El sobrepeso y la obesidad (S/O) son
definidos como una acumulación anormal y excesiva de grasa que puede ser
perjudicial para la salud, y que se manifiesta por un exceso de peso y volumen
corporal.
Se estima que en el mundo un 47,1% de
los niños presenta S/O. En América Latina, la situación no es más alentadora,
siendo Chile una de las regiones más afectadas al mostrar tasas cercanas al 50%
de S/O en niños situados entre 5 y 9 años. Este aumento de la obesidad
corresponde a un hecho preocupante, debido a que aproximadamente el 70% de los
niños obesos se convierten en adultos obesos.
En el caso venezolano en un estudio del
Instituto Nacional de Nutrición (2013), la prevalencia de sobrepeso y obesidad
en niños y adolescentes entre 7 y 12 años es del 27% (Dpto. Capital, Miranda,
Delta Amacuro, Aragua, Monagas, Nueva Esparta, Trujillo y Yaracuy sobrepasan el
30% de S/O en este grupo).
La clasificación del estado nutricional
a partir del índice de masa corporal (IMC), ha demostrado ser un fuerte
predictor de mortalidad por enfermedad cardiovascular. Dentro de los
principales efectos inmediatos en niños con IMC sobre lo normal destacan
alteraciones cardiovasculares, metabólicas, psicológicas y funcionales. Estas
últimas, han sido las menos estudiadas ya que su impacto sobre el desempeño en
el sistema escolar y la participación social ha sido subestimado.
En suma a lo anterior, alteraciones en
la coordinación, equilibrio y locomoción podrían afectar negativamente el
desarrollo motor del niño, lo que limitaría su participación en actividad
física, deportes y tareas de la vida cotidiana.
Estas consecuencias funcionales podrían
perdurar a largo plazo, independientemente de si su condición nutricional se
modifica. En este contexto, resulta de interés estudiar las alteraciones que
podría generar el exceso de masa corporal sobre el equilibrio postural,
considerando que este es uno de los componentes básicos para desarrollar de
manera eficiente gestos motores funcionales.
El equilibrio corresponde a una de las
habilidades motoras básicas, fundamental para el desarrollo adecuado de tareas
de locomoción como caminar, correr y saltar. Se cree que el aumento de masa
corporal puede afectar la realización de estas tareas, lo que eleva la
predisposición a lesiones musculoesqueléticas y riesgo de caídas. En este
sentido, el método más aceptado para cuantificar el equilibrio postural,
corresponde al desplazamiento del centro de presión (CP) por medio de una
plataforma de fuerza que mide las oscilaciones posturales.
A partir del CP, se pueden obtener
registros del área, velocidad media y los componentes mediolateral y
anteroposterior de su desplazamiento. Un aumento del valor de estas variables
representa una menor capacidad de controlar las oscilaciones posturales, es
decir, un peor equilibrio.
En el presente trabajo se describen los
resultados de una investigación sobre la influencia del estado nutricional
sobre el equilibrio postural en niños entre 6 y 9 años de edad en Chile.
Para ello, se realizó un estudio descriptivo transversal
piloto con selección por conveniencia de escolares situados entre primer y
cuarto año básico de dos escuelas públicas de la ciudad de Talca, Chile. La
muestra incluyó 71 niños entre 6 y 9 años de edad que representa el 30,1% de la
población estudiada.
Se utilizaron las recomendaciones de la Sociedad
Internacional para Avances de la Cineantropometría (ISAK) para las medidas
antropométricas. El IMC se calculó dividiendo el peso corporal (kg) por la
talla al cuadrado (m2). Se clasificó a los escolares de acuerdo a su
estado nutricional (normopeso, sobrepeso y obeso), en cuanto a las desviaciones
estándar de la Organización Mundial de la Salud (normal entre -1,0 y +0,9 DE;
sobrepeso +1,0 a +1,9 DE y obesidad ≥+2,0 DE).
Los resultados revelaron que los
escolares con S/O presentan un equilibrio postural deficiente respecto a los
normopesos. Un hallazgo complementario de este estudio reportó una fuerte
correlación entre el aumento de la velocidad anteroposterior OC y el aumento
del IMC (r=0,786).
La influencia del exceso de masa
corporal sobre el control postural en niños con S/O encontrada coincide con
resultados de investigaciones previas. Sin embargo, el menor desempeño en la
prueba de equilibrio postural observada en los varones no había sido abordado
en dicha población. Se ha observado que en edades inferiores a los 11-12 años,
las mujeres tienen un mejor equilibrio que los hombres.
Se postula que los varones tienen una
maduración más tardía del sistema vestibular, lo que afecta directamente el
desarrollo del control postural. Esto explicaría la influencia del género sobre
el equilibrio en la evaluación con OC y que las correlaciones del presente
estudio sean más evidentes en el grupo de varones.
El exceso de grasa en la región
abdominal en las personas con S/O altera la geometría corporal, lo cual genera
un desplazamiento anterior del centro de masa. Esto provoca que el sistema
motor requiera un mayor torque de tobillo para controlar las oscilaciones
posturales en el plano sagital y que el riesgo de caídas aumente cuando los
sujetos están expuestos a perturbaciones.
Esta hipótesis podría explicar el
déficit del equilibrio en dirección anteroposterior observado en los escolares
con mayor IMC. Otra explicación se basa en los cambios estructurales que genera
el exceso de peso. Los niños con S/O tienen pies más planos por el desarrollo
de una almohadilla de grasa en el área del medio pie. Este cambio en el apoyo
plantar modificaría las zonas de soporte de peso del pie y, presuntamente,
generaría cambios propioceptivos a nivel plantar que alterarían el mecanismo de
control postural, aumentando las oscilaciones posturales en dirección
mediolateral.
Otros estudios señalan que los cambios
antropométricos provocados por el aumento de peso serían el factor principal en
la pérdida del equilibrio postural. Durante OC se observa la influencia del
sexo sobre el equilibrio y las correlaciones de mayor fuerza. Cuando se cierran
los ojos, existen mayores oscilaciones posturales debido a la inhibición de uno
de los sistemas sensoriales que contribuyen al control postural. Por lo tanto,
las posibilidades de mantener la estabilidad disminuyen.
Si bien el IMC ha sido catalogado como
un fuerte predictor de mortalidad por enfermedad cardiovascular, algunos
estudios señalan que para valorar el efecto del exceso de peso en el equilibrio
postural debería considerarse el porcentaje de grasa corporal.
Fuente:
Eduardo
Guzmán, Pablo Valdés, Yeny Concha, Guillermo Méndez y Sergio Sazo (2017). Influencia
del estado nutricional sobre el equilibrio postural en niños: un estudio piloto.
Revista Española de Nutrición Humana y
Dietética. Rev Esp Nutr Hum Diet.
21(1): 49 – 54. http://renhyd.org/index.php/renhyd/article/view/297
Instituto
Nacional de Nutrición (2013). Sobrepeso y
Obesidad en Venezuela. (Prevalencia y factores condicionantes). Ediciones
Gente de Maíz. INN. Caracas.
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