jueves, 22 de octubre de 2015

¿Son relevantes para la salud del niño los medios de comunicación?

Con el paso del tiempo, los diversos tipos de comunicación han sufrido grandes transformaciones. Hasta hace pocos años se utilizaba, esencialmente, el correo postal, el telégrafo, el teléfono o se recurría, directamente, a la comunicación presencial con la persona. Asimismo, los juegos de los niños se inspiraban en la tradición, el folklore o en la creatividad del momento.
Gracias a los notables avances de la tecnología, las vías de comunicación se han ampliado, mejorado y sofisticado, denominándose en la actualidad “Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)”, su preponderancia, en el día a día, es tal que han llegado a formar parte del esparcimiento de los niños y jóvenes a través del uso de celulares, Internet, dispositivos de videos y música comprimida (MP4, MP3), consolas de videojuegos, etc., siendo, cada una de ellos, fuente de ventajas y de riesgos.
Hace más de una década, la Academia Americana de Pediatría, así como otras instituciones a nivel mundial, han reconocido los efectos positivos y negativos de los medios de comunicación masivos, en niños y adolescentes. Así, en el año 2003 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el marco del proyecto regional COMSALUD presentó los resultados del estudio emprendido por el Programa de Recursos Humanos de la División de Desarrollo de Sistemas y Servicios de Salud que se tituló: “Medios y Salud: la Voz de los Adolescentes” en el cual se planteó contribuir al mejoramiento significativo, sostenido y equitativo de la salud de las personas en las Américas, por medio de la exploración del papel de los medios de comunicación masiva en la salud del adolescente en América Latina.
Los medios pueden ser poderosas herramientas para transmitir importantes valores sociales como respeto, solidaridad y tolerancia, y al mismo tiempo son muy útiles para favorecer la educación, la cultura (un ejemplo fueron los programas de TV Sopotocientos, Contesta con Tío Simón y TV Plaza Sésamo, Discovery Kids), el buen uso del tiempo libre y la promoción de la salud.
De igual manera, los videojuegos y el acceso a Internet ayudan al individuo a alcanzar habilidades como la mecanografía, la astucia, la lógica o el aprender otros idiomas como el inglés. También el uso de estas herramientas virtuales como medio de comunicación manejando las posibilidades de correo electrónico, foros, chat, etc., permite la comunicación efectiva, mediata o inmediata, con internautas de regiones cercanas o lejanas.
En Venezuela, hoy en día, se observa que, en los medios de comunicación masiva, prevalecen los programas en los que el lenguaje utilizado no es aceptado por la sociedad, lo que genera preocupación y temor de su generalización como consecuencia de la alienación, dada la influencia de estos medios en niños y jóvenes.
En la mayoría de los países de las Américas está aumentando vertiginosamente el consumo de alimentos con un denso contenido energético, ricos en grasas saturadas, azúcares y sal. Esta modificación en los hábitos alimentarios, según el Dr. Alberto Barceló, Asesor Regional de Enfermedades no Transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), unida a una creciente cultura de sedentarismo y falta de actividad física, está contribuyendo peligrosamente al incremento de las ya altas tasas de sobrepeso y obesidad en la región. El aumento de la diabetes, especialmente grave, entre la población infantil y adolescente, pone su énfasis sobre la problemática de esta enfermedad en esta población.
Varios estudios coinciden en que el uso de la televisión, los videojuegos, el computador personal, los dispositivos para audio y los celulares, van cada día en aumento. La acción pasiva que se adopta al usar los medios de pantalla ya descritos contribuye, por diversas vías, a un estado de malnutrición por exceso como el sobrepeso y la obesidad, pero también a malnutrición por déficit.
Aunque no hay suficientes estudios que comprueben la hipótesis de que el uso indiscriminado de la televisión y otros medios son factores que contribuyen al bajo rendimiento escolar, Landhuis y Poulton encontraron que el exceso de televisión puede dar lugar a problemas de atención en niños desde los 7 años de edad y en adolescentes de 13 a 15 años, independientemente de su género, condición social y habilidad cognitiva.
