En todo momento da el ejemplo; comienza por ti mismo. Si le pides al niño
o niña comer frutas o vegetales, hazlo convencido porque tú también lo haces.
Ofrece los alimentos en horarios regulares; evita saltar las horas de las
comidas.
Estructura un ambiente único destinado para la alimentación;
acondiciónalo con manteles, platos y vasos llamativos.
Introduce nuevos alimentos de manera repetida pero no amenazante.
Permite que el niño o niña decida qué cantidad y cuáles alimentos comer.
Incluye a los niños y niñas en la preparación del menú. Haz práctica de
cocina en la escuela.
Ofrece información acerca de los alimentos; destaca la importancia de
estar bien alimentado para la producción escolar y el juego.
Resiste la tentación de realizar amenazas o recompensas para lograr que
los niños y niñas coman.
Los padres y madres deben ofrecer alimentos variados de los grupos
básicos; los maestros y maestros deben ser guardianes de la lonchera, la
cantina escolar, el comedor escolar y del control de ingesta diario en el
hogar.
Al cocinar deben evitarse el uso de sazonadores o especies
industrializadas.
Es importante considerar la presentación de las comidas en el plato:
color, textura, sabor y variedad.
Haz del momento de la alimentación un ambiente placentero; evita resolver
situaciones pendientes relacionadas con el comportamiento o el rendimiento
escolar.
Vigila y controla el crecimiento del niño/niña.
Toma en consideración la variabilidad en el apetito y ritmo de la
alimentación.
Ante cualquier circunstancia conductual inaceptable en el momento de la
alimentación: berrinches, negativa a comer, vómitos, entre otras, mantén la
calma y autocontrol; retira el plato y ofréceselo en la próxima comida.
Evita que existan distractores cerca de la mesa o en el lugar destinado para
la comida; juguetes, radio y televisión compiten con la atención por la
alimentación.
Reconoce con elogios cualquier comportamiento adecuado del niño/niña en
la mesa y en la selección de sus alimentos.
Se constante aplicando las normas; es importante que exista un ambiente
altamente estructurado para la conformación de hábitos alimentarios en el
niño/niña.
Fuente: Miren de
Tejada. Del Mal al Buen comer: Un tránsito posible a través de la Educación
Nutricional. En De Tejada y Col (2013). Educación
Nutricional para un Desarrollo Sostenible. FEDEUPEL. Caracas.
Oh que interesante post acerca de la nutricion saludable la verdad me interesa mucho y es importante para salud sobre todo
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