jueves, 9 de enero de 2020

¿La escuela garantiza un entorno saludable para nuestros niños?


La escuela se destaca como un ámbito de gran relevancia para implementar acciones de promoción de salud; es un espacio privilegiado de socialización y aprendizaje, en el que se construyen y aprenden prácticas que formarán parte de la vida cotidiana.
La educación alimentaria y nutricional (EAN) es capaz de contribuir a la acción voluntaria de conductas relacionadas con la nutrición que favorezcan la salud y el bienestar.
Los niños en edad escolar constituyen un grupo clave para desarrollar con ellos estrategias de EAN, porque la nutrición apropiada es fundamental para su desarrollo físico y mental saludable.
Los escolares son consumidores actuales y futuros y constituyen un importante vínculo entre la escuela y el hogar, así como con la comunidad. Además es más fácil promover la adquisición de hábitos alimentarios y estilos de vida saludables durante esta etapa que modificar los hábitos estructurados en la vida adulta.
Diversos programas de EAN que tuvieron como destinataria la población infanto-juvenil han concluido que la misma es efectiva. Para enfrentar a la inadecuada alimentación, resulta fundamental modificar el entorno escolar.
Todo entorno escolar, para ser considerado saludable, debe ofrecer oportunidades para que los niños, niñas y adolescentes, construyan prácticas saludables de alimentación y hábitos activos del cuerpo, en consonancia con los mensajes educativos que se promueven institucionalmente.
En este contexto, se deben presentar proyectos de alimentación y nutrición comunitaria exitosos, cuyo objetivos se orientes a promover desde una perspectiva integral hábitos de vida saludables, cuidado del medio ambiente y valores, utilizando la música, el teatro y el juego como recursos pedagógicos e incorporando en la currícula o currículo escolar la temática de alimentación y vida saludable integrada al abordaje de planificación de la Escuela.
En la presente investigación se abordaron niños en edad escolar de tres escuelas en Argentina: una de ellas de gestión pública y otra de gestión privada y con quiosco o cantina escolar, ubicadas ambas en área urbana y otra institución de gestión pública de un área rural y con servicio de vaso de leche y almuerzo escolar.
Se utilizaron recursos pedagógicos relacionados –el arte, el juego y la música–, como elementos transversales para trabajar los diferentes contenidos en los grados. En primer grado, la comedia musical “Supersaludable en el Maravilloso Mundo de los Alimentos”; en segundo grado, “Cocinado con Arte”; tercer grado, recital supersaludable con pícnic; cuarto grado, vídeo “Nutrihéroes”; quinto grado, laboratorio de alimentos; sexto y séptimo grado, agentes promotores de salud.
Los recursos mencionados, se articularon con los proyectos y procesos de articulación educativa y planificación del Plantel, lo cual le dio sustentabilidad al proyecto y anclaje en el aula y la escuela.
Siguiendo una visión integral se realizó, de manera simultánea, un trabajo interdisciplinario con docentes y  el equipo de apoyo psicopedagógico, implementación de jornadas y talleres de padres, participación activa en jornadas especiales, asesoramiento nutricional para planificación de menús y meriendas especiales para jornadas de recreación y consejería para padres de niños en situación de vulnerabilidad.
En la escuela que contaba con quiosco o cantina escolar se implementó un quiosco con alimentos de mejor calidad nutricional. En la escuela que contaba con el servicio de almuerzo se implementaron medidas que permitieron una mejora de la calidad de los mismos.
La implementación del programa fue un éxito. La comunidad educativa fue permeable al proyecto. Uno de los factores más positivos, fue la adhesión de los niños al mismo ya que las herramientas lúdicas, generan gran entusiasmo y participación. La evaluación de los resultados del quiosco saludable puso en evidencia cambios positivos en la calidad de los alimentos elegidos para el consumo durante el recreo escolar.
A partir de estas ideas, surge la reflexión, ¿cuántas de nuestras escuelas tienen como prioridad la generación de acciones que promuevan la salud integral, los docentes se constituyan en verdaderos guardianes nutricionales, eviten situaciones de riesgo,  y construyan un ambiente saludable y sustentable para nuestros niños?

