Las recientes propiedades encontradas
en el café como bebida, vuelven a originar comentarios favorables en los medios
científicos. Nuestro país es un productor de café de buena calidad. Un alto
porcentaje de venezolanos toman café, en promedio 3,4 tazas por día. En América Latina,
los mayores consumidores de café son República Dominicana, Costa Rica,
Guatemala, Venezuela y Colombia.
La producción de café en
Venezuela para el año 2017, se ubicó en 3 millones 230 mil 586 quintales al año, según lo informado el
ministro de Producción Agrícola y
Tierras, Wilman Castro Soteldo, por lo cual se calcula que el promedio de consumo
es de 2,4 kilos por persona de
forma anual, mientras que el rubro en granos alcanza los dos millones y medio.
De acuerdo a estadísticas oficiales, Lara es el
primer estado con mayor producción anual en el país, le sigue Portuguesa,
y en tercer lugar el estado Táchira. A estas regiones se suman Monagas, Mérida y Trujillo. En esta
producción existe una cualificación de nuestro café en cinco grandes renglones excelso, gourmet, premium, corriente y para
cafetería.
Su principio activo es la cafeína, un alcaloide del grupo de las
xantinas con múltiples acciones benéficas: mejora la atención y concentración
del individuo. Incrementa el nivel de alerta y reduce la sensación de fatiga
mental y física. Disminuye la incidencia de la diabetes y de enfermedades
hepáticas. Consigue retardar la aparición del Alzheimer. Mejora el asma, alivia
la migraña, aumenta la frecuencia y contractilidad cardiaca y el volumen de
orina. También, en una taza de café, podemos encontrar vitamina B3, magnesio y potasio.
El exceso es perjudicial para la
función mental, el sueño, aparatos digestivo y cardiovascular. Los hijos de
madres consumidoras de café suelen nacer desnutridos. En niños, se debe
restringir las bebidas cola y energizantes por el alto contenido de xantinas
(una botella = cuatro tazas de café). Por lo anterior se desaconseja en
personas con enfermedades digestivas, del corazón, insomnio, estrés, epilepsia
y ansiedad.
Pero el punto central de esta reflexión
gira alrededor de dos trabajos de investigación publicados el pasado 17 de
julio de 2017 en la acreditada revista Annals
of Internal Medicine bajo el título: “El mayor consumo de café está
asociado con menor riesgo de muerte”, hipótesis inexplorada por la ciencia médica
y comprobada mediante estos dos serios estudios en un seguimiento durante 16
años, concluyéndose que el efecto de su ingesta podría ser sustancial en salud
pública, incluso si es en poca cantidad.
Una de estas investigaciones,
desarrollada por Gunter y colaboradores examinaron en una cohorte, la
asociación de la toma de café con la mortalidad general y por causas
específicas en 451.743 adultos de 10 países europeos.
“Los resultados sugieren que los
niveles de consumo de café están asociados con un menor riesgo de muerte
específicamente por enfermedades digestivas y circulatorias”. Los hombres
tomadores de tres o más tazas de café al día tuvieron una mortalidad general
12% inferior a la de aquellos que no lo bebían. Las mujeres tuvieron una
mortalidad 7% menor.
En términos de mortalidad por causa
específica, los hombres que tomaban café tuvieron un riesgo 59% menor de
mortalidad por enfermedades digestivas, frente a quienes no lo bebieron. Las
mujeres tuvieron una reducción de 40% y el beneficio fue particularmente grande
para el riesgo de muerte por enfermedad cerebrovascular. Sin embargo, los
autores también observaron un aumento en la aparición de cáncer de ovario.
Park, investigador radicado en
EEUU, realizó otro estudio en 185.855 habitantes americanos, afros y
extranjeros. También informaron de una mayor ingesta de café asociada a un
menor riesgo de muerte por cualquier causa, así como por enfermedad cardíaca,
cáncer, enfermedad respiratoria, accidente cerebrovascular, diabetes y
enfermedad renal.
Guallar, editorialista, concluye que el
hallazgo de estos dos estudios contribuye a la generalización de catalogar al
café como reductor del riesgo de mortalidad. Es prematuro hablar de la
prevención eficaz de las enfermedades crónicas. Los beneficios en mortalidad
del café pueden depender de otros componentes distintos de la cafeína. La
ingesta moderada de tres a cinco tazas o 400 mg/día de cafeína, no está
asociada con efectos adversos para la salud en adultos.
