El 16 de octubre de cada año se celebra el Día
Mundial de la Alimentación, que fue acordado con el
propósito de crear conciencia en todo el mundo sobre el problema alimentario
global y promover la unión para luchar contra el hambre, la pobreza y la
desnutrición.
Lamentablemente, millones de personas en diferentes partes del
mundo no cuentan con la cantidad de alimentos necesarios para sobrevivir o
mantenerse saludables. Es un problema que si bien aqueja principalmente a los
países en desarrollo, no es exclusivo de éstos, ya que también existe en países
desarrollados.
Muchos son los factores que influyen en esta problemática, como
por ejemplo, los efectos del cambio climático. Las altas temperaturas y el
aumento de la frecuencia de desastres naturales relacionados con el clima
afectan de forma especial a comunidades enteras de agricultores, pescadores y
pastores, que básicamente dependen de estas actividades para subsistir.
Por otra parte, el aumento constante de la población mundial, que
se espera llegue a 9.600 millones de personas para el 2050, dificulta que pueda
cubrirse la alta demanda de alimentos. Por todo ello es necesario que se tomen
las medidas para que los sistemas agrícolas y alimentarios sean más eficientes
y productivos, pero también sostenibles.
Historia del Día Mundial de la Alimentación
El Día Mundial de la Alimentación fue establecido por la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
en 1979 durante la Reunión General de la Organización número 20. La idea fue
sugerida por la delegación húngara, la cual tuvo un papel importante y activo
durante la Reunión.
El día elegido coincide con la fecha de fundación de la FAO en
1945. La FAO es la agencia de las Naciones Unidas que tiene como misión liderar
los esfuerzos internacionales para luchar contra el hambre. Su objetivo es
lograr la seguridad alimentaria para todos y asegurar el acceso a los alimentos
suficientes y de buena calidad que permitan a los individuos llevar una vida
sana. Cuenta con más de 194 miembros y trabaja en más de 130 países.
Lema de este
año: Crecer, nutrir, sostener. Juntos.
La crisis de salud global de COVID-19 ha sido un
momento para reflexionar sobre las cosas que realmente apreciamos y nuestras
necesidades más básicas. Estos tiempos de incertidumbre han hecho que muchos
de nosotros reavivemos nuestro aprecio por algo que algunos dan por sentado y
muchos no tienen: la comida.
La comida es la esencia de la vida y la base de
nuestras culturas y comunidades. Preservar el acceso a alimentos inocuos y
nutritivos es y seguirá siendo una parte esencial de la respuesta a la pandemia
de COVID-19, especialmente para las comunidades pobres y vulnerables, que son
las más afectadas por la pandemia y las crisis económicas resultantes.
En un momento como este, es más importante que nunca
reconocer la necesidad de apoyar a nuestros héroes de la comida, agricultores y
trabajadores de todo el sistema alimentario, que se aseguran de que los
alimentos lleguen de la granja a la mesa, incluso en medio de interrupciones
sin precedentes como la actual crisis del COVID-19.
¡Es hora de
reconstruir mejor!
En las últimas décadas, el mundo
ha logrado avances significativos en la mejora de la productividad
agrícola. Aunque ahora producimos alimentos más que suficientes para
alimentar a todos, nuestros sistemas alimentarios están desequilibrados.
El hambre, la obesidad, la
degradación ambiental, la pérdida de la diversidad agrobiológica, la pérdida y
el desperdicio de alimentos y la falta de seguridad para los trabajadores de la
cadena alimentaria son solo algunos de los problemas que subrayan este
desequilibrio.
A medida que los países comienzan
a desarrollar e implementar planes de recuperación de COVID-19, es una
oportunidad para adoptar soluciones innovadoras basadas en evidencia científica
para que puedan reconstruir mejor y mejorar los sistemas alimentarios,
haciéndolos más resistentes a los impactos.
El Día Mundial de la Alimentación
hace un llamado a la solidaridad mundial para ayudar a todas las poblaciones, y
especialmente a las más vulnerables, a recuperarse de la crisis y a hacer que
los sistemas alimentarios sean más resistentes y robustos para que puedan
resistir la creciente volatilidad y las crisis climáticas, y ofrecer dietas
saludables asequibles y sostenibles para todos y medios de vida dignos para los
trabajadores del sistema alimentario.
Esto requerirá mejores esquemas
de protección social y nuevas oportunidades ofrecidas a través de la
digitalización y el comercio electrónico, pero también prácticas agrícolas más
sostenibles que preserven los recursos naturales de la Tierra, nuestra salud y
el clima.
Los países, el sector privado y
la sociedad civil deben asegurarse de que nuestros sistemas alimentarios cultiven una
variedad de alimentos para nutrir a una población en crecimiento y sostener el
planeta, juntos.
Todos tenemos un papel que
desempeñar,
desde aumentar la demanda general de alimentos nutritivos eligiendo alimentos
saludables, hasta no dejar que los hábitos sostenibles se queden en el camino,
a pesar de estos tiempos inciertos.
Fuente:
FAO: http://www.fao.org/world-food-day/theme/en/
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