Desde el 28 de
enero de 2020, MiradorSalud empezó a informar acerca de la alerta
mundial por el nuevo coronavirus causante de un brote epidémico en China,
por el cual, el 30 de enero, la OMS lo declaró “Emergencia de salud
pública de preocupación internacional (PHEIC por sus siglas en inglés)”.
Debido a su rápido avance, el 11 de marzo de 2020 fue declarado como una
pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta el presente.
La OMS realiza
actualizaciones continuas sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19.
Según datos de la Universidad Johns Hopkins hay cerca de 3.193.961 casos confirmados (entre al link pues los datos cambian
diariamente https://coronavirus.jhu.edu/#covid-19-basics) a lo largo de 185
países o territorios en el mundo. Una emergencia epidemiológica que demuestra
cuán vulnerable puede llegar a ser el ser humano a estos “enemigos invisibles”
del mundo microscópico.
La información
científica actual indica que ni los alimentos, ni los nutrientes, ni los
suplementos pueden prevenir la infección por SARS-CoV-2; la clave de la
prevención está en cada uno de nosotros, en el correcto lavado de manos, seguir
el distanciamiento social y quedarse en casa. No obstante ¿es todo esto una
razón para descuidar la alimentación? La respuesta es un contundente NO, porque
una dieta saludable es fundamental para mantener una función inmune adecuada.
El estado nutricional
parece un factor relevante que influye en el resultado de los pacientes con
COVID-19, pero hasta ahora no ha surgido mucha información sobre el impacto del
soporte nutricional temprano en estos pacientes. Se conoce muy bien que las
personas con un estado nutricional óptimo, que mantienen un equilibrio adecuado
entre macronutrientes (proteínas, lípidos y carbohidratos), muestran una menor
probabilidad de desarrollar una etapa grave de esta enfermedad. Por estas
razones, la nutrición y los hábitos saludables de alimentación juegan un papel
prioritario en este momento.
Grupos
vulnerables
Según los datos
epidemiológicos aportados por China, Europa y Estados Unidos, los grupos que
tienen mayor riesgo de presentar una fase grave de la infección por coronavirus son
los adultos mayores, los que tienen una enfermedad de base como
hipertensión, diabetes, cáncer u obesidad, así como los que presentan
malnutrición por déficit.
Los adultos mayores
tienen cambios fisiológicos, sociales y económicos que pueden comprometer el
estado nutricional. La edad avanzada se asocia con un estado nutricional
deteriorado y sarcopenia (pérdida de la masa muscular), tienden a moverse menos
y a disminuir la regulación del sistema inmune, es por ello que cuentan con
este elevado riesgo.
En un estudio en
pacientes de edad avanzada con COVID-19, en Wuhan, la prevalencia de
desnutrición fue alta; de un total de 182 pacientes incluidos en el estudio, el
27.5% estaban en el grupo con riesgo de desnutrición y el 52.7% estaban en el
grupo de desnutrición, concluyéndose que el apoyo nutricional debe fortalecerse
durante el tratamiento.
El estado
nutricional parece un factor relevante que influye en el resultado de los
pacientes con COVID-19, pero hasta ahora no ha surgido mucha información sobre
el impacto del soporte nutricional temprano en pacientes con COVID-19 antes de
la UCI. Se ha publicado un protocolo pragmático para la
administración de terapia nutricional en pacientes pre-UCI con COVID-19.
Adicionalmente, la
desnutrición también puede elevar el riesgo de contagio. Está bien establecido
que las deficiencias clínicas de micronutrientes afectan
negativamente al sistema inmunitario, predisponen a las personas a las
infecciones y aumentan el riesgo de morbi-mortalidad asociadas con enfermedades.
Frutas y
hortalizas fortalecen inmunidad
La alimentación
tiene un rol fundamental en el sistema inmune ya que una ingesta adecuada en
cantidad, calidad y variedad puede modular nuestro sistema de defensa y su
respuesta ante los agentes infecciosos externos como virus o bacterias. Muchos
estudios alrededor del mundo afirman que comer una cantidad adecuada de FyH,
como fuente de vitaminas, minerales y compuestos bioactivos con función
antioxidante, es una recomendación nutricional muy importante porque pueden
mejorar la función inmune.
Se ha establecido
que el sistema inmunitario necesita múltiples micronutrientes y otras
sustancias bioactivas, incluidas las vitaminas A, D, C, E, B6 y B12, ácido
fólico, zinc, hierro, selenio, magnesio y cobre, betacaroteno, polifenoles y
flavonoides, así como ácidos grasos omega-3 (ácido eicosapentaenoico y ácido
docosahexaenoico), que desempeñan funciones vitales, a menudo sinérgicas, en
cada etapa de la respuesta inmune.
