Dentro de las iniciativas
individuales que contribuyeron a sembrar la sensibilidad y acción social en la
nutrición pública en Venezuela destaca la labor de Ana Francisca Pérez de León
quién proveyó alimentos y medicinas después del terremoto de 1812.
Posteriormente en 1909, se conoce la participación de una institución
filantrópica dirigida por el Dr. Juan de Dios quién fundó “La Gota de Leche”
para alimentar a los niños pobres y desnutridos. Los primeros avances oficiales
se remontan a 1890 con la creación del laboratorio de bromatología y control
sanitario de alimentos en el Distrito Federal. Luego en 1936, se creó el
Consejo Venezolano del Niño, el Instituto Nacional de Puericultura y el Premio
de la Niñez. A partir de este momento se comienza a dar prioridad a comisiones
y programas de alimentación y nutrición, dentro de los que destaca la Comisión
de Alimentación, el Servicio Nacional de Alimentación y el primer comedor
popular
En el Ministerio de Sanidad
y Asistencia Social se creó la sección de nutrición dirigida por el Dr. José
María Bengoa, quién más tarde fue acompañado en su labor por los Doctores
Cabrera Malo, Vélez Boza, Werner Jaffé y Liendo Coll, iniciándose así el Instituto
de Pro Alimentación Popular en el año de 1946. Esta institución se transformó
en el Instituto Nacional de Nutrición en 1949, institución gubernamental
pionera en brindar atención a la población necesitada a través de los comedores
populares, la capacitación de profesionales y realizar investigaciones en el
área de alimentos y nutrición
Entre los años de 1939 y
1995 se crearon varias instituciones gubernamentales y no gubernamentales para
apoyar la atención alimentaria y nutricional, algunos de los cuales destacan
por su aporte a la investigación en el área, las cuales se detallan en el texto:
Alimentación y Nutrición: Personas e
Instituciones (1998), Editado por la Fundación Cavendes.
Existen instituciones de
referencia para América Latina como por ejemplo el Instituto Nacional de Salud
Pública (INSP) de México, creado hace 25 años, posee un Centro de Investigación
en Nutrición y Salud que conduce estudios que fortalecen las decisiones, el
diseño y la planificación de programas, planes de monitoreo y de evaluación.
Uno de los objetivos primordiales del centro es generar acciones orientadas a
la prevención y control de la mala nutrición de la población, para el diseño de
programas de nutrición con alto potencial de generar efectos positivos y en el
uso de la evaluación para alimentar la toma de decisiones en los programas y
políticas vigentes.
Con la finalidad de
comprender los aspectos más relevantes de la problemática de la alimentación y
nutrición en Venezuela e identificar los elementos que permitan la toma de
decisiones para la política alimentaria y nutricional; se realizó una revisión
bibliográfica en Internet Las publicaciones se seleccionaron de los diez
primeros artículos en la aparición de autores que trabajan en instituciones
reconocidas en el mundo científico
Con base al análisis
realizado se propone, considerar en la agenda de alimentación y nutrición para
los próximos años:
1. Considerar los avances
en el área realizado por los técnicos. Aquellos proyectos de universidades, pasantías
en las universidades u otros entes, deberían extraer aquellos hallazgos más
contundentes para que sean transformados en posibles catalizadores de
decisiones a nivel político o a los niveles correspondientes. Los proyectos
podrían enlazarse entre sí, de manera de formar redes de investigación
científica.
2. Revisión de los temas
prioritarios de la agenda de nutrición y alimentación, lo que incluye una
actualización de la situación alimentario-nutricional. Para establecer cuáles
planes o programas deben continuar o qué problemas deben redefinirse con base a
la actual información en el mundo científico. En este sentido, hay que estar
vigilantes del posible rol de los programas que aumentan el acceso a los
alimentos, en especial ricos en energía y grasa, en vista del aumento en la
prevalencia de las cifras de sobrepeso y obesidad, no solo en Venezuela, sino
del fenómeno de la transición nutricional que viene en constante crecimiento,
tal como actualmente lo enfrenta México.
Igualmente, prestar atención al elevado consumo de alcohol, en especial
en la población joven.
3. En Venezuela, se hace
urgente e importante, el monitoreo, evaluación externa y difusión de los
resultados y acciones vinculados a los programas de alimentación y nutrición,
en especial la fortificación de las harinas de maíz y trigo, la actualización de
las guías de alimentación para todos los grupos vulnerables, el establecimiento
de leyes de protección alimentario-nutricional, la realización de una encuesta
nacional de nutrición, el relanzamiento de los programas de suplementación, en
especial a los menores de 3 años y embarazadas, el aumento en la cobertura y
mejoramiento de la calidad del Programa de Alimentación al Escolar, la
optimización de los sistemas de vigilancia alimentario-nutricional, el análisis
del proceso de la transición alimentario, para la prevención del fenómeno del
sobrepeso y obesidad que está invadiendo a América, el diseño y activación de
planes, junto con un adecuado sistema de monitoreo de los micronutrientes
indispensables en las poblaciones vulnerables: Hierro, Yodo, Ácido Fólico,
vitamina A y Zinc. Es importante unificar esfuerzos para realizar un estudio
alimentario-nutricional nacional al menos cada 10 años.
El UNICEF hace referencia
al ciclo de la triple A, que comprende una Apreciación del problema, el
Análisis y las Acciones a implementar. La puesta en práctica de esta simple
herramienta ayuda a no detenerse en la generación de conocimiento y análisis de
la situación, sino que señala el camino hacia la toma de acciones, para lograr
que el derecho a la alimentación sea alcanzado.
Finalmente, es complejo
lograr que la investigación apoye a las decisiones políticas para priorizar y
formular políticas que propicien los cambios deseados, pero sin duda que mejora
la relevancia, precisión y efectividad de las políticas. Para accionar los
resultados de estudios, es necesario fortalecer la formación profesional de
académicos y políticos para lograr su interacción, conseguir la voluntad de
políticos y decisores y destinar más recursos financieros para la investigación
aplicada, de manera que los resultados puedan ser generalizables.
El uso de asesores técnicos
puede ser una herramienta útil, aunque no siempre la elegida por sectores
decisores. Se recomienda el fortalecimiento de las instituciones generadoras y
usuarios de la investigación y la constante interacción entre investigadores y
decisores.
Fuente:
BERNAL,
Jennifer. Investigación en alimentación y nutrición para la toma de acciones
en la política pública en Venezuela. An Venez Nutr. [online]. dic.
2008, vol.21, no.2, p.91-100.
Disponible:http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522008000200006&lng=es&nrm=iso.
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