La cocina de aprovechamiento es una técnica culinaria basada en sacar el máximo beneficio a los alimentos, reutilizando el excedente para preparar nuevos platos y utilizando aquellas partes que normalmente se desecharían, como las cáscaras o semillas. También se hace cocina de aprovechamiento cuando la preparación se ajusta al número de comensales, y así no se desperdician alimentos.
Parte importante de la
cocina de aprovechamiento es garantizar la calidad e inocuidad de las
preparaciones excedentes, por eso debes:
- Guardarlas en envases limpios y
herméticos, evitando que se mezclen con alimentos crudos
- Evitar dejar los alimentos cocinados a
temperatura ambiente por más de dos horas para que así no se descompongan.
- Consumir la comida refrigerada antes de 3
días. Es importante observar las características de la preparación y
sobretodo el olor, ya que si este es desagradable debes desecharla.
- Al momento de comerla debes recalentarla de
manera correcta, es decir, durante el tiempo suficiente para que todas las
partes del alimento se calienten de manera uniforme a altas temperaturas.
Una vez transcurrido este proceso, tapa la preparación para mantener la
humedad y recuerda no consumirla luego de 4 horas.
- En el caso de las preparaciones o alimentos
congelados, los cuales pueden durar hasta 2 meses en el congelador, debes
pasar al refrigerador y esperar el deshielo para luego ser recalentados
–si se requiere- o consumidos inmediatamente. Se recomienda no volver a
congelar para evitar la proliferación de microrganismos y la modificación
de su composición nutricional.
Algunas ideas para practicar la cocina de aprovechamiento:
- El arroz del día anterior lo puedes usar para
realizar una tortilla, croquetas o arroz con vegetales (arroz a la
jardinera).
- Si lo que sobró fue una pieza de pollo, puedes
conservarla en nevera, luego la desmenuzas y aliñas, y la usas para el
relleno de empanaditas o arepas.
- Si la sopa de verduras con hortalizas te
rindió, no más allá del segundo día de refrigerada, puedes licuarla y
servirla como crema bien caliente.
- Las lentejas refrigeradas hace dos días,
puedes prepararlas tipo hamburguesas agregando arroz, avena o vegetales.
- Con las cáscaras de las parchitas que
habitualmente de desechan, puedes preparar cascos de parchita.
Si aprendes a no
desperdiciar los alimentos, mejorará tu presupuesto familiar, contribuirás con
la disponibilidad de alimentos para el resto de la población y estarás evitando
el cambio climático en el planeta.
Fuente:
María E. Montilla
(2020) Cocina de Aprovechamiento. CANIA.
https://cania.org.ve/articulo/cocina-de-aprovechamiento
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