El 20 de Noviembre se celebró el
aniversario de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño en Evora
(Portugal), en el marco del IV Congreso Internacional de la Asociación
Iberoamericana de Medicina y Salud Escolar y Universitaria para estudiar la
situación de los derechos de los escolares y jóvenes en las Regiones de nuestra
organización: Europa, América del Norte, América Central y Caribe, y América
del Sur, con la participación de más de trescientos miembros: académicos,
profesionales de los campos de la salud, la educación, las ciencias jurídico-sociales
y del comportamiento.
La convivencia y participación en el
estudio sistemático de los avances en materia de derechos de los escolares y
jóvenes, nos permitió reflexionar sobre lo que nos queda por alcanzar en la “En
los Objetivos para la Desarrollo del Milenio”.
La CDN se aprobó el 20
de noviembre de 1989. Desde entonces, millones de niños han nacido y crecido
con sus derechos reconocidos y amparados en este documento ratificado casi universalmente
y que constituye la base del trabajo de nuestra Asociación Iberoamericana.
La Convención cambió
para siempre la manera en que el mundo mira a la infancia. Con la aprobación
por unanimidad de este tratado en la Asamblea General de las Naciones Unidas,
los niños dejaron de ser objeto de mera protección para pasar a ser sujetos de
pleno derecho.
La Convención tiene 54
artículos que reconocen que todos los menores de 18 años tienen derecho al
pleno desarrollo físico, mental y social y a expresar libremente sus opiniones.
Pero además, la Convención es también un modelo para la salud, la supervivencia
y el progreso de toda la sociedad.
Para los niños, niñas y jóvenes -y
en especial para los grupos excluidos o minoritarios- esto significa a menudo
vivir en situaciones de pobreza, sin hogar, sin acceso a la educación, en situaciones
de abandono, afectados por enfermedades prevenibles, etc.
“En pleno siglo XXI, es intolerable
que 8,1 millones de niños mueran por causas evitables, que millones de niños sean
reclutados por los ejércitos y las guerrillas, que haya 200 millones de niños
que no vayan a la escuela. Hoy tenemos los medios para evitar todo eso y
conseguir que la Convención sobre los Derechos del Niño sea una realidad.
Es un instrumento único para hacer
realidad los derechos fundamentales del niño que se incluyen en ella. Por ello,
pedimos un renovado esfuerzo a los Gobiernos y la sociedad civil para conseguir
garantizar la supervivencia, el desarrollo y la protección de los escolares y
jóvenes.
Qué cambia la convención en la vida de los
niños y niñas
Los derechos contenidos
en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), no son todos de aplicación inmediata, muchos necesitan de un proceso,
más o menos complicado dependiendo del país en el que se produzca, que permita
que estos derechos sean efectivos y contribuyan a mejorar la vida de los niños,
niñas y adolescentes de todo el mundo.
Aunque todavía quedan
muchas tareas pendientes, estos 23 años han sido plazo suficiente para que
hayan cambiado cosas importantes en la vida de niños y niñas en diferentes
ámbitos, por ejemplo:
En la familia
La aplicación CDN supone
que el castigo físico, cruel o
degradante a los niños está siendo considerado ilegal en las leyes de cada vez
más países, no sólo en la escuela sino también dentro de las
familias. En diversos países de Iberoamérica, se ha modificado el Código Civil
para que no contemple la posibilidad de que los niños y niñas puedan ser
golpeados por sus padres.
Hasta el momento 14
países del mundo han prohibido expresamente el castigo físico en dentro de la familia,
12 de ellos después de haber firmado la Convención.
En la escuela
La Convención compromete
a los gobiernos a impartir educación obligatoria y gratuita a todos los niños y
niñas, al menos en la enseñanza primaria. La escuela no
es sólo una herramienta fundamental para el desarrollo físico e intelectual de
los niños, sino que los protege del trabajo infantil y otras formas de
explotación, y les mantiene en un entorno seguro.
En muchos de nuestros
países se ha ampliado la edad de escolarización obligatoria hasta los 16 años y
se ha extendido la educación gratuita a los niños entre 3 y 6 años. Actualmente
el 86% de los niños y niñas en edad escolar en el mundo está matriculado, este
porcentaje está aumentando progresivamente en los últimos años, pero todavía
quedan más de 115 millones de niños y niñas, sobre todo niñas, que no asisten a
la escuela. Esto constituye una reflexión sobre la situación que ocurre en
nuestro país.
En la sociedad
En el caso de que las
familias no sean capaces de cuidar y proteger a sus hijos, o que no dispongan
de los medios para hacerlo, los
gobiernos tendrán la responsabilidad de ayudarlas o de ocuparse de los niños
buscándoles una familia de adopción o acogimiento, o una institución
adecuada.
Las leyes de Protección
Jurídica del Menor establecen, entre otras cosas, los procedimientos para que
estos procesos se hagan siempre teniendo en cuenta, en primer lugar, el interés del niño o niña que
va a ser acogido o adoptado. Estas leyes también comprometen a todos los
ciudadanos y ciudadanas en la protección de los niños y niñas y la defensa de
los derechos de la Convención.
Fuente:
Antonio Sáez Crespo, Miguel Fuentes Rodríguez,
Ricardo Becerro de Bengoa, Marta Losa Iglesias. (Editores. 2012). Los derechos de los escolares y los jóvenes
a la salud. 4to Forum de Salud. Asociación Española de Medicina y Salud Escolar y Universitaria.
Es de gran importancia, ya que, el 20 de noviembre se celebra el aniversario de la aprobación de la Convención de los derechos del Niño en Evora (Portugal), el mismo estudia la situación de los derechos del niño en el mundo: Europa, América del Norte, América Central, Caribe y América del Sur, donde participan más de trescientos miembros profesionales de los campos de la salud , la educación, entre otros. Se han realizado estudios sistemáticos en los escolares y jóvenes, los cuales han dado como resultado el logro de los Objetivos para el Desarrollo del Milenio. La Convención tiene 54 artículos lo cuales reconocen que todos los menores de 18 años tienen el derecho al desarrollo físico, social y mental y es expresar libremente sus opiniones. En el siglo XXI es intolerable más de 8, 1 millones de niños mueren por una causa evitable y otros niños fueron reclutados por las leyes, más de 200 niños no van a la escuela, por ende, esta convención es de gran importancia para el cambio de vida en los infantes maltratados, olvidados o humillados. La Convención compromete a los gobiernos a que la educación sea obligatoria y gratuita para los niños y niñas, la educación no es solo para el desarrollo físico e intelectual sino para quien los protege para el trabajo infantil.
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