de alimentos
alergénicos, con el fin de prevenir la aparición de alergia alimentaria
11. Prevenir enfermedades crónicas no
transmisibles del adulto y con base nutricional desde la infancia, para lograr
evitar la aparición de estas enfermedades desde etapas cada vez más precoces en
la vida y con mayor riesgo a la incapacitación temprana. (Enfermedad
cardiovasculares, oncológicas, metabólicas)
La alimentación de
acuerdo a grupos de edad
Niños
de 0-12 meses de edad
• Muy vulnerable a presentar
malnutrición (desnutrición y obesidad).
• Alta velocidad de crecimiento.
Peso, aumentan de 600 a 900 gr por mes los primeros seis meses y 500 gr por mes
el segundo semestre. Talla: aumenta 3 cm por mes los primeros seis meses y dos
centímetros por mes el segundo semestre.
• A partir de los cuatro meses existe
ya un patrón de deglución más coordinado, sin embargo puede ser difícil
administrar sólidos o semi-sólidos, ya que el bebé aún presenta protrusión de
la lengua.
Recomendaciones
dietéticas
0
a 6 meses
• La lactancia materna exclusiva es
la alimentación ideal para esta edad, debiendo proveer las guarderías,
refrigeradores adecuados para la conservación.
Las madres pueden extraerse la leche,
guardarla en recipientes que puedan administrarse con biberón, cucharilla o
taza. En aquellas condiciones especiales en las que el pediatra haya indicado
una fórmula para lactancia artificial, se debe cumplir estrictamente la
indicación de cantidad y preparación, ya que el uso indiscriminado de cualquier
producto puede comprometer la salud del niño. No se debe agregar azúcar a la leche.
Beneficios de la
lactancia materna exclusiva
Beneficios
para el bebé:
• Potencia la inmunidad del niño.
• Reduce el riesgo de enfermedades
alérgicas como el eccema y el asma.
• Menor riesgo de alimentación
excesiva o mal diluida.
• Se favorece el adecuado desarrollo
de la mandíbula y demás estructuras de la boca
• Disminución del riesgo de
contaminación de los alimentos
• El bebé se siente seguro.
Beneficios
para la madre:
• Reduce la pérdida de sangre, ya que
el útero vuelve antes a su tamaño real.
• Recuperación de un peso más
saludable en menor tiempo
• Favorece la relación madre-hijo.
• Es económica y natural
Recomendaciones
dietéticas
• 6 a 12 meses
El primer año de vida es el período
en el que se deben inculcar los hábitos alimentarios e introducir todos aquellos alimentos que se consideran beneficiosos para la salud, aun cuando sean rechazados por los padres por preferencias individuales, ya que la aceptación es individual. El niño aprende con el ejemplo.
• Se recomienda iniciar el primer
alimento diferente a la leche a los seis meses de edad. Nunca antes de los cuatro
meses ni después de los seis meses.
• Introducir nuevos alimentos en
forma progresiva, es decir separados cada tres o cuatro días. Esto permitirá
observar su tolerancia y permitirá al niño familiarizarse con cada nuevo sabor
y consistencia.
• Comenzar con cereal precocido de
arroz o maíz que son más fáciles de tolerar, preparados en papillas y darlos
con cucharillas. Si el niño tiene sobrepeso o ganancia de peso muy acelerada no
debe recibir cereal.
• La consistencia de los alimentos
debe ser líquida los primeros 6 meses, e ir aumentando en forma progresiva para
adaptarse al proceso de deglución y masticación.
• Iniciar los vegetales y verduras
amarillos (apio, auyama, zanahoria) que requieren menos procesamiento digestivo
y posteriormente los verdes y blancos tales como, calabacín, brócoli,
berenjena; en sopas o puré. Los vegetales verdes pueden iniciarse después de
los 6 meses, ya que puede ocasionar fermentación y dolor abdominal. Se sugiere
postergar los verdes tipo acelga y espinaca después del año, por el riesgo de
metahemoglobinemia.
