jueves, 6 de diciembre de 2018

Hidratación. Líquidos para la vida


El agua es, por mucho, la sustancia más abundante sobre la Tierra, así como en nuestros cuerpos. De hecho, de los 3.6 kilogramos que pesa en promedio un recién nacido, cerca de 2.7 kilogramos son agua. El líquido no sólo es abundante, sino que resulta esencial para la vida pues todos los procesos metabólicos ocurren en un medio acuoso.
El agua, debido a sus múltiples propiedades, desempeña numerosas funciones corporales esenciales para la vida. Las principales propiedades del agua son:
.- Transporta los nutrimentos y los desechos de las células y otras sustancias, como hormonas, enzimas, plaquetas y células sanguíneas.
.- Es un excelente solvente y medio de suspensión. Muchos sustratos se disuelven o llegan a estar suspendidos en agua, lo que les permite reaccionar para formar nuevos compuestos.
.- Como solvente, se combina con moléculas viscosas para formar fluidos lubricantes para las articulaciones, las mucosas que lubrican los tractos digestivo y genitourinario, el líquido ceroso que lubrica las vísceras, así como la saliva y otras secreciones que lubrican los alimentos a su paso por el tracto digestivo.
.- Absorbe el calor ante cualquier cambio en la temperatura, aun cuando éste sea relativamente pequeño. Dada su capacidad de almacenamiento térmico, el agua ayuda a regular la temperatura del cuerpo absorbiendo el calor y liberándolo a través de la producción y evaporación de transpiración.
.- Es una unidad estructural importante del organismo. Mantiene la forma celular, constituye una parte integral de las membranas celulares, amortigua los órganos y ayuda a mantener las estructuras del cuerpo.
La cantidad de agua en el cuerpo humano, llamada agua corporal total (ACT), varía con la edad, el sexo, la masa muscular y el tejido adiposo. En individuos sanos, el ACT sufre pocas modificaciones, excepto como resultado del crecimiento, el aumento o pérdida de peso, o condiciones tales como la gestación y la lactancia. Sin embargo, la cantidad de ACT varía significativamente de persona a persona, debido a una diversidad de factores.
La masa muscular en los adultos está conformada por alrededor de 70 a 75% de agua, mientras que el tejido adiposo constituye entre 10 y 40% del peso corporal. A ello se debe que las mujeres suelen tener un porcentaje de agua corporal menor que los hombres, pues poseen una proporción de grasa relativamente más alta; a medida que aumenta el tejido adiposo, la porción acuosa corporal disminuye Con el envejecimiento se reduce el ACT, debido sobre todo a la pérdida de masa muscular. Por ejemplo, el agua ocupa 74% del organismo en una niña recién nacida, pero esa proporción desciende hasta 47% en una mujer de 51 años; un varón de la misma edad tiene 56% de agua.
El equilibrio del agua corporal es el resultado del equilibrio entre el consumo y la pérdida de agua. Cuando el ingreso y el gasto son iguales, se mantiene el equilibrio. Los términos hidratación y euhidratación se emplean para describir el estado de equilibrio de agua.
En condiciones de temperatura templada, los individuos sedentarios o con escasa actividad pierden agua a través de la orina, las heces, la respiración y la evaporación. La cantidad mínima de pérdida de líquido que puede ocurrir se conoce como pérdida obligatoria de agua. Hay una gran variedad de factores que puede determinar esta pérdida; por ejemplo, la pérdida obligatoria de orina ocurre por la necesidad de eliminar varios solutos del cuerpo.
La capacidad de concentración urinaria varía con la edad y con la presencia de alguna enfermedad renal. En condiciones normales, la pérdida de agua a través de las heces es muy pequeña: apenas unos 100 mL/día.
La pérdida por evaporación del agua que pasa a través de la piel (difusión transepidérmica) y el líquido que se elimina a través del tracto respiratorio son denominadas pérdida insensible de agua, que se correlaciona con la disipación de calor metabólico.
Aun cuando el gasto energético y el área de superficie corporal sean iguales, la pérdida insensible de agua a través de la piel y los pulmones varía. La humedad y  la temperatura ambiental, la presión barométrica, la altitud, el volumen de aire inspirado, las corrientes de aire, la ropa, la circulación sanguínea a través de la piel y el contenido de agua en el cuerpo pueden afectar la pérdida insensible de agua. La actividad física tiene un mayor efecto que las condiciones ambientales sobre la pérdida insensible de agua y la pérdida por sudor.
El agua que proviene de los alimentos que comemos y de los líquidos que bebemos constituye casi la totalidad -salvo una pequeña porción- del agua diaria que utiliza el organismo. La deshidratación puede afectar de manera desfavorable el funcionamiento físico y mental. Además, se le ha señalado como factor de riesgo que contribuye a desencadenar o exacerbar algunas enfermedades.
La cantidad de agua necesaria para reemplazar las pérdidas es el requerimiento absoluto. Como los requerimientos no se pueden predecir con precisión, excepto bajo condiciones controladas, las recomendaciones son parámetros que se emplean en la evaluación y la planificación de dietas para individuos y grupos y, por ende, para establecer políticas.
Los requerimientos de agua están determinados por el metabolismo del individuo, las condiciones ambientales y el grado de actividad. Por lo tanto, son extremadamente variables. No sólo los requerimientos cambian de un individuo a otro, sino que pueden variar para una misma persona día con día. “No hay un nivel único de consumo de agua que pueda asegurar la hidratación adecuada y la salud óptima para la mitad de todas las personas aparentemente sanas en todas las condiciones ambientales"
