La
desnutrición en los primeros años de vida podría afectar el crecimiento del
individuo, pero es posible lograr posteriormente, una mejoría en la adecuación
de la talla, a través de una buena alimentación, ya que el niño continúa
creciendo hasta los 18 años. Hay, sin embargo, una notable excepción que es el
cerebro y, en general, todo el sistema nervioso.
Stoch
y Smythe, fueron los primeros en formular la hipótesis relativa a que la
desnutrición durante los primeros dos años de vida, podría inhibir el crecimiento
del cerebro y esto produciría una reducción permanente de su tamaño y un bajo
desarrollo intelectual; los primeros dos años de vida no sólo corresponden al
período de máximo crecimiento del cerebro, sino que al final del primer año de
vida, se alcanza el 70% del peso del cerebro adulto, constituyendo también,
casi el período total de crecimiento de este órgano.
La
malnutrición acaecida a edad temprana reduce la tasa de división celular en el
cerebro, reduciendo la mielinización, observándose una estrecha correlación
entre la circunferencia craneana y el crecimiento cerebral. Más aún, se ha
descrito que la malnutrición provocaría una disminución de la capacidad
intelectual, en donde las condiciones nutricionales y ambientales son
inseparables. La malnutrición afectaría no sólo el período de crecimiento
cerebral, sino que también afecta los tempranos procesos organizacionales,
tales como neurogénesis, migración celular y diferenciación.
Expertos en desarrollo infantil
afirman que existe una necesidad urgente que los programas preescolares sean
diseñados de manera que se enfoquen en dar un mayor impulso a la capacidad cerebral del niño
"Existe un calendario en el
desarrollo del cerebro y el año más importante es el primero; en los primeros
años un niño que haya sido descuidado o maltratado lleva la marca de ello, sino
indeleble, por lo menos extremadamente difícil de borrar".
Es interesante destacar la
importancia de los factores de riesgo, biológicos y sociales sobre el
desarrollo infantil; bajo peso de nacimiento, malnutrición, bajo nivel
educacional y/o problemas psiquiátricos de los padres, son algunos de los
factores de riesgo que se relacionan con el desarrollo psicológico infantil.
Tales factores de riesgo no ocurren en forma aislada; a medida que se combina
un mayor número de ellos aumenta la probabilidad de un menor rendimiento
cognitivo.
Estudios
efectuados en escolares Chilenos pobres que egresaban de enseñanza media, han
cuantificado el impacto de la desnutrición severa acaecida durante el primer
año de vida, en el desarrollo cerebral medido por resonancia magnética por
imágenes (RMI), en el coeficiente intelectual (CI) medido por el test de
Weschler-R, el cual correlacionó alta y significativamente con el Test de
Matrices Progresivas de Raven validado para la población Chilena (r=0.91 p<
0.0001) y en el rendimiento escolar, determinado a través de una batería de
pruebas de castellano y matemáticas, las cuales fueron sometidas a adecuadas
pruebas estadísticas para su confiabilidad y validez.
Los
resultados mostraron que los escolares que sufrieron de desnutrición
presentaron un volumen encefálico de aproximadamente 200cc y 100cc menor, en
comparación con el de los escolares no desnutridos, tanto en el sexo masculino,
como femenino, respectivamente.
Por otra parte, el Coeficiente
Intelectual (CI), de los escolares desnutridos era de 25 puntos más bajo y su
rendimiento escolar equivalente a la tercera parte, del que presentaron los
escolares no desnutridos. Con relación al rendimiento en la prueba de aptitud
académica (PAA), requisito indispensable para el ingreso a la educación
superior, los escolares que sufrieron de desnutrición obtuvieron un puntaje
significativamente menor (379 puntos), en comparación con el que registraron
los escolares no desnutridos (589 puntos); los puntajes inferiores a 450 puntos
inhabilitan al estudiante para postular a la educación superior.
Estos
resultados ponen de manifiesto el negativo impacto que ejerce la desnutrición
acaecida a edad temprana, en el desarrollo del cerebro, en el CI y en el
rendimiento escolar. La desnutrición severa en el primer año de vida
correlacionó positiva y significativamente con el nivel de escolaridad de la
madre, CI del escolar, rendimiento escolar, nivel socioeconómico, puntaje en la PAA , peso de nacimiento,
circunferencia craneana y volumen encefálico.
Los
primeros modelos de malnutrición consideraban deficiencias cognitivas sólo como
resultado de daño cerebral. Actualmente, se ha señalado que la malnutrición
altera el desarrollo intelectual por interferencia con salud, niveles de
energía, tasas de desarrollo motor y crecimiento; en suma, el bajo nivel
económico puede exacerbar todos estos factores ya que se pone especial énfasis
no sólo en los efectos de la desnutrición acaecida a edad temprana sobre la
problemática planteada, sino en el impacto de la malnutrición crónica que
afecta a un porcentaje importante de los niños pertenecientes a los sectores
más deprimidos o privados de nuestra sociedad.
No
obstante, los factores ambientales muchas veces son difíciles de cambiar,
especialmente las condiciones socioeconómicas y socioculturales adversas para
amplios sectores de los países en vías de desarrollo, los cuales muchas veces
permanecen y se prolongan en el tiempo, trayendo como consecuencia, en los
niños, situaciones de malnutrición crónica que se prolongan en el tiempo.