• Ofrecerle los vegetales antes que
las frutas, en caso contrario preferirá el sabor dulce y rechazará los
vegetales.
• Iniciar las frutas en forma de puré
o en trozos. No añadir azúcar ni miel para endulzarlos. Evitar el consumo de
frutas cítricas, altamente alergizantes, y las compotas comerciales por su alto
contenido de azúcar y almidón, en relación con la proporción de fruta.
• Iniciar las carnes (pollo o res),
preparadas en sopa licuada o añadir molidas o picada al puré de vegetales.
Preferir iniciar con carnes blancas, menos alergizantes que las rojas.
• A los 9 meses, introducir cereales
tales como trigo, avena y cebada, al
igual que los granos y la yema de huevo.
• No debe introducirse alimentos
tales como la leche entera, clara de huevo,
pescado y los cítricos antes del primer año de edad.
• No utilizar elementos dispersantes
y distractores, TV, juguetes, etc.
Aspectos
Prácticos
• Debe inculcarse la instrucción en
el lavado rutinario de las manos antes y después de comer, así como la limpieza de los dientes después de cada comida.
• Los alimentos deben ser dados con
cucharilla, taza y vaso. Familiarizar progresivamente al niño en el uso de
dichos utensilios, con la finalidad de que progresivamente los aprenda a usar.
Evitar la utilización de la tetina, que minimiza el desarrollo maxilar e
incrementa el riesgo de infecciones respiratorias.
• Ofrecer el alimento hasta 8-10
veces antes de considerarlo rechazado.
• El momento de la comida debe ser en
ambiente tranquilo y sin prisas por parte de la madre.
Niños
de 1-2 años de edad
• Aún depende de otras personas para
su alimentación, pero se debe permitir la ingesta de los alimentos también por
parte del niño.
• Periodo fundamental para incorporar
hábitos y reforzar destrezas para la alimentación.
• Aumento de peso 3 Kg/año en
promedio.
• Aumenta de talla en aproximadamente
12 centímetros en este año.
Recomendaciones
dietéticas
• Debe estar incorporado a la dieta
familiar y sentado a la mesa o en una silla adaptada
• Se recomienda realizar 3 comidas y
dos meriendas. Repartidas por raciones de acuerdo a los grupos de alimentos
• Los grupos de alimentos son cinco:
-, -Frutas y hortalizas -Cereales y harinas, Carnes, Leche, derivados y
sustitutos –Grasas- Dulces. Estos grupos
de alimentos se esquematizan bien en el trompo
de los grupos de alimentos.
Deben
recibir al día:
• Leche y derivados: 2-3 raciones al
día. Emplear fórmulas lácteas destinadas a este grupo de edad en lugar de leche
entera de vaca, la cual debe evitarse por su alto contenido en grasas saturadas
y su baja disponibilidad en minerales como el hierro y calcio. La leche entera
de vaca debe iniciarse después de los cuatro años de edad. No agregar azúcar a
la leche
• Vegetales: ½ a 1 ración al día
• Frutas: 2-3 raciones al día
• Cereales y Harinas: 4-6 raciones al
día
• Carnes y sustitutos: 1-2 raciones
al día
• Grasas: 2-4 raciones al día
Ejemplos de ración
• Leche y derivados: 80 calorías 1
Vaso de leche 2 cucharadas de queso 1 rebanada de queso 1 vaso de yogurt
• Vegetales: 25 calorías ½ taza de
vegetales
• Frutas: 50 calorías ½ taza de fruta
picada ½ vaso de jugo natural
• Cereales y harinas: 75 calorías 1
paquete de galletas ½ arepa 1 rebanada de pan ½ taza de arroz, pasta, granos
• Carnes: 55 calorías ½ bistec o 3
cucharadas de carne 1 presa de pollo ½ filet 1 huevo
• Grasas: 45 calorías
1 cucharadita de aceite 1 cucharadita
de mantequilla
Aspectos
Prácticos
• Debe seguir fomentándose la
instrucción en el lavado rutinario de las manos antes y después de comer, así
como la limpieza de dientes después de cada comida.
