En los últimos años se le ha conferido al ejercicio y al deporte, en sus manifestaciones
recreativas, educativas o competitivas, un importante papel en la preservación
y desarrollo de la salud del ser humano. Es en la infancia que se pueden
producir cambios en el nivel de actividad que modifican positivamente la salud
para años más tarde.
¿Qué es
actividad física?
La actividad física se define como
cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que
resulta en un gasto de energía. El movimiento es natural en los niños, y de
hecho se dice que son inseparables. Moverse les permite a los niños conquistar
su medio ambiente a la vez que promueve su desarrollo integral.
Fisiología
del ejercicio aplicada en niños
Mediante cambios fisiológicos
particulares los niños como los adultos se adaptan al ejercicio ocasional o
regular. El organismo responde de forma metabólica, cardiovascular y
respiratoria.
La respuesta metabólica es aeróbica y anaeróbica. El nivel del
metabolismo aeróbico se ve reflejado por el consumo máximo de oxígeno (VO2 MAX) y depende de la
masa corporal, por ello, la potencia aeróbica está menos desarrollada en niños,
que en jóvenes y adultos. La potencia aeróbica aumenta con la edad en los niños
hasta los 18 años y en las niñas hasta los 14 años.
La eficiencia mecánica, por el contrario,
es mayor en los niños haciendo que el costo del ejercicio sea mayor en los más
jóvenes. El ejercicio regular disminuye el costo energético del esfuerzo,
aumentando la eficiencia mecánica. Por ejemplo los niños son mejores en
carreras largas de menor velocidad, pero su poca concentración no les permite
competir. La capacidad anaeróbica de los niños es menor que la de los jóvenes y
los adultos, principalmente por una menor reserva de glucógeno y menor
capacidad enzimática glucolítica.
El niño es mejor en esfuerzos breves de
alta intensidad, como el juego. Por
ello, niveles de exigencia elevados en niños pequeños carece de sentido debido
a la falta de predisposición metabólica, que se expresa por la baja capacidad
de producir lactato.
Respuesta
cardiovascular
El gasto cardíaco está estrechamente
relacionado con el consumo de oxígeno y el gasto energético. Similar al
comportamiento del consumo de oxígeno, el gasto cardíaco es menor en niños. El
gasto cardíaco máximo es menor en niños más pequeños en valores absolutos, lo
que determina una disminución del poder transportador de oxígeno que se
encuentra compensado en parte, por una mayor capacidad de extracción del mismo.
El volumen sistólico es menor en todos los niveles del ejercicio. La frecuencia
cardíaca compensa en parte el volumen sistólico, ya que siempre es mayor en
todos los niveles del ejercicio. Los valores máximos de la frecuencia cardíaca
disminuyen con la edad.
Los niños tienen un mayor flujo
sanguíneo muscular que favorece la distribución de sangre durante el ejercicio.
El valor de la presión arterial es menor con la edad. En ejercicios dinámicos
la presión arterial sistólica aumenta con el gasto cardíaco y con la frecuencia
cardíaca, manteniéndose la diastólica por la baja resistencia periférica. En
ejercicio estático la presión arterial sistólica y diastólica aumentan
directamente con la intensidad y duración del esfuerzo. El niño activo aumenta
su volumen cardíaco, siguiendo las mismas leyes de adaptación del adulto; el
ejercicio aeróbico en el prepúber estimula el aumento de la red vascular
periférica, disminuyendo la carga presora en años posteriores.
Los niños pueden alcanzar frecuencias de
200 o más latidos por minuto, con curvas ascendentes y descendentes del pulso.
Esta diferencia en el comportamiento del pulso se debe a un predominio del
sistema simpático adrenérgico que en el músculo esquelético estimula la
glucogenólisis y la síntesis de lactato, y reduce la absorción de glucosa
circulante. Con el entrenamiento aeróbico los niños incrementan su consumo de
oxígeno en valores relativos y su silueta cardíaca, y reducen la frecuencia cardíaca para igual esfuerzo sub máximo; pero su menor contenido de
hemoglobina, su menor eficiencia cardíaca, menor estructura mecánica y menor
porcentaje de masa muscular, hacen difícil que aunque estén entrenados tengan
desempeños similares a los adultos.
Respuesta
respiratoria
Cuantitativamente existen algunas
diferencias entre niños y adultos. La ventilación pulmonar máxima en valores
absolutos aumenta con la edad mientras que la ventilación pulmonar sub máxima
disminuye, lo que sugiere una menor reserva ventilatoria en los más pequeños.
