Los berrinches y las
pataletas son maneras usadas por los niños para expresar sus frustraciones o
desacuerdos, o también para llamar la atención, especialmente cuando perciben
que no están siendo comprendidos por sus padres o cuidadores, o cuando sus
necesidades y demandas no están siendo atendidas.
Al no contar con un
lenguaje lo suficientemente desarrollado que les permita expresar sus
emociones, los berrinches y las pataletas, constituyen una manera de
comunicarse, sin embargo, también pueden repetirse si en eventos anteriores se
ha respondido a sus expectativas, es decir, han dado resultado. Situación que
se presenta de manera particular a la hora de comer.
El llanto es el primer
signo en aparecer, y los padres suelen desarrollar progresivamente las
competencias requeridas que les permiten descifrarlo. Hay llantos que denotan
hambre, dolor, fastidio, calor, frío o frustración; ahora bien, se considera
“berrinche”, cuando nada calma al niño o solamente cuando se le complace, y
puede mostrar conductas como tirarse en el suelo, lanzar objetos, o incluso
pegarle al padre cuando trata de calmarlo.
Muchos padres y
cuidadores no saben cómo reaccionar ante estas expresiones de los niños, a
continuación, te ofrecemos algunas recomendaciones:
Asegúrate de que el niño no tiene malestar o está enfermo.
Colócate a la altura de tu hijo. Cada
vez que te dirijas a él o ella para comunicarle algo, agáchate y háblele
calmadamente, mirándolo a los ojos.
El niño no sentirá que se le está retando,
y mucho menos verá a sus padres como posibles amenazas o a quienes debe
temerles. Siempre habrá que mantener la calma observar el contexto de la situación desencadenante, sobre todo en la escuela.
Observa el contexto y qué la produjo. La
conducta del niño puede ser consecuencia de la conducta del padre o cuidador
como, por ejemplo: no permitirle ir al parque, apagar el televisor o quitarle
un objeto. Si es el caso, siempre se debe explicar antes de actuar, y solicitar
con respeto o incluso, pedirle permiso para tomar algo que está utilizando o es
suyo; explicarle el por qué no puede salir al parque en los actuales momentos,
el por qué se le está pidiendo un objeto; o explicarle que es la hora del baño,
de hacer la tarea, o de dormir etc., antes de pedirle que apague el televisor.
Esto incluso le dará la oportunidad de negociar, lo cual será muy beneficioso
para su vida.
Valida sus sentimientos.
Conversa con el niño sobre el sentimiento que puede estar experimentando en ese
momento. Por ejemplo: “yo sé que estás enojado”, “tienes rabia en este
momento”, “entiendo que te sientes fastidiado”, de esta manera, el niño irá
aprendiendo a reconocer sus propias emociones y la manera de controlarlas en un
futuro. El niño más grande podrá contrastar lo que siente con lo que le expresa
el adulto, y de este modo aclarará sus emociones y se fortalecerá su
reconocimiento.
Ofrece contención al niño durante el berrinche o pataleta. Evita el maltrato físico, subir el tono de voz,
amenazarlo o mandarlo a su cuarto. Sujétalo entre tus brazos y háblale
calmadamente, valida sus emociones, acarícialo, pasa tu mano sobre su cabeza,
intenta cantarle su canción favorita. También es válido distraerlo para
desenfocarlo del berrinche. En caso extremo finge ignorarlo, manteniendo
siempre la atención sobre el niño a fin de evitar que se haga daño. Es posible
que se canse y progresivamente disminuya el tiempo del berrinche y se acerque
de nuevo al adulto al darse cuenta que su conducta no tiene la respuesta
esperada.
Cuando el berrinche haya
culminado es importante que hagas lo siguiente:
Habla con el niño. No lo subestimes por su edad. Hazle saber que
hubo una situación muy desagradable para él que lo llevó a enojarse y a actuar
así. Explícale que hay otras maneras de expresar lo que quiere o siente, en
especial hablando de ello, para lo cual debemos ser receptivos.
Mantén la comunicación con el resto de la familia. Infórmales sobre las conductas o situaciones que
conllevan a que tu hijo haga un berrinche o una pataleta. De esta manera,
podrán llegar a acuerdos, se unificarán los criterios y se estarán evitando las
contradicciones.
Por ello, cuando se altera el equilibrio o la
estabilidad en la familia por alguna razón no esperada, como lo que se vive
actualmente a raíz de la pandemia del coronavirus, es importante explicarles a
los niños lo que sucede de acuerdo con su edad o etapa de desarrollo evolutivo.
De no hacerlo, los niños creerán que no está
pasando nada y, por ende, querrán continuar con su rutina normal y, en
consecuencia, cuando se les impide hacer algo o se les ponen límites, es posible
que aparezcan las pataletas o los berrinches.
Fuente:
Cielo Castro (2020).
Recomendaciones para el manejo de los berrinches y las pataletas. CANIA.
Disponible en: https://cania.org.ve/articulo/recomendaciones-para-el-manejo-de-los-berrinches-y-las-pataletas.
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