En toda su variedad cultural los alimentos que consume la gente
definen en gran medida la salud, el crecimiento y el desarrollo de las
personas. Los comportamientos de riesgo, como el consumo de tabaco y la
inactividad física, modifican el resultado para bien o para mal. Todo ello se
inscribe en un ambiente social, cultural, político y económico que puede
agravar la salud de las poblaciones a menos que se tomen medidas enérgicas para
hacer que el ambiente sea favorable para la salud. Más aún, las enfermedades
crónicas del adulto reflejan distintas exposiciones acumuladas durante toda la
vida a entornos físicos y sociales perjudiciales.
Durante el desarrollo fetal, el retraso del crecimiento intrauterino,
el parto prematuro, la sobre nutrición in útero y los factores
intergeneracionales, se asocian a un mayor riesgo de cardiopatías coronarias, accidentes
cerebro vasculares, diabetes e hipertensión arterial. Por ello, las variaciones
del peso y talla óptimos al nacer no solo pueden tener consecuencias inmediatas
de mortalidad, sino también consecuencias a largo plazo, como la sensibilidad a
las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta en etapas posteriores de la
vida.
Durante la lactancia, tanto el retraso del crecimiento (reflejado en
la falta de aumento de peso y talla), como un aumento excesivo de peso o la
talla pueden contribuir a la incidencia posterior de enfermedades crónicas. Por
otra parte, hay indicios cada vez más sólidos de que la duración de la
lactancia materna exclusiva puede estar directamente relacionada con un menor
riesgo de sufrir obesidad.
En la niñez, la talla sirve en parte como indicador de la situación
socioeconómica y de diagnóstico del estado nutricional. Un desarrollo fetal
deficiente y el crecimiento escaso durante la niñez aparecen asociados a un
mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. Por el contrario, un aporte calórico alto en
la infancia podría estar relacionado con un mayor riesgo de cáncer en etapas
posteriores de la vida.
El sobrepeso y la obesidad son particularmente difíciles de corregir
una vez que se han arraigado, y hay un riesgo definido de que el sobrepeso
durante la niñez continúe en la adolescencia y la edad adulta.
La presencia y la persistencia de la hipertensión en los niños y
adolescentes se inscribe en un marco de modos de vida poco saludables, en
particular de una ingesta excesiva de grasas totales y saturadas, de colesterol
y de sal, una ingesta insuficiente de potasio y una disminución de la actividad
física, a todo lo cual hay que sumar a menudo muchas horas ante la televisión.
En los adolescentes, el consumo habitual de alcohol y tabaco
contribuye a aumentar la tensión arterial.
En conclusión, hay numerosos datos científicos que
destacan:
.- Los regímenes alimentarios insalubres, la inactividad física y el
tabaquismo son comportamientos de riesgo confirmados de enfermedades crónicas.
.-Está firmemente establecido que la hipertensión, la obesidad y
las dislepidemias son factores de riesgo de cardiopatías coronarias, accidentes
cerebro vascular y diabetes.
.-Los principales factores de riesgo biológicos y comportamentales
surgen y actúan en etapas tempranas de la vida y siguen teniendo efectos
nocivos a lo largo de la vida.
.-Los principales factores de riesgo pueden seguir afectando a
la salud de la generación siguiente.
.-Algunas intervenciones preventivas, como programas
educativos dirigidos, en etapas tempranas de la vida reportan beneficios de por
vida.
.-La prevención mediante la dieta y la actividad física es una
estrategia complementaria que retrasa la progresión de las enfermedades
crónicas existentes y disminuye la mortalidad y la carga de morbilidad
provocada por esas enfermedades.
.-Una combinación
de actividad física, diversidad de alimentos e interacción social amplia
constituyen probablemente el perfil de modo de vida más adecuado para optimizar
la salud, con el resultado de una mayor longevidad y un envejecimiento sano.
Fuente: Informe de la Organización Mundial de la
Salud.(2003) Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas.
Serie de informes técnicos 916.
siempre sera importante mantener una buena alimentacion acompañada de actividades fisicas, para tener un equilibrio saludable y completar sastifactoriamente las actidades del dia a dia.
ResponderBorrar