El papel que juega
la nutrición en el apoyo al sistema inmune está bien establecido. Una gran
cantidad de datos mecanicistas y clínicos muestran que las vitaminas, los
oligoelementos y los ácidos grasos omega-3, juegan un papel importante y
complementario en el apoyo al sistema inmunitario. La ingesta y el estado
inadecuado de estos nutrientes en el organismo están lamentablemente muy
extendidos, lo que lleva a una disminución de la resistencia a las infecciones
y, como consecuencia, un aumento de la carga de las enfermedades.
Es por ello que,
garantizar el consumo de al menos 3 raciones de frutas y 2 de hortalizas al día
(5 al día), es una recomendación ampliamente difundida en las guías de
alimentación y nutrición saludable ante la pandemia del COVID-19. La primera
recomendación nutricional de OMS para el COVID-19 establece que se deben
comer alimentos frescos y poco procesados cada día, recomendando el consumo de
5 raciones de frutas y hortalizas (FyH). La FAO, en su primera
directriz recomienda fortalecer el sistema inmunológico a través de la
alimentación sana y consciente que evite el desperdicio, con las FyH ocupando
los primeros lugares de estas directrices nutricionales.
Las
“Recomendaciones de alimentación y nutrición para la población española ante la
crisis sanitaria del COVID-19” también incluyen a las frutas y hortalizas como
parte de una alimentación saludable tanto para pacientes sanos como para aquellos
con sintomatología leve en domicilio, destacando que, en cuanto al tipo de
frutas y hortalizas, todas son bienvenidas sin excepción, prefiriendo las
frescas, de temporada y si es posible, de proximidad.
En Latinoamérica
destacan los documentos consensos del Comité Internacional para la
Elaboración de Consensos y Estandarización en
Nutriología (CIENUT), los profesionales de México
, la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica, quienes también
promueven de forma explícita el consumo de 5 raciones de FyH cada día como una
estrategia nutricional fundamental para afrontar esta pandemia.
Igualmente, el INCAP (Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá).
¿Y a qué se debe el
papel protagónico de las FyH? A su aporte nutricional, y es que resulta que la
mayoría de los micronutrientes que necesita el sistema inmune, se encuentran en
las FyH que nos brinda la naturaleza. A modo de ejemplo:
El betacaroteno se
puede encontrar en la zanahoria, la papaya, el mango, las batatas y las
hortalizas de hoja verde; tiene la ventaja que en nuestro organismo se puede
transformar en vitamina A. La vitamina C tiene un papel demostrado en la reducción
del riesgo, la gravedad y la duración de las infecciones del tracto
respiratorio superior e inferior, por lo que los requerimientos de vitamina C
aumentan durante la infección.
La ingesta diaria
recomendada es de 40-60 mg al día, pero algunos investigadores sugieren una
ingesta de 1-2 g durante las infecciones.
Las fuentes
naturales de vitamina C incluyen guayaba, pimientos rojos, naranjas, fresas,
brócoli, mangos, limones y la mayoría de las FyH. Además, las FyH, así como las
hierbas y especias aportan un alto contenido de polifenoles como los
flavonoides que podría reducir la capacidad del SARS-CoV2 para infectar las
células y por ende, la severidad de la infección por COVID-19, tal como lo
afirma un estudio reciente de la Universidad de Era en India.
Recomendaciones
a la práctica
Lo anterior indica
las razones por las cuales debes consumir más frutas y hortalizas, por lo que
quizás ahora te preguntes: – y bueno… ¿Cómo lo hago? Compartimos el video
de FAO con recomendaciones y tips para que incluyas más frutas y hortalizas en
tu dieta, desde el momento de compra hasta su consumo.
La invitación es a
reforzar tu sistema inmune consumiendo más frutas y hortalizas al día, sin
olvidar el resto de las recomendaciones básicas que conforman un estilo de vida
saludable como realizar o mantener la rutina de ejercicios en casa, incorporar
todos los grupos de alimentos en tu plato, evitar las emociones negativas,
disfrutar del tiempo en familia y dormir adecuadamente.
Este periodo de
confinamiento está aquí para hacernos más humanos, solidarios, y crecer
espiritualmente, respetando al planeta y sus seres vivos, que son nuestro
prójimo, tomando consciencia que quizás somos muy afortunados si podemos
alimentarnos de esta manera que recomiendan las guías mundiales, pues hay
muchos venezolanos y personas en todo el mundo que sufren de hambre, y por lo
tanto, son muy pobres para acceder a una alimentación saludable. Esto, en medio
de este trance de la pandemia de COVID-19 se ha exacerbado. Pensemos en ellos y
veamos cómo podemos ayudarnos.
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