1 a 3 años: 1.3 L/día de agua total. Considera unos 0.9 L (~4 tazas) como bebidas totales, incluyendo agua potable.
4 a 8 años: 1.4 L/día de agua total. Considera unos 1.2 L (~5 tazas) como bebidas totales, incluyendo agua potable
Ambos géneros de 4 a 8 años 1.7 L/día de agua total
Varones de 9 a 13 años 2.5 L/día de agua total
Mujeres de 9 a 13 años 2.2 L/día de agua total
Varones de 14 a 18 años 3.4 L/día de agua total
Mujeres de 14 a 18 años 2.4 L/día de agua total
Aunque el contenido de agua corporal como porcentaje de la masa corporal disminuye con la edad, los niños mantienen una proporción más alta de ACT en comparación con los adultos. Aunado a esto, los niños tienen menos tolerancia al calor que los adultos, especialmente durante la actividad física en ambientes cálidos.
En comparación con los adultos, los niños poseen una tasa metabólica más alta durante la actividad física, una mayor relación área de superficie-masa corporal, una menor capacidad de sudoración, un gasto cardiaco inferior a un nivel metabólico dado y tardan más en aclimatarse.
La producción de sudor es menor en los niños que en los adultos y se han observado diferencias que dependen de la etapa de desarrollo. En condiciones ambientales similares, los niños en la prepubertad sudan menos que aquellos que están en la pubertad media o tardía. Por lo tanto, el reemplazo adecuado de líquidos tiene particular importancia. A los niños que juegan o se ejercitan en el calor se les debe alentar para que beban líquidos y es recomendable mantenerlos bajo supervisión.
Los niños -en especial los bebés y los que empiezan a caminar- tienen un mayor riesgo de deshidratación que los adultos. La deshidratación en los niños no sólo es un asunto serio, sino que puede poner en riesgo su vida. Es importante que los padres y demás cuidadores conozcan los signos y síntomas de deshidratación en los niños y sepan qué hacer en caso de que ésta se presente.
En los bebés y niños pequeños, el vómito y la diarrea son las causas más comunes de deshidratación. Los síntomas de deshidratación incluyen: llanto sin lágrimas; piel, boca y lengua secas; ojos hundidos; piel grisácea; fontanela hundida en los bebés; disminución de la orina.
La orina normal de bebés menores de tres meses de edad se traduce en un pañal mojado al menos cada seis horas. Los niños que empiezan a caminar deben mojar por lo menos tres pañales al día.
En un ambiente templado y en condiciones de escasa actividad física, la pérdida de agua a través del sudor usualmente es baja. Pero una sudoración profusa puede ser la fuente principal de pérdida de agua y electrólitos para personas que se ejercitan o trabajan en calor extremo. En los individuos físicamente activos, la sudoración es el factor que produce mayor pérdida de agua. Los requerimientos de líquido total van desde dos hasta 16 L/día, dependiendo de la carga de trabajo y del grado de calor. Para poblaciones activas que viven en clima tropical, las pérdidas diarias por sudor con frecuencia son de 2 a 7 L/día adicionales. 
La pérdida de sudor varía de acuerdo con diversos factores, como la intensidad y duración del ejercicio, edad, sexo, entrenamiento, aclimatación al calor, temperatura del aire, humedad, velocidad del viento, nubosidad, tipo de ropa y tasa de sudor individual.  Las pérdidas por sudor durante el esfuerzo físico en el temperaturas elevadas pueden exceder 1 L/hora con una pérdida adicional de sodio mayor de 35 a 50 mmol/L (0.8 a 1.15 g/L). La pérdida de sodio puede exceder la ingestión cuando se realiza una intensa actividad física en un ambiente cálido; esa posibilidad aumenta en individuos no aclimatados.
La deshidratación no es una condición benigna. Por el contrario, se le asocia con un creciente riesgo de caídas, infección del tracto urinario, enfermedad dental, trastornos broncopulmonares, cálculos renales, cáncer, constipación y deterioro de la función cognitiva. Además, es un precursor independiente de mortalidad en los adultos.
Sobre la base de los supuestos efectos deshidratantes de la cafeína, con frecuencia se busca disuadir o prohibir el consumo de bebidas con este componente a los adultos mayores. Las investigaciones actuales muestran que el café, el té y otras bebidas que contienen cafeína no incrementan la eliminación de orina ni afectan en forma negativa los indicadores de hidratación en aquellos individuos que están acostumbrados a consumir cafeína.
En consecuencia, las bebidas que contienen cafeína pueden formar parte del consumo diario de agua total. De hecho, la inclusión de bebidas con cafeína en las dietas de los adultos mayores no sólo aumenta las opciones de líquido, sino que además incrementa la calidad de vida de aquellos que las han consumido desde tiempo atrás o durante una parte significativa de su vida.
Datos de consumo respaldan la observación de que existe una influencia cultural en el comportamiento relacionado con la ingestión de bebidas. Los británicos y japoneses son conocidos por su consumo de té; los italianos y españoles, por el vino. Se sabe que la cultura es una de las principales determinantes de las preferencias con respecto a los alimentos y bebidas. Sin embargo, se conocen otros factores que influyen en la selección de bebidas, como los atributos sensoriales del color, sabor, olor y textura. La apariencia y la temperatura, al igual que la disponibilidad, también tienen un efecto sobre el consumo.
El consumo de bebidas varía durante el día. La mayor parte de éste, ocurre durante las comidas. Además, el tipo de bebidas difiere de acuerdo con la ocasión. Por ejemplo, la leche se bebe con frecuencia junto con los alimentos, mientras que las bebidas alcohólicas son más comunes en reuniones sociales.


