Aunque sólo en
los últimos años la violencia doméstica (familiar) y la nutrición en la niñez
hayan alcanzado evidencia en la comunidad científica, desde la década de los
60, estudios acerca de esta relación han sido esbozados.
En esa época
los estudios indicaban la posible asociación entre abuso al niño e inadecuado
aumento de peso y crecimiento en la niñez, abordando fallo de crecimiento y
enanismo.
Actualmente,
investigaciones muestran que la violencia de pareja íntima (VPI) se asocia al
déficit nutricional, al bajo peso al nacer, al sobrepeso en preescolares y a la
interrupción temprana de la lactancia.
Todavía, la
literatura sobre el tema sigue escasa y los resultados de las investigaciones
son contradictorios, especialmente, los que explotan la relación entre VPI y
prácticas de alimentación infantil.
De los
artículos revisados, ocho encontraron menor probabilidad de intención de
amamantar, de iniciación a la lactancia materna y de lactancia exclusiva
durante los primeros seis meses del niño entre mujeres que vivían en domicilios
donde la violencia estaba presente. Se concluyó que la VPI se relaciona con las
prácticas inadecuadas de lactancia materna de niños entre dos días y seis meses
de vida, señalando que las próximas investigaciones investiguen también alimentación
complementaria y alimentación en la niñez.
En un estudio
seccional con 244 niños que acudieron a cuatro unidades de salud de Río de
Janeiro (Brasil) para acompañamiento del crecimiento. Las prácticas
alimentarias se midieron por medio de recordatorio de 24 horas y el resultado
fue la PILME, definida como el consumo de otro líquido o alimento que no es la
leche materna. Los resultados de ese estudio muestran que, incluso después del
ajuste por paridad, edad y escolaridad materna, trabajo actual, condiciones
ambientales de vivienda y red social, la VPI aumentó casi cuatro veces la
probabilidad de la PILME, cuando recurrente en las relaciones.
En familias
donde la violencia contra mujeres fue recurrente, ellas ya habían interrumpido
la Lactancia Materna Exclusiva (LME). Estos resultados refuerzan la importancia
del desarrollo de acciones que logren identificar situaciones de violencia
familiar, proporcionando ayuda a las familias, y que incentiven, además de la
LME, estilos de vida saludables y armoniosos.
El reto fue
investigar la relación de la violencia física por parejas íntimas (VFPI) y la
alimentación complementaria de niños en el primer año de vida. El método
implementado fue un estudio transversal con madres de niños entre doce y quince
meses de edad, que asistieron a cuatro Unidades de Salud del municipio de Río
de Janeiro. Se obtuvo la oferta de Alimentación Complementaria a partir del
Recordatorio de 24 horas con preguntas cerradas y se categorizó como
Alimentación Complementaria Mínima con Leche Materna (ACM-LM) cuando el niño
recibía de la familia comida o sopa de legumbres y leche materna. Los
resultados muestran que se asoció significativamente la VFPI a la no oferta de
ACM-LM.
Por lo tanto
se deben indicar acciones de promoción y prevención que incorporen la violencia
en la familia como un factor más asociado a la inadecuada introducción de
alimentos, a la lactancia materna continuada y a las elecciones alimentarias de
la familia.
Fuente: María Helena Hasselmann, Ana Cristina Lindsay,
Raquel de Souza Mezzavilla, Marina de Figueiredo Ferreira, Gabriela Vianna ,
Cintia Curioni (2019). Violencia
de pareja íntima y alimentación en la niñez. Disponible:
La violencia intrafamiliar se define como todas aquellas manifestaciones de maltrato y abuso en el núcleo familiar. Suele producirse con frecuencia y variar en intensidad.
ResponderBorrarLa Organización Mundial de la Salud publicó un estudio que revela la magnitud de la violencia intrafamiliar a los niños y otros tipos de maltrato. En dicho estudio se expone que, por desgracia, gran parte del maltrato sufrido por los niños menores de 15 años de edad proviene de sus familiares, tutores o cuidadores.
Consecuencias de la violencia intrafamiliar en niños
La secuela más común de la violencia intrafamiliar en niños es la adopción del comportamiento violento como mecanismo de defensa.
• Consecuencias físicas tales como: insomnio, trastornos estomacales, dolores de cabeza, autolesión, falta de control de los esfínteres, etcétera.
• En el ámbito emocional: baja autoestima, sentimientos de culpa, comportamiento errático, depresión, ansiedad, aislamiento, irritabilidad.
Por otra parte, en el ámbito académico, los niños pueden tener un bajo rendimiento escolar, interacciones pobres y relaciones tóxicas.
Todo lo mencionado anteriormente provoca un desorden alimenticio en los niños, ya que, la ansiedad por ejemplo, puede provocar que el infante ingiera alimentos indebidos ocasionando problemas estomacales. La irritabilidad puede ocasionar falta de apetito causando trastornos nutricionales. Principalmente, el hecho de que los padres estén sumergidos en los conflictos, ocasionan que dejen de lado la alimentación de los niños.
Yuvelis Sosa