Ensayos clínicos y estudios observacionales han encontrado pruebas de que una dieta basada en plantas puede mejorar la salud del corazón. En 2011 se publicó un estudio realizado con 351 participantes con hiperlipidemia (137 hombres y 214 mujeres post-menopaúsicas) siguiendo un riguroso diseño experimental. Este estudio fue contundente y marcó un hito mundial por la importancia de sus resultados en términos de salud cardiovascular asociada a un patrón de alimentación.
En ese estudio se presentó un “portafolio” de cuatro alimentos que demostraron reducir el colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas y se recomendaba incluirlos en el régimen alimentario regular. En el estudio se demostró que una dieta vegetariana que incluía un “portafolio” de alimentos reductores del colesterol resultó mucho más efectiva para reducir las lipoproteínas de baja densidad (el colesterol “malo”), que una dieta vegetariana con bajo contenido de grasas saturadas.
La investigación trajo de vuelta a la mente de los pacientes la importancia de la dieta y el estilo de vida como el principal medio para reducir los lípidos séricos y el riesgo de enfermedad coronaria, que la introducción de estatinas a finales de la década de 1980 puso de alguna manera de lado, ante la “comodidad” de la medicación.
Sin embargo, los cardiólogos y la comunidad médica y científica han propuesto paradigmas dietéticos alternativos y han realizado esfuerzos para mejorar la capacidad y eficiencia de la terapia dietética convencional para reducir el colesterol sérico, y lo han hecho mediante la inclusión de alimentos o componentes alimenticios específicos con propiedades conocidas para reducir el colesterol. El consumo de estos componentes dietéticos ha demostrado reducir el colesterol sérico de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) a un nivel similar de lo que hacen las estatinas.
Cada uno de estos alimentos tiene
una declaración de propiedades saludables aprobada por la Administración de Alimentos
y Medicamentos (FDA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA),
para reducir el colesterol o reducir el riesgo cardiovascular.
¿Cuáles
son estos alimentos?
1. Nueces
2. Proteína
vegetal obtenida de: Alimentos a base de soya como tofu, leche de soya u
otros sustitutos de la carne a base de soya Legumbres como frijoles, guisantes,
garbanzos o lentejas
3. Fibra
soluble viscosa, como avena, cebada, psyllium, berenjena, okra, manzanas,
naranjas o bayas
4. Margarina mejorada con esteroles vegetales, o compuestos “similares al colesterol” que se pueden encontrar en frutas, verduras, nueces y cereales.
Sí, no se sorprenda, margarina con adición de esteroles. También pueden ser otros alimentos procesados enriquecidos con esteroles: leche, yogurt, y cereales de desayuno. La industria de alimentos utiliza estos productos como vehículo de esteroles para coadyuvar la salud cardiovascular, aunque las personas estén medicadas, lo cual deben igualmente consultar con su cardiólogo.
Los esteroles vegetales
(fitosteroles, fitostanoles y sus ésteres de ácidos grasos) son sustancias
parecidas al colesterol que se producen naturalmente en niveles bajos en
frutas, verduras (hortalizas), nueces y cereales.
Cuando se consumen en la cantidad recomendada, entre 2 y 3 gramos por día, los esteroles vegetales pueden reducir los niveles de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL) (colesterol malo) en nuestra sangre. Lo hacen al ser sustancias similares al colesterol y se absorben en lugar de colesterol LDL. Sin embargo, comer más de tres gramos por día no reduce aún más el colesterol LDL.
Los autores insisten en que los patrones de ingesta dietética en Canadá, Estados Unidos y Europa no cumplen los objetivos de los componentes alimentarios del patrón dietético Portafolio: ≥45 g / día de nueces, ≥50 g / día de proteína de origen vegetal, ≥20 g / día de fibra viscosa y 2g / día de esteroles vegetales.
Estos investigadores concluyen
que “la evidencia actual demuestra que el patrón dietético Portafolio conduce a
mejoras clínicamente significativas en colesterol LDL así como a otros factores
de riesgo cardiometabólico establecidos y al riesgo estimado de 10 años de
enfermedad coronaria”
Fuente:
Marisol
Tapia (2018). La dieta portafolio. Mirador Salud. Fecha: junio 12,
2018. En: Nutrición, Salud y Vida. https://miradorsalud.com
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