miércoles, 16 de octubre de 2019

FAO: 16 de Octubre: Día mundial de la alimentación


El Día Mundial de la Alimentación (DMA) se celebra cada año el 16 de octubre para promover acciones y la sensibilización a escala mundial sobre aquellos que sufren hambre y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria, y dietas nutritivas para todos. Se organizan eventos hasta en 150 países de todo el mundo, lo que lo convierte en uno de los días más celebrados del calendario de las Naciones Unidas.

Una combinación de dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios ha disparado las tasas de obesidad, no solo en los países desarrollados, sino también en los países de bajos ingresos, donde el hambre y la obesidad a menudo coexisten. Ahora, más de 672 millones de adultos y 124 millones de niñas y niños (de 5 a 19 años) son obesos, y más de 40 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso, mientras que más de 800 millones de personas padecen hambre.
Alcanzar el Hambre Cero en el año 2030 no es solo alimentar a las personas hambrientas, sino también nutrir a la población, mientras se cuida del planeta. Este año el DMA demanda acciones en distintos sectores para hacer que las dietas saludables y sostenibles sean asequibles y accesibles para todos. Al mismo tiempo reclama que todos empecemos a pensar en lo que comemos.

Llamamientos a la acción
Todos nosotros necesitamos reducir la sal, el azúcar y las grasas trans, y saturadas, y hacer que la alimentación sana y el hambre-cero sean parte de la vida diaria. Usted puede familiarizarse con las guías alimentarias de su país, cambiar su forma de comer, aprender a entender las etiquetas nutricionales, convertirse en un consumidor crítico, impulsar la disponibilidad de alimentos más sanos en su trabajo o en su comunidad, realizar actividad física y ser más consciente de su huella de carbono ocasionada por el transporte de alimentos.
Los Gobiernos deben invertir en nutrición y promulgar las políticas adecuadas para proporcionar una alimentