La obesidad
como un tema de salud pública de primera prioridad en el mundo entero, tiene
sus raíces en un cambio de comportamiento que no es sólo responsabilidad
personal sino que está influido por numerosas variables ambientales en el área
de las relaciones económicas, de las dinámicas culturales y de los modelos de
vida y de satisfacción de necesidades, todas las cuales afectan los patrones de
alimentación y de actividad física de una población. A partir de esta
aseveración un enfoque exitoso debe incorporar una mirada integral y
transversal del problema.
De los diez
factores de riesgo identificados por la OMS como claves para el desarrollo de
las enfermedades crónicas, cinco están estrechamente relacionados con la
alimentación y el ejercicio físico (cáncer, diabetes, enfermedades del corazón
y cerebro vasculares). Además de la obesidad, se incluyen el sedentarismo, la
hipertensión arterial, hipercolesterolemia y consumo insuficiente de
frutas y verduras.
La
estrategia global sobre régimen alimentario, actividad física y salud de la OMS
presentada el año 2004, insta a los estados miembros a que elaboren, apliquen y
evalúen las acciones recomendadas en esta estrategia, adecuándola a su realidad
nacional. Esta perspectiva promueve el fortalecimiento del sector salud y la
coordinación con otros sectores de la sociedad, para la implementación de
políticas y planes de acción integrales, sostenibles en el tiempo y que
permitan la participación de los ciudadanos en la solución del problema, en
torno a la promoción de estilos de vida saludables a través de todo el ciclo
vital
En la
actualidad existe este el “Programa 5 al día” en más de cuarenta países y es
una iniciativa que cuenta con el respaldo de organismos internacionales como la
Organización Mundial de la Salud y la Asociación Internacional para la
Investigación del Cáncer.
El objetivo
del programa es promover el consumo de verduras y frutas a nivel nacional en
cinco o más porciones por día, a fin de contribuir a prevenir la incidencia de
cáncer y otras enfermedades crónicas asociadas con la alimentación.
Se realizan
diversas acciones, entre las que se destacan campañas publicitarias y
actividades específicas en escuelas, lugares de trabajo o supermercados para
lograr que la población conozca y asuma la importancia de consumir diariamente
cinco o más porciones de frutas y verduras. En general, se entrega información
específica acerca de cómo incorporar más porciones de estos alimentos en su
alimentación habitual
El descenso del consumo de frutas y hortalizas
frescas en nuestro país, sobre todo entre las franjas más jóvenes de población,
en favor de otros productos transformados —pastelería, lácteos, zumos
envasados, etc. — que normalmente gozan de gran apoyo publicitario, preocupa a
las instituciones que velan por la educación y la salud del consumidor.
En este sentido, la campaña “5 al día”, nacida en
1998, tiene como principal objetivo promover el consumo de frutas y hortalizas
entre los niños, así como entre sus familias y las escuelas encargadas de su
formación.
El eslogan de la campaña hace referencia a la importancia que para
la correcta alimentación de los niños tiene el consumo de un mínimo de cinco
raciones diarias de frutas y hortalizas. Estos alimentos son fundamentales para
el correcto desarrollo de los niños, por su riqueza en vitaminas, sales
minerales, fibra y carbohidratos. Además, sirven para prevenir enfermedades que
aparecen en la edad adulta, como el cáncer y los problemas cardiovasculares.
«5 al
día Venezuela” es una Asociación sin ánimo de lucro cuyo
fin consiste en fomentar el consumo diario de 5 raciones diarias de frutas
y hortalizas frescas» Creada por la
Dra María Soledad Tapia en 1998 para prevención de enfermedades crónicas y
déficit de micronutrientes
Su nombre se basa en la ración mínima de consumo
diario de frutas
y hortalizas frescas recomendada por la Organización
Mundial de la Salud, la comunidad científica, médica, nutricionistas, y afines,
en una dieta saludable.
Venezuela, como muchos países tropicales, paradójicamente, ha sido
tradicionalmente un país con bajo consumo por razones culturales, hábitos
alimentarios, prejuicios, ignorancia, occidentalización de la dieta, altos
precios de los productos agrícolas, etc.
Para mayor información sobre la situación, consumo, recomendaciones y
sugerencias en relación a la importancia de las frutas y hortalizas frescas
para nuestra salud puede consultar a su página web.
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