Para
garantizar el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y prevenir
enfermedades relacionadas con la nutrición es necesario que se les ofrezca una
alimentación variada y balanceada que incluya, entre otros grupos de alimentos,
los carbohidratos.
El
azúcar es un carbohidrato que está contenido de forma natural en muchos
alimentos, sobre todo en las frutas y consumido de esta manera es saludable.
Sin embargo la ingesta de azúcar añadida, sobre todo en exceso, se relaciona
con sobrepeso y obesidad y, a largo plazo, con diabetes, coleliatitis (cálculos
en la vesícula biliar), enfermedades cardiovasculares y caries dental. Por cada
vaso diario de bebidas y jugo de frutas azucarados, el riesgo de desarrollar
diabetes se incrementa 10%.
No más del 10 por ciento de las calorías que se
ingieren a lo largo del día deben provenir del azúcar, según las conclusiones
de un estudio sobre obesidad y sus enfermedades realizado por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO). El informe explica que las principales
medidas para prevenir la obesidad deben basarse en el bajo consumo de alimentos
ricos en grasas saturadas y azúcar y una abundante ingesta de frutas y
hortalizas. La actividad física moderada es otra recomendación para combatir el
aumento de peso y las enfermedades crónicas.
Se está produciendo un cambio preocupante en los
países en desarrollo, donde cada vez más personas sufren enfermedades crónicas,
asociadas normalmente a los países ricos y desarrollados. Esta transformación
se debe, según el estudio, al creciente desarrollo urbano, donde los habitantes
son más propensos a seguir dietas muy energéticas, ricas en grasas suturadas y
carbohidratos refinados.
El informe recomienda que los carbohidratos
representen entre el 55 y el 75 por ciento de la ingesta calórica diaria,
reduciendo los azúcares a no más del 10 por ciento del consumo. La sal debería
limitarse a cinco gramos por día y el incremento de productos vegetales (frutas
y hortalizas) debería alcanzar al menos los 400 gramos. Se destaca también que
las dolencias crónicas se deben más a un desequilibrio dietético que a un
exceso de alimentación.
Desde hace más de 15 años se vienen desarrollando
intentos para incrementar los hábitos saludables. Es por ello que la industria
alimentaria debe trabajar junto con la OMS y las instituciones responsables de
la Salud en los diversos países, a fin de constituir claras directrices sobre
este tema y empezar a ser parte de la solución
en vez de seguir siendo un problema como hasta el momento.
Existe una gran cantidad de azúcar
oculta en los alimentos; como ejemplo mencionaremos la cantidad de cucharaditas de azúcar presente
en algunos alimentos de consumo habitual:
Leche
condensada ¼ taza (6);
Bebidas
achocolatadas, 1 vaso (5);
Helado
2 porciones (3);
Gelatina
en polvo ½ taza (2);
Caramelos
1 unidad (1);
Malta
1 botella pequeña (9);
Bebida
gaseosa 1 botella o lata (8);
Jugo
envasado 1 vaso pequeño (6);
Avena
azucarada 1 vaso peq (4);
Yogurt
dulce ½ vaso (4);
Bebidas
instantáneas 1 vaso (3);
Torta
1 porción (10);
Galleta
con relleno 1 paquete (2);
Cereales
azucarados 1 taza (2);
Galleta
salada 1 paq (1);
Salsa
de tomate 1 cucharada (1).
Ejemplos prácticos:
Si
en la lonchera del niño, de lunes a viernes, colocas un cuartico de jugo
envasado, el niño ingerirá 600 gramos de azúcar al mes. Si acompañas el jugo
con una galleta dulce, sumaras 200 gramos más al mes. Por estos dos alimentos,
una vez al día, el niño recibirá 800 gramos de azúcar todos los meses y en un
año habrá ingerido 9,6 Kilogramos de azúcar.
Si en las mañanas tomas una taza de
café con leche con dos bolsitas de azúcar (8 gramos) y en la tarde otra taza de
café, estarías consumiendo 16 gramos de azúcar al día. Si además en el almuerzo
tomas ½ litro de jugo pasteurizado que contiene 38 gramos de azúcar,
diariamente ingerirás 54 gramos y en un año aproximadamente 20 kilogramos de
azúcar.
Recuerda que pequeñas medidas en la
selección y preparación de los alimentos, reduce la cantidad de azúcar y trae
grandes beneficios para la salud. La reducción del consumo de azúcar libre
tanto en niños, adolescentes y adultos debería formar parte de las estrategias
diseñadas a reducir el sobrepeso y la obesidad. Desde la niñez en la
alimentación habitual hay que vigilar el azúcar oculta en los alimentos, para
prevenir enfermedades y lograr una juventud prolongada saludable.
Fuente:
Salud Urbana, un
nuevo enfoque. Ponencia presentada en las II Jornadas Científicas CANIA,
Caracas Abril 2005
Guía
de alimentación con menos azúcar. Farmacia SAAS y Fundación Bengoa “Juntos
contra la malnutrición”. N° 10
se deberia ampliar la informacion mediante foros, charlas colectivas, encuentro de saberes, reuniones, talleres a los padres y representantes ya que son la figura principal de la alimentacion saludable y balnceada de sus representantes, hay muchos padres y representantes ajenos al tema y desconocen totalmente sus beneficios y deterioro de la alimentacion
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