Fuente:
Ann C. Grandjean y Sheila M. Campbell (2006). Hidratación. Líquidos para la vida. Edición en español ILSI de México, A.C. [ILSI NA, International Life Sciences Institute, North América]. Impreso en México.

4 comentarios:

  1. El agua es un líquido no sólo es abundante, sino que resulta esencial para la vida es un excelente solvente y medio de suspensión para el cuerpo humano para perder peso cuando el ingreso y el gasto son iguales, se mantiene el equilibrio y el agua de la piel y los pulmones varía la humedad y la temperatura ambiental. El adultos los niños poseen una tasa metabólica más alta durante la actividad física, una mayor relación área de superficie-masa corporal y el bebés y niños pequeños el vómito y la diarrea son las causas más comunes de deshidratante sobre todo el consumo de bebidas varía durante el día la mayor parte de éste, ocurre durante las comidas.

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    1. Gracias por su Comentario Dayana. Se debe educar sobre este tema desde la infancia evitando el consumo de bebidas edulcoradas o productos ultra procesados PUP. Interesante.

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  2. El agua es fuente de vida para todos los seres vivos y humanos, ya que necesitamos agua para vivir. Nos ayuda a prevenir muchas enfermedades tales como:
    Reducir problemas cardiacos, ayuda al control de bacterias bucal, evita el estreñimiento, mantiene la piel suave e hidratada, entre otras.
    Es de suma importancia promover el consumo de agua en nuestros niños (as).
    Jennifer Jardin

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  3. Gracias por su comentario Jennifer. En este sentido qué sería mas recomendable para los niños, consumir la fruta entera o consumir la fruta en jugo?

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