Varias investigaciones han demostrado que los niños menores de 8 años están cognitiva y psicológicamente indefensos frente a la publicidad. Muchos niños preescolares no entienden la diferencia entre un programa creado para entretener y un comercial creado para vender.
Los niños aprenden ciertos comportamientos por mera imitación de modelos a los que admiran: sus propios padres, profesores, amigos del colegio, personajes de series de ficción, de libros, cuentos y de videojuegos. Así lo afirma Paloma Díaz Soloaga, Directora del Observatorio de Publicidad y Sociedad del Centro Universitario Villanueva, en su trabajo “Efectos del uso de Videojuegos en niños y adolescentes en España y Estados Unidos”, 2006.
Diversos estudios, realizados en Estados Unidos, ponen en evidencia, de forma contundente, que las imágenes de violencia en televisión, películas, videos y juegos de computadora, producen a corto plazo efectos como temores, excitación, alteraciones en el pensamiento y en el control de las emociones; incrementándose la probabilidad de conductas agresivas en niños y adolescentes.
Los psiquiatras recomiendan que los niños no vean los noticieros de las televisoras por la proyección de imágenes violentas, y han llegado a la conclusión de que los niños pueden: Identificarse con ciertos tipos, caracteres, víctimas y victimarios. Imitar la violencia que observan en televisión, videojuegos y juegos en computador personal. Volverse inmunes al horror de la violencia. Aceptar la violencia como forma de resolver los problemas.
En cualquier caso, es precisamente en la edad escolar y aun en la adolescencia temprana, cuando los niños están aprendiendo el modo de comportarse socialmente: cómo interactuar con amigos y compañeros, cómo lograr su pleno desarrollo psíquico en relación con los otros, cómo conseguir el éxito de las acciones que se proponen, cómo aprender a postergar, o no, la gratificación inmediata para conseguir objetivos a largo plazo o incluso altruistas.
Gracias a la trama interna de la historia contenida en el videojuego, los niños y adolescentes experimentan una inmersión que hace absolutamente verosímil la aventura. De ningún modo puede compararse el uso de videojuegos con ver una película en el cine o en la televisión, ya que el grado de participación de los receptores es muy superior tanto en horas de consumo como en implicación en las metas del juego. Sobre todo, si se toma en cuenta el costo de estos medios, por supuesto la TV es un medio muy económico, de uso rutinario, pasivo y masivo en la población mundial.
En Venezuela la aprobación de la Ley de prohibición de videojuegos bélicos y juguetes bélicos se ha planteado sobre el desarrollo de una cultura de paz, sustentada en valores humanistas y contraria a la violencia, asimismo la Asamblea Nacional apuntala que se debe dar espacio a juegos de entretenimiento sanos, educativos y culturales.
Recomendaciones para evitar efectos negativos de los medios
* Los mismos medios televisivos y el cine pudieran aumentar el número de campañas publicitarias que motiven el consumo de las frutas y vegetales como por ejemplo, la campaña poco difundida de “5 al día”, es decir, consumir 5 raciones entre vegetales y frutas al día.
* Si el niño o adolescente va a usar un videojuego es preferible el uso de aquellos que promueven la actividad física.
* Los padres deben cuidar y proteger a sus niños de entrar en páginas Web no deseadas o no aptas para su edad y salud, a través de la descarga, en su computador, de aplicaciones que los orienten y les aseguren el uso conveniente de la Web por parte de sus hijos. Estas aplicaciones se encuentran de forma gratuita en:
esmx&querytype=topic&query=pc_proc_installsetup.htm
Por todo lo anteriormente expuesto, se plantea la necesidad de estudios y proyectos que utilicen estas TIC como herramientas para mejorar el estado nutricional y alertar en problemas de salud propios que afectan a niños y jóvenes de forma productiva. Asimismo, mejorar los sistemas de protección contra la ciberadicción, el “ciberbullying” o el “groomin” en la red.
Fuente:
María Elizabeth Montilla (2011). Los medios de comunicación masivos y la salud del niño
CANIA. 13 (22), p10-18.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario