A
nivel internacional existen organismos de apoyo para la nutrición y la
alimentación como el Banco Mundial, (BM), Organización Mundial de la Salud,
(OMS), Organización de Estados Americanos, (OEA), y la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En
el ámbito nacional, la educación nutricional puede ser realizada por varios
Ministerios (salud, agricultura, educación, desarrollo social o comunitario,
etc.) y además diversas Organizaciones no Gubernamentales (ONG).
Todos
estos entes, en especial a nivel nacional deberían acordar objetivos comunes
para un programa de educación en nutrición, y cada Ministerio planear
estrategias de cómo cumplirlo. Los factores sobre los que se deben tomar
decisiones, que raramente se definen con claridad, incluyen el contenido del
mensaje, la audiencia objetivo del programa y los medios de comunicación que se
deben utilizar. Esta estrategia puede parecer simple, pero su aplicación
exigirá un cambio en la filosofía y la operación de la mayoría de los programas
de educación en nutrición.
En
este contexto, la educación nutricional ha tenido una substancial influencia en
los hábitos alimentarios, pero no siempre ha sido positiva. Afortunadamente, ya
pasó el tiempo en que los nutricionistas promovían costosos alimentos ricos en
proteínas a personas que no los podían comprar.
Infortunadamente,
la tendencia de escoger alimentos o nutrientes sea para promoverlos o para
prohibirlos, no ha desaparecido, como tampoco la tendencia a tratar de enseñar
mediante el temor y quitando el placer de comer.
Sin
embargo, el cambio siempre surge en forma lenta y los antiguos hábitos
difícilmente terminan; las personas que aprendieron estas antiguas lecciones
son aún responsables de alimentarse a sí mismas y a sus familias, y pueden
encontrar que es problemático cambiar de nuevo.
Todas
las personas que cuenten con el conocimiento (por ejemplo, miembros de equipos
de salud, maestros de escuela, extensionistas agrícolas, entre otros) son las
encargadas de educar en nutrición. Además deben hacerlo en toda oportunidad
posible (por ejemplo, el médico cuando trata a un enfermo, la partera en la
clínica de maternidad, la enfermera o enfermero de salud pública, en la visita
domiciliaria,, el extensionista en la reunión de los agricultores, el maestro
de escuela en la clase o en una reunión de padres).
Cada
persona del país debe ser objeto de la educación en alimentación y nutrición.
Dentro de este marco, emerge la nutrición
creativa como una estrategia didáctica transformadora en el ámbito
comunitario, para impartir educación en nutrición utilizando la creatividad, la
inventiva, el pensamiento original, la imaginación constructiva, pensamiento
divergente y pensamiento creativo, para la generación de nuevas ideas o
conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que
habitualmente producen soluciones originales, planteamiento este que coincide
con el propuesto por el autor Carlos Churba en su obra: “La Creatividad”.
Evidentemente,
es necesario que las técnicas creativas a implementar (evaluación de ideas
creativas, pausa creativa, cuestionamiento y análisis de los cotidiano) y los
instrumentos de uso en determinadas situaciones a desarrollar en la estrategia
nutrición creativa, deban adaptarse a las técnicas del pensamiento lateral,
como lo han planteado diversos autores (Edward De Bono y Teresa Amabile).
Al
mencionar que “estas técnicas formales
del pensamiento lateral se mantienen por si mismas”, de ahí parte la
enseñanza para el manejo de estas de manera creativa y la forma de su uso a
nivel individual y grupal. Asimismo, expresa que estas, “son medios para generar ideas nuevas cuando las necesitamos”.
Es
importante acotar que por muy buena que sean las técnicas creativas, solo la
frecuencia del uso, las hacen productivas y eficaces. De igual forma, se debe
considerar, que en general las técnicas van de las poco estructuradas a las muy
estructuradas.
Un
ejemplo de técnica altamente estructurada es TRIZ, a diferencia de técnicas
como Brainstorming (Tormenta de Ideas), la cual está basada en la generación de
ideas aleatorias, Lateral Thinking y recetas heurísticas. Luego, estas técnicas
son complementadas con otras técnicas de aprendizaje como: clasificación de
ideas, mapas conceptuales, mapas mentales (mind mappings), selección de ideas,
cuantificación de ideas, y diagramas de ishikawa
Por
último, y no menos importante, plantear la necesidad de algunas evaluaciones de
las ideas producidas por la creatividad, planteamiento este enunciado por Teresa
Amabile, cuando expresa que, “dado que cada institución responsable de educar,
posee culturas y personalidad propia, además de ello, es conveniente considerar
el ámbito demográfico y procedencia, ya que existen diferencias muy marcadas,
entre las diferentes regiones que conforman el país”.
A
manera de conclusión se esboza la necesidad de adaptación de técnicas del
Pensamiento Lateral, a situaciones específicas, desarrollando e implementando
el pensamiento creativo en la educación
nutricional.
En
relación a los instrumentos que deben usarse en determinadas situaciones
educativas en nutrición, es necesario e importante considerar técnicas
creativas para sesiones individuales y grupales.
Es
importante la evaluación de las ideas creativa en la educación nutricional, así
como su uso constante, con miras a perfeccionar y mejorar la calidad de técnica
creativa. En cuanto a la responsabilidad, en el esfuerzo creativo para impartir
educación nutricional, debe establecerse un compromiso nacional interinstitucional, multisectorial,
interdisciplinario, y de voluntad política, dada la complejidad y un número de
factores que intervienen en la educación nutricional
Fuente:
María Ninón Bencomo
(2010). Nutrición creativa y la responsabilidad en el esfuerzo creativo para
impartir educación nutricional. Salud,
Arte y Cuidado. La revista de Enfermería y Otras Ciencias de la Salud. Vol.
3. Nro.1y 2 Enero-Diciembre 2010. Págs.67-70. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3665168.
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