El cociente respiratorio del niño representa una ventilación antieconómica porque debe mover más aire por litro de
oxígeno consumido. Al comparar la respuesta del ejercicio de los niños con
jóvenes y adultos, se observa una frecuencia respiratoria alta y una
ventilación superficial. El niño más activo posee volúmenes pulmonares mayores
debido a una coordinación neuromuscular que determina un mejor uso del
diafragma.
¿Qué
beneficios representan estas adaptaciones fisiológicas para la salud presente y
futura del niño?
Mejora la fuerza y la resistencia
corporal. Ayuda en la formación de músculos y huesos sanos.
Ayuda a controlar el peso. Mejora la
tensión arterial y los niveles de colesterol. Reduce la sensibilidad a la
insulina. Es divertida, ya que la realizan con amigos, desarrollan habilidades,
se ponen en forma y se ven mejor. Reduce la ansiedad y el estrés, fortalece
la auto estima y las relaciones sociales. La actividad durante la infancia
también puede producir cambios que modifiquen la salud más tarde en la vida.
¿ Por qué
algo tan bueno y natural se somete a revisión?
Los niños son por naturaleza el sector
más activo de la población. A pesar de ello, muchos opinan que no obtienen toda
la actividad que requieren. El nivel de actividad física en los niños es muy
variable y se ve influenciado por factores fisiológicos, psicológicos,
socioculturales y ambientales; está relacionado con su desarrollo, se reduce
con la edad y también es afectado por la actividad física de los padres. Se
dice que los niños que habitan y crecen en ambientes libres son naturalmente
activos. Las condiciones de espacio, inseguridad y estilo de vida de los padres
de los niños que crecen en zonas urbanas y suburbanas, limitan el estímulo
necesario para desarrollarse naturalmente activos.
En décadas recientes se ha observado que
los niños se han hecho menos activos físicamente. A medida que las atracciones
y las oportunidades de actividades de disfrute sedentarias han aumentado, ellos
están más ocupados y puede ser desafiante encontrar tiempo para la actividad
física, acarreando una disminución en el gasto energético de 600 Kcal/día comparándolo
con el de niños 50 años atrás.
La
inactividad como el verdadero problema
La inactividad se ha convertido en un
serio problema en la sociedad a nivel mundial. Prevalece más entre aquellos de
menores ingresos y menor nivel educativo, especialmente en las zonas urbanas,
se inicia temprano en la vida, se incrementa en la adolescencia, progresando
negativamente en la edad adulta y afecta más al sexo femenino que al
masculino.
Estudios en los Estados Unidos reflejan
que dicha condición es más dramática en niñas que en niños; a los 13 años solo
6 al 7% de los adolescentes no reportan actividad física, pero a los 19 años
este número es de 25 y 20% para los sexos femenino y masculino respectivamente.
Lo anterior indica que la adolescencia es un factor de riesgo para la
inactividad. Dado que el patrón de inactividad se inicia temprano en la vida,
es imperativo promover la actividad física en niños y jóvenes, con el fin de
que logren desarrollar adhesión a la actividad física y adoptar conductas de
estilo de vida que mantengan cuando sean mayores.
La inactividad se relaciona con el
desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles: obesidad, hipertensión,
cáncer, diabetes, cardiopatía. La niñez es un período crítico, es decir como
bien señala J. Baur (1991) es un "período en el cual se adquieren muy
rápidamente modelos específicos de comportamiento vinculados con el ambiente y
en los cuales se evidencia una elevada sensibilidad del organismo hacia
determinadas experiencias"; pero igualmente se puede considerar un período
más sensible a errores y carencias.
No ofrecer la atención adecuada al
aspecto motor durante la infancia tiene efectos duraderos en las demás áreas
del desarrollo integral, por lo tanto se debe incentivar, organizar y dirigir
de manera temprana y adecuada la actividad motriz del niño, con el fin de
estimular el desarrollo multilateral de su personalidad.
Fuente:
Magda García (2004). Actividad Física. CANIA. Año 6. N°11, p.23-33
La combinación de una buena educación alimentaria,práctica regular de acctividad física,te garantiza una mejor calidad de vida
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo con Usted apreciado Prof. Carmelo. Mantendremos un artículo en este tema de forma regular en nuestro Blog. Cualquier aporte estamos a su orden.
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