• Permitir al niño alimentarse solo,
enseñándole el debido uso de los utensilios para comer
• El momento de la comida debe ser
tranquilo, sin distracciones y estimulante, integrando al niño a la mesa
familiar.
• Iniciar el cambio de vaso o taza en
lugar de tetero, en aquellos niños que aún lo usan.
• Estimular la masticación de forma
progresiva con aumento del tamaño de los bocados, acorde a las posibilidades del
niño.
• Evitar los horarios muy rígidos de
alimentación
• Permitir que el niño establezca
cuando se siente satisfecho, evitando la alimentación excesiva o carencial.
• Evitar el consumo de golosinas,
refrescos, alimentos con alto contenido de azúcar, etc. ya que son de escaso
valor nutricional, que sólo fomentan obesidad y preferencias alimenticias
inadecuadas, especialmente en niños inapetentes.
Niños
de 2-3 años de edad.
• Disminución del apetito, ya que las
necesidades calóricas se hacen menores por desaceleración del crecimiento. Se
inicia un período de maduración caracterizado por un rápido aprendizaje del
lenguaje, de la marcha y de la socialización, lo cual ofrece al niño otros
intereses diferentes a los alimentos y el tiempo “sedentario y poco
entretenido” de la alimentación.
• Rechazan la introducción de nuevos
alimentos (Neofobia), lo cual lo lleva a dietas monótonas. Por ello, debe
insistirse en cubrir todos los grupos de alimentos, aunque el menú sea
repetitivo. Algunas veces se hace necesario agregar al menú 2 o 3 veces un
nuevo alimento para que el niño se incentive a probarlo e incorporarlo a su
dieta habitual.
• Aumento de peso entre 2 a 2,5 kg
por año.
• Aumenta de talla en aproximadamente
8-9 centímetros en este año.
Recomendaciones
dietéticas
• Se recomienda realizar 3 comidas y
dos meriendas.
• La dieta debe ser variada y
equilibrada. Incluir alimentos de todos los grupos.
Deben recibir al día:
• Leche y Derivados: 1-3 raciones al
día
• Vegetales: 1-1 ½ ración al día
• Frutas: 4-6 raciones al día
• Cereales y Harinas: 6-9 raciones al
día
• Carnes y sustitutos: 2-4 raciones
al día
• Grasas: 5 raciones al día
Aspectos
Prácticos
• Debe estimularse el lavado
rutinario de las manos antes y después de comer, así como la limpieza de
dientes después de cada comida.
• Combinar alimentos preferidos con
aquéllos de menor aceptación para promover su consumo.
• Presentar los alimentos en forma
atractiva y en un ambiente agradable y tranquilo.
• Integrar al niño a la alimentación
en familia o en grupo, recordar que aprende con el ejemplo.
• Incentivar el correcto uso de los
utensilios para comer.
• Antes de sentarse a la mesa el niño
debe estar tranquilo y relajado. La hora de la comida debe estar alejada del
horario de juego para evitar el apuro o el rechazo a la actividad de comer.
• Incentivar la actividad física como
parte de la rutina diaria, especialmente al aire libre.
• Acostumbrarle a realizar las
comidas en familia o con otros niños si lo hace en guarderías, evitando la
televisión o distracciones, en un buen ambiente.
• No utilizar el alimento como premio
o castigo, ni emplear distractores para incentivar la alimentación.
• Respetar las inapetencias
transitorias. No obligar a comer. Si esta condición se hace permanente y
acentuada, se debe consultar con el médico.
• Si hay dificultad aún para masticar
algunos alimentos o para admitir nuevos, ofrecer alternativas en la preparación
de los alimentos: cortar las frutas como figuras, servir los alimentos
armonizando los colores o formando siluetas.
