La Educación para la Salud se nutre de otras fuentes
del conocimiento como la psicología y la epidemiología, para que la faculte de
datos correctos que faciliten la intervención
educativa que favorezca la salud, pues siempre se debe partir de unos datos
mínimos para saber si avanzamos o retrocedemos al respecto, pero no se debe
olvidar nunca que en el momento de la intervención educativa influyen factores
psicológicos de la comunicación humana, por lo que aparte de analizar los datos
epidemiológicos del medio social en general y de los lugares particulares
(escuelas, hospitales, centros de trabajo, centros de ocio, etc.), habrá que
tener recogidas, a través de sondeos o encuestas, las demandas subjetivas de
los usuarios (escolares, internos, reclusos, trabajadores, personas con
diversidad funcional, familiares, etc.) con respecto a su salud.
Para que el método funcione, además del conocimiento
epidemiológico y psicológico, hay que desarrollar o mantener la motivación para
que el proceso de la Educación para la
Salud no fracase. Por tanto, los recursos deben ser muy variados -no
sofisticados, ni caros-, pero sí participativos ya que se debe mantener el
principio didáctico de si lo oigo, lo olvido; si lo veo, lo recuerdo; pero si
lo hago, lo sé.
Hemos de recordar que partimos de la ya conocida
definición de salud como "estado de
bienestar físico, psíquico y social y no sólo la ausencia de enfermedad"
(OMS). También de otras definiciones para capacitar a la gente, para aumentar el
control de la salud y así mejorarla, siendo el fomento de conductas positivas para
la salud y estrategias adecuadas para superar los problemas, el objetivo clave.
Podemos definir a la Educación para la Salud desde aspectos pragmáticos, sociales o
filosóficos como:
a) Educación para
la Salud como conjunto de actividades que favorecen y provocan
experiencias en momentos, formas y situaciones que inducen a adquirir
conocimientos y aceptar actitudes y comportamientos más convenientes para la
salud del individuo, grupo o colectividad (OMS).
b) Educación para
la Salud como concepto lúdico, autorresponsable y solidario (Sitges,
1982).
c) La Educación
para la Salud como aprendizaje no sólo para conseguir hábitos que
fomenten la salud, sino que intenta favorecer una filosofía más vitalista,
natural y humana del hombre moderno. Intenta pues que el hombre tenga más
libertad y que dicha libertad sea conquistada por el aumento de conocimientos y
formas de vida más responsables tanto para los individuos (para sí y para
otros) como para las colectividades (Sáinz, 1983).
Según la orientación que demos a la Educación para la
Salud, se buscarán sus objetivos, sus métodos y materiales para alcanzarlos
pero siempre se tendrán que evaluar en relación con los resultados de los
cambios de conducta. Por ello el éxito de la Educación para la Salud individual
o colectiva será a largo plazo, de manera reiterada y progresiva, como si la
vida fuera la espiral de un cono invertido, desde la niñez hasta la vejez.
Hacia la mitad de la década de los ochenta, diversas
reuniones de la O.M.S. analizaron el concepto de Promoción para la Salud, como dinámica para llevar adelante la
estrategia de Salud, pues se amplían las acciones que favorecen la capacidad de
las poblaciones para controlar y mejorar su salud.
Los principios de la Promoción de la Salud son los
siguientes:
.- Implicar a la población en todos los aspectos de su
vida cotidiana y no sólo restringirse a los enfermos y a los servicios médicos.
.- La promoción de la salud busca las causas de las
enfermedades.
.- Utilizar y combinar los diferentes medios para
mejorar la salud, como la educación e información, desarrollo y organización de
la comunidad, acciones legales y defensa de la salud.
.- La promoción de la salud depende especialmente de la
participación.
.- Los profesionales de la salud tienen un papel
importante en la promoción de la salud, especialmente los que trabajan en
Atención Primaria.
Objetivos de Salud para Todos en el año 2000
Salud para todos
.- Igualdad en la Salud.
.- Añadir vida a los años.
.- Mejorar oportunidades para los incapacitados.
.- Reducir las enfermedades e incapacidades.
.- Eliminar el sarampión, la polio, el tétanos
neonatal, la rubéola congénita, la difteria, la sífilis congénita y la malaria
autóctona.
.- Aumentar la esperanza de vida al nacer.
.- Reducir la mortalidad infantil.
.- Reducir la mortalidad materna.
.- Combatir las enfermedades circulatorias.
.- Combatir el cáncer.
.- Reducir los accidentes.
.- Detener el incremento de los suicidios.
Estilos de vida conducentes a la salud para todos
.- Desarrollo de políticas encaminadas a la salud.
.- Desarrollo de sistemas de apoyo social.
.- Mejora de los conocimientos y motivaciones para una
conducta saludable.
.- Promoción de conducta hacia una salud positiva.
.- Disminución de las conductas dañinas para la salud.
Creación de ambientes saludables
.- Política ambiental encaminada a la salud.
.- Monitorización, valoración y control de los riesgos
ambientales.
.- Control de la contaminación del agua.
.- Protección contra la contaminación del aire.
.- Mejora de la higiene de los alimentos.
.- Protección contra residuos.
.- Mejora de las condiciones de vivienda.
.- Protección contra los riesgos laborales.
Si a la salud la definimos como un "estado de
bienestar físico, psíquico y social y no sólo como ausencia de
enfermedad", tendremos que aceptar la amplitud conceptual de la definición
de la OMS y adaptarla a nuestro medio específico y poniéndole límites, según
nuestras prioridades, en este marco destacamos la reflexión sobre las acciones,
proyectos, propuestas, actividades que se generan en y desde la escuela para la
promoción de la salud de nuestros niños y niñas.
Fuente:
María Sáinz, Consuelo López Nomdedeu, Anneke van den
Boom (2001). Educación para la salud: la alimentación y la nutrición en edad
escolar. Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos
(CEAPA).
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