De
allí es que los efectos a largo plazo de la desnutrición se traducirían en
menor desarrollo cerebral, circunferencia craneana, CI y rendimiento escolar,
variables estrechamente interrelacionadas. Sin embargo, se necesitaría mayor
investigación al respecto, para establecer si las interrelaciones que se
producen son directamente del tipo causa-efecto, debido a que se establecen
complejas interacciones entre las variables estudiadas, las cuales se ven
profundamente afectadas por los factores del ambiente.
Consecuencias para el sector educacional
El impacto del estado nutricional
en el desarrollo cerebral, inteligencia y rendimiento escolar, en el marco de
un enfoque multifactorial fue estudiado recientemente en escolares Chilenos que
egresan de la educación media, cuyo promedio de edad era de 17.5 ± 0.8 años y
en donde los procesos de crecimiento físico e intelectual están ya
consolidados. Los resultados mostraron que el rendimiento escolar está
condicionado significativamente por factores genéticos y ambientales, como el
CI del alumno, el CI de la madre, el CI del padre, el peso de nacimiento, la
talla de nacimiento, la desnutrición acaecida en el primer año de vida y el
volumen encefálico, pero el CI del alumno es la variable que mayormente
contribuye a explicar la varianza del rendimiento escolar en ambos sexos.
Por
las consideraciones señaladas, es de las más alta relevancia para la educación,
poder analizar las interacciones entre estado nutricional, desarrollo cerebral,
inteligencia y rendimiento escolar, considerando que los problemas
nutricionales afectan a todos los estratos socioeconómicos, en especial, a los
sectores más deprimidos de nuestra sociedad, los cuales han estado sometidos a
condiciones de subalimentación crónica.
Las condiciones de malnutrición y
variables asociadas limitan seriamente la capacidad productiva e intelectual de
los pueblos. Este hecho es especialmente relevante en los países del tercer
mundo, en donde el crecimiento económico se ve afectado seriamente, debido a
las limitaciones de los sectores sociales que presentan adversas condiciones
socioeconómicas, socioculturales, familiares, intelectuales y nutricionales y
que, en el presente, no satisfacen sus necesidades básicas, presentando a la
vez, una historia de pobreza muy negativa, con el consecuente detrimento de la
calidad de vida.
Considerando que la educación es
la principal herramienta, mediante la cual se puede mejora la calidad de vida
de los pueblos y, que en términos absolutos el número de desnutridos ha
aumentado en el mundo, es de la más alta relevancia para la educación analizar
los efectos a largo plazo de la desnutrición acaecida a edad temprana.
Por esta razón, es necesaria la
realización de investigaciones que contemplen un enfoque global del proceso
educativo, para cuantificar el real impacto de la situación alimentaria y
nutricional del educando, especialmente de la historia nutricional, en la
productividad del sistema educacional.
Fuente:
Boris Leiva Plaza, Nelida Inzunza Brito, Hernán Pérez
Torrejón, Verónica Castro Gloor, Joan Manuel Jansana Medina, Triana Toro Díaz,
Atilio Almagiá Flores, Arturo Navarro Díaz, María Soledad Urrutia Cáceres, Jorge Cervilla Oltremari, Daniza
Ivanovic Marincovich (2001). Algunas consideraciones sobre el impacto de la
desnutrición en el desarrollo cerebral, inteligencia y rendimiento escolar. ALAN v.51 n.1 supl.51 Caracas mar. 2001.
Que importante es la nutrición en los primeros años de vida, de eso depende el rendimiento escolar y el buen aprendizaje en los alumnos que están iniciando su escolaridad. Niurka Echeverría
ResponderBorrarMuy cierto! Gran aporte que de conocimiento que nos da este blog. Es importante estar al tanto de la nutricion de niño y con ello su crecimiento. Aryan Bolívar.
ResponderBorrarDiversos estudios confirman que la desnutrición en los primeros años de vida afecta el crecimiento del cerebro y el desarrollo intelectual. Un alto porcentaje de los escolares que obtienen muy bajo rendimiento escolar presentan circunferencia craneana subóptima (indicador antropométrico de la historia nutricional y del desarrollo cerebral) y también, menor volumen encefálico. Por otra parte, se ha constatado una correlación directa y significativa entre el coeficiente intelectual, medido mediante test de inteligencia (Weschler-R, o el Test de Matrices Progresivas de Raven) y el tamaño cerebral de los alumnos medido a través de resonancia magnética por imágenes (RMI); de la misma forma, se ha verificado que la inteligencia es uno de los parámetros que mejor predice el rendimiento escolar. Considerando que la educación es la palanca de cambio mediante la cual se mejora la calida de vida de los pueblos y, que en términos absolutos el número de desnutridos ha aumentado en el mundo, es de la más alta relevancia para la educación analizar los efectos a largo plazo de la desnutrición acaecida a edad temprana. Las investigaciones relativas a determinar las interrelaciones entre estado nutricional, desarrollo cerebral, inteligencia y rendimiento escolar son fundamentales de llevar a cabo, especialmente en la edad escolar, ya que los problemas nutricionales afectan especialmente a los estratos socioeconómicos más deprivados de nuestra sociedad, con consecuencias negativas para el desarrollo económico; en la edad escolar, esto se traduce en altos índices de deserción escolar, problemas de aprendizaje y bajo ingreso a la educación superior. Esto limita el desarrollo de los pueblos, por lo cual un claro beneficio económico se lograría incrementando la productividad del adulto, a través de políticas gubernamentales exitosas que prevengan la desnutrición infantil. Yuvelis Sosa
ResponderBorrar