Fuente: Alberto Arribas, Ileana Arriola, María Soledad Cabreriso, Malen Lecop, Marisa Cordido, Carolina Viteritti (2019). Educar en salud: Garantizando entornos escolares saludables.  Revista española de nutrición humana y dietética, Vol. 23, Nº. Extra 1, págs. 149-159. Ejemplar dedicado a: VIII Congreso Iberoamericano de Nutrición. Disponible: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7025707




2 comentarios:

  1. Los centros educativos deben ser entornos seguros y saludables en los que los niños y jóvenes puedan desarrollarse plenamente. Para lograrlo, es necesario que la administración educativa, los profesionales que trabajan a diario en los centros y la comunidad educativa en general se impliquen activamente mediante el desarrollo de políticas escolares saludables, garantizando la existencia de entornos físicos adecuados y la creación de un ambiente de bienestar emocional y social positivo. La presente aportación se propone un doble objetivo: caracterizar los entornos educativos seguros y saludables, por un lado, y evidenciar algunas de las prácticas que los centros educativos públicos de Cataluña (España) desarrollan para promover entornos escolares seguros y saludables, por el otro. Adopta un enfoque cualitativo de estudio de casos múltiple (n = 6), mediante el análisis documental (legislación educativa y análisis de documentos institucionales) y las entrevistas semiestructuradas a directivos, coordinadores de prevención, profesores y padres y madres de cada uno de los centros educativos participantes. Yuvelis Sosa

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  2. Como sabemos, la escuela ocupa un lugar fundamental en la vida de nuestros hijos e hijas. Después de nuestro hogar, es el lugar en el que pasan más horas al día y que más determina su desarrollo a partir de los aprendizajes y la influencia del entorno físico y social. Por tanto, si conseguimos que nuestros hijos e hijas se desenvuelvan en una escuela más saludable eso tendrá como consecuencia directa un mayor bienestar. ¿Qué características tiene una escuela que promueve la salud? La Unión Internacional de Promoción y Educación para la Salud (UIPES) elaboró recientemente el documento “Generar escuelas promotoras de salud: pautas para promover la salud en la escuela”, con el objetivo de ayudar a los miembros de la comunidad educativa a impulsar y participar en este proceso de convertir a la escuela en un ambiente saludable y seguro. Según la UIPES, una escuela promotora de la salud contempla los siguientes principios de actuación:
    • Integra la salud en las actividades cotidianas de la escuela, en el programa curricular y en los criterios de evaluación.
    • Aborda las cuestiones de salud y bienestar de todo el personal de la escuela.
    • Promueve la salud y el bienestar del alumnado.
    • Ofrece un entorno seguro y de apoyo.
    • Fomenta la participación de los estudiantes y el desarrollo de su potencial.
    • Defiende principios de justicia social y equidad.
    • Relaciona al sistema educativo con los sistemas de salud.
    • Promueve la colaboración con los padres y madres del alumnado y con la comunidad toda.
    • Establece objetivos realistas de promoción de la salud sobre la base de un diagnóstico preciso y de la evidencia científica disponible sobre los distintos temas de salud.
    • Busca mejorar continuamente las condiciones de salud mediante la supervisión y la evaluación.
    • Siguiendo los fundamentos de la Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, documento de referencia en este campo elaborado por la Organización Mundial de la Salud en 1986, la UIPES plantea que los elementos esenciales de una escuela promotora de la salud son los siguientes:
    • Desarrollo de una política escolar saludable. Es necesario que la escuela reflexione, debata y construya un proyecto de salud, que luego se plasme en documentos, protocolos y prácticas que promuevan la salud, el bienestar y la seguridad de todos los miembros de la comunidad educativa. Esto incluye, por ejemplo, un plan para mejorar las relaciones interpersonales y evitar situaciones de violencia o acoso; una propuesta para mejorar la calidad de los menús escolares; y protocolos de actuación ante situaciones de urgencia o en el apoyo al alumnado con problemas crónicos de salud.
    • El entorno físico de la escuela. El lugar en el que se desarrollan las distintas actividades escolares es uno de los principales condicionantes de la salud. Este elemento contempla la higiene y seguridad general del edificio; la existencia de lugares adecuados para la alimentación, el juego y, obviamente, el dictado de las clases; y el control y erradicación de elementos contaminantes perjudiciales para la salud.
    • El entorno social de la escuela. Destaca la importancia de mantener una relación fluida, dialogante y abierta entre los diferentes miembros de la comunidad educativa: alumnado, familias, docentes, directivos y demás personal.
    Yuvelis Sosa

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