Tipos
de café en Venezuela
Cerrero. Muy
concentrado y sin ningún endulzante, por lo general se usa hasta el doble de la
cantidad de café necesaria para hacer un “negro”, aunque se sirve la misma
cantidad de líquido, es normal que se deje reposar un poco la manga con café
dentro del líquido, esto produce un aumento de concentración de cafeína en la
decocción, lo que le proporciona un sabor muy amargo. Suele usarse este café
para despertar luego de dormir demasiado, mantenerse despierto ante un sueño
agobiante o para pasar la “resaca” de un exceso en el consumo de alcohol (la
cafeína mantendrá a la persona más alerta y reducirá el dolor de cabeza
pertinente).
Negro o negro corto. También es conocido cariñosamente como negrito; es un grave error
hacerle equivalencia con el espresso de los italianos, porque no lleva la
espuma que lo caracteriza. Es fuerte, pero endulzado y generalmente servido en
cantidades mínimas. Es el café patrón para realizar las demás preparaciones y
mezclas. Suele ser el café utilizado para comenzar la jornada diaria del
campesino y llanero venezolano, durante una parada de trabajo en la oficina o
para las visitas en las casas modestas ya que puede ser "estirado" hasta un
guayoyo, disimulando la carencia económica en el hogar (es una bondad que no se
puede hacer con el café cuando está ligado con leche).
Envenenado. Es un negro con licor, casi siempre ron o brandy, aunque no se
escapa la experimentación con otros tipos de bebidas alcohólicas de alto grado.
Es el café que usan los grupos de personas en juegos, reuniones nocturnas o buenas conversas.
Guayoyo. Es
un negro menos fuerte y más claro, hay hasta tres maneras de hacerlo:
reduciendo hasta la mitad la cantidad de café y manteniendo la misma cantidad
de agua para hacer un negro, añadiendo agua caliente a un negro elaborado aún
caliente con el fin de “estirarlo” para poder ofrecerle café a alguna visita
inesperada, o pasando otra vez agua hirviendo por una manga con café colado
reciente. Dada la suavidad de la decocción no suele endulzarse tanto como a un
negro.
Guarapo. Es
un negro endulzado con refresco de papelón o por un trozo del mismo disuelto en
el café. Es prácticamente desconocido en los núcleos urbanos de Venezuela,
debido a la preeminencia del azúcar en la mesa de los mismos.
Marrón. El
marrón es una mezcla casi misteriosa, ya que la gente lo confunde con el café
con leche, los extranjeros lo reconocerían así, pero en Venezuela la proporción
de líquidos es mitad leche y mitad café. Es el patrón para la elaboración de
mezclas de café y leche. No puede confundirse con un cappuccino italiano,
porque el marrón no debe llevar espuma.
Marrón oscuro. Tomando como referencia las proporciones del marrón, el marrón
oscuro tiene más café que leche (el café puede ser entre el 70 y 80% de
proporción respecto al líquido), cuando se habla de un marrón fuerte es un marrón que no alcance las proporciones del
marrón oscuro.
Marrón claro. Tomando como referencia las proporciones del marrón, el marrón
claro tiene más leche que café (la leche puede ser entre el 60 y 70% de
proporción respecto al líquido), algunas veces puede rayar y confundirse con un
café con leche cuando se habla de un marrón suave es un marrón que no alcance
las proporciones del marrón claro.
Café con leche. El café de nuestra infancia, el primero que se suministra a los
venezolanos como parte del desayuno. La proporción de leche suele ser más del
70% del líquido pero sin llegar a un 85%. Se puede confundir con un marrón
claro.
Tetero. Es
leche apenas un toque de café, la proporción de café no supera el 10% del
líquido.
Cortado. Es
un negro con un toque de leche que “corta” la superficie del café y deja marca.
A la luz de la información que nos ofrecen las
investigaciones científicas, no parece existir una excusa más poderosa para
realizar una pausa y tomar un café en compañía de amigos, familiares o
compañeros de trabajo que la mejora de la salud propia. Todo sea por el
bienestar.
Fuente
Jaime
Bonilla Medina (2017). Los beneficios del consumo del café. Revista de la Facultad de Ciencias de la
Salud. Universidad del Cauca. 19(2). Julio a diciembre 2017. P.47-49.Colombia.
Ministerio
del Poder Popular para la Comunicación e Información (2017, 24,04) “Producción
de café venezolano se ubica en más de 3 millones de quintales al año”
disponible: http://minci.gob.ve/2017/04/produccion-cafe-venezolano-se-ubica-mas-3-millones-quintales-anuales/
me parece interesante artículo ya que debemos tener en cuenta que nuestro país tiene una gran fabricación de café, y todos debemos tener en cuenta que las cosas tienen efectos positivos pero también negativas cuando se consumen en exceso y sin un control.
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