La importancia del desayuno
Iniciar el día con un buen desayuno
ofrece múltiples beneficios, ya que mejora el rendimiento físico e intelectual,
disminuye el consumo de alimentos sin valor nutricional entre comidas y
contribuye con la prevención de la obesidad. Al iniciar el día, el niño viene
de un ayuno prolongado que se puede prolongar si se difiere el desayuno, con lo
cual el aporte de azúcar (glucosa) al cerebro y los músculos es mínimo e
interfiere en los procesos cognitivos y del aprendizaje, además de disminuir la
energía necesaria para la actividad física, pudiendo también favorecer
episodios de pérdida de conciencia y desmayo.
Esto es particularmente significativo
en el grupo nutricionalmente en riesgo. Se aconseja la tríada compuesta por
lácteos (leche, yogurt), cereales o pan y frutas frescas. Es conveniente
dedicar al desayuno entre 15-20 minutos de tiempo, sentados en la mesa, en lo
posible con la familia.
Seguridad alimentaria
La seguridad con los alimentos se
refiere a las condiciones y hábitos que preservan la calidad de los alimentos
para evitar su contaminación y las enfermedades a causa de intoxicación
alimentaria, además de preservar el alimento para obtener de él un mayor
potencial nutricional. La seguridad alimentaria comienza en el supermercado, al
momento de escoger los alimentos a comprar, y de allí se deberán cumplir
ciertas pautas en la conservación y preparación de los alimentos que recibirán
los niños.
La intoxicación alimentaria es el
resultado del consumo de organismos o toxinas en alimentos contaminados o en
proceso de descomposición. Puede afectar a una persona o puede presentarse como
un brote en un grupo de personas que comieron el mismo alimento contaminado.
Los síntomas, que aparecen entre 6
horas y 10 días después de la exposición, incluyen: calambres, abdominales,
diarrea (a menudo sanguinolenta), náuseas, vómitos, sequedad de la boca, visión
doble, dificultad para tragar, fiebre, escalofrío, dolor de cabeza y dolor de
espalda.
Para evitar esta enfermedad se deben
cuidar estrechamente las medidas de seguridad alimentaria.
Al momento de comprar
• No compre alimentos enlatados cuyos
recipientes tengan abolladuras, rajaduras o que estén abombados.
• Separe las carnes, las aves, los
pescados y mariscos crudos de otras comidas en su carrito del mercado y en su
refrigeradora.
• Compre los alimentos fríos en
último lugar. Llévelos de la tienda, inmediatamente al hogar o al lugar de
destino.
• Observe los huevos, abra el cartón
y mire si alguno está roto o si las cáscaras se han quebrado. Compre únicamente
huevos que han estado bajo refrigeración en la tienda.
Al
guardar los alimentos
• Almacene alimentos no perecederos
como granos, cereales y alimentos enlatados sin abrir a temperatura ambiente.
Escoger un área fresca y seca, en estantes que puedan limpiarse fácilmente y
que estén al menos a 20 cm del piso o en armarios de cocina. Envasar en un
recipiente tapado en forma hermética, si lo extrae de su envase original.
Etiquete el recipiente, no la tapa, con el nombre del alimento.
• Nunca guarde alimentos bajo
cualquier línea de plomería o en el piso, ya que pueden quedar expuestos a
polvo, agua, roedores, insectos, etc.
• Antes de guardar los alimentos,
asegúrese de que la temperatura en el refrigerador es de 5ºC ó menos y que la
temperatura del congelador es de – 18º C
ó menos.
• Los alimentos preparados para
lactantes y preescolares no deberían almacenarse ni volverse a refrigerar para posteriores comidas.
Al
preparar los alimentos
• Lávese las manos y limpie las
superficies donde se va a preparar el alimento con frecuencia. Mantenga sus
manos alejadas de la boca, la nariz y el cabello. El cabello debe estar
recogido e idealmente se recomienda la utilización de gorros. Vigilar el aseo
de las uñas.
• Use agua potable.
• Lave bien las frutas y hortalizas
con agua (aunque se vayan a pelar) para eliminar restos de pesticidas, tierra o
suciedad. Esto, incluso, debe hacerse con frutas de cubierta dura (patilla,
lechoza, melón) para evitar arrastrar bacterias de la corteza a la pulpa de la
fruta cuando se realiza el corte. Extraiga y no utilice las hojas exteriores de
las verduras, como las espinacas o la lechuga. No utilice jabón para el aseo de
los alimentos.
• No descongele nunca a temperatura
ambiente, sino en la nevera, microondas o con agua fría. Refrigerar o cocinar
el alimento inmediatamente después de descongelado.
• Cocine los huevos hasta que las
claras y las yemas estén firmes. No se deben ofrecer alimentos preparados con
huevos crudos.
• Nunca caliente la leche materna,
sino que se debe dejar que alcance la temperatura ambiental para evitar la
disminución de la actividad de los alimentos inmunológicos que ella contiene.
• Los alimentos deben ser
clasificados y colocados en recipientes cerrados y poco profundos en el
refrigerador, evitando que éste esté muy lleno.
• Los alimentos cocinados y envasados
al vacío comercialmente se deben calentar a 60 ºC, mientras que aquéllas que
han sido cocinadas con anticipación y enfriadas deben ser recalentadas a 165 º (74
ºC), llevando a hervor en el caso de las sopas, salsas y salsas de carne.
• Nunca ofrezca los alimentos
directamente del envase comercial. Éstos se deben pasar a un plato o
recipiente.
Durante
la comida
• La comida o utensilios que hayan
caído al suelo no deben ser usados y deben retirarse para su lavado.
Después
de la comida
• Los alimentos que no fueron
consumidos deben ser desechados, incluso la leche. Los únicos alimentos que
pueden guardarse y servirse más tarde son las frutas sin pelar y los alimentos
envasados no perecederos sin abrir.
• Los alimentos preparados que no
fueron servidos pueden guardarse en el refrigerador hasta dos días después de
su preparación. Los alimentos que contienen carne roja, pescado, carne de ave y
productos lácteos deberán enfriarse rápidamente para evitar el crecimiento de
bacterias. Los alimentos cocinados que van a ser guardados por largo tiempo
deben congelarse inmediatamente, una vez enfriados.
Las manos deben lavarse:
• Al usar el baño, especialmente si
se usó el inodoro. También se deben lavar si se ayudó a un niño a usar el
inodoro
• Luego de cambiar pañales (En este
caso, también se deben lavar las manos del niño)
• Durante la elaboración de
alimentos:
• Antes de preparar, servir o comer
alimentos
• Luego de tocar carne roja, carne de
ave, pescado o huevos crudos
• Siempre que las manos entren en
contacto con fluidos corporales (vómito, saliva, moco, heces, orina, sangre)
Para el lavado de manos se debe usar agua corriente tibia y jabón líquido,
manteniendo las manos debajo de la corriente de agua durante 20 segundos,
asegurando el lavado entre los dedos, por encima y debajo de las uñas y
cutículas, de ser posible utilizar un cepillo de manos.
Alimentos provenientes del hogar
• Debe entregarse a los padres las
normas relacionadas a las comidas traídas del hogar, ya que ésta debe cumplir
las mismas normas de preparación y almacenaje descritas anteriormente
• Se debe incentivar a la madre a
extraerse y almacenar la leche materna para ofrecerla al niño. Ésta debe
cumplir las siguientes normas: -Debe ser extraída previo lavado adecuado de
manos en un lugar limpio -Debe ser transportada en biberones o recipientes
limpios, identificados claramente con los datos del contenido, nombre del niño,
fecha y hora de extracción. -Debe mantenerse en refrigerador por hasta 24
horas. En el congelador puede almacenarse por 3 meses -Deseche la leche materna
que quede en el biberón después de haber alimentado al bebé
• Los alimentos deben ser comprados en
tiendas y estar en su envoltorio original.
• Los almuerzos y los refrigerios
proporcionados para un niño deben estar etiquetados con el nombre del niño, la
fecha y el tipo de alimento. No deben compartirse con otros niños.
• Los alimentos perecederos deben
guardarse en el refrigerador de inmediato.
Personal
• El personal que labora en la
preparación de los alimentos debe recibir un entrenamiento en nutrición y
manejo de alimentos y estar entrenado en el uso apropiado de las técnicas de
lavado de las manos.
• Debe existir una política para
evitar la presencia de empleados enfermos en las áreas de preparación de
comida. Los empleados deben realizarse evaluaciones médicas periódicas y
garantizar la ausencia de enfermedades contagiosas
• El uso de gorro debe ser
obligatorio, y, si el personal que maneja alimentos tiene alguna herida deberá
usar guantes.
Ambiente
• La cocina debe permanecer limpia,
al igual que el refrigerador, el cual require permanecer con una temperatura
adecuada.
• Usar toallas y paños limpios. Las
toallas para secar los platos deberán ser diferentes de aquéllas para otros
usos.
• Los platos, mostradores, tablas de cortar y refrigerador
deben ser desinfectados.
• Antes de cada uso, los biberones
reutilizables deben ser lavados y desinfectados, al igual que sus tapas y
tetinas, enjuagándolos bien y dejando hervir durante 5 minutos justo antes de
preparar.
• Desinfectar periódicamente el
fregadero y/o lavavajillas.
• Realizar control de plagas
domésticas y otros animales. Para ello, se debe realizar un adecuado depósito
de basura y excretas, manteniendo los respectivos reservorios tapados. La
basura húmeda debe ser cubierta con papel absorbente o periódicos y luego con
bolsas plásticas.
Evaluación de salud en guarderías
En el momento de admisión del niño se
pedirá un informe médico del estado de salud y del cumplimiento del esquema de
inmunizaciones. Se debe aconsejar a los padres o representantes mantener un control pediátrico periódico de
acuerdo al grupo de edad. Se recomiendan controles en recién nacido y a los 2,
4, 6, 9,12 y 15, 18, 21 y 24 meses y después cada tres o seis meses a partir de
los 2 años. El personal de guardería es fundamental para la detección temprana
de problemas de salud en el niño.
Se recomienda la existencia en la
guardería de una historia clínica, que incluya antecedentes médicos del niño,
al igual que un registro escrito donde esté reflejado las alteraciones
detectadas con el fin de llevar el
control individual de cada niño. Es importante vigilar el estado nutricional
(peso, talla, perímetro cefálico) y su evolución periódica para prevenir
malnutrición por déficit o por exceso. La detección precoz de alteraciones del
desarrollo psicomotor y su referencia para evaluación médica permite una
intervención temprana, lo cual disminuiría las secuelas y favorecerá un
desarrollo óptimo del niño.
Algunos signos de alarma:
• Frunce el ceño cuando trata de ver
algo o no reconoce objetos de uso común
• Llanto constante o inexplicable
• Falta de respuesta adecuada a ruido
o a voces
• Alteración del desarrollo del
lenguaje y el habla
• Cambios en el comportamiento
(Letargia, somnolencia, hiperactividad)
• Erupciones cutáneas en piel o cuero
cabelludo, piojos
• Fiebre o frialdad excesiva
• Alteraciones motoras en agarre,
marcha, coordinación
• Sospecha de abuso o maltrato •
Inadecuado progreso en peso y talla
• Falta de apetito repetidamente o
por tiempo prolongado y acentuado
• Cambios en el patrón de
evacuaciones
Ante estos síntomas y signos de
alarma, el personal de la guardería debe informar a los padres, o en su
ausencia a un servicio médico acreditado para tal fin, para la respectiva
evaluación pediátrica. Las consideraciones de alimentaciones en condiciones
especiales o enfermedades crónicas deben ser seguidas estrictamente de acuerdo
a las indicaciones realizadas por el médico.
Salud
del niño en guardería
• Control pediátrico acorde a edad
• Inmunizaciones
• Detección de Alteraciones del
desarrollo
• Fomentar hábitos saludables
• Conocimiento de los signos o
síntomas de alarma
Fuente:
COORDINACIÓN: Dra. María J. Castro
PRIMER CONSENSO DE LA SVPP SOBRE
GUARDERÍAS
http://www.svpediatria.org/repositorio/consensos-normas-y-pautas/guarderias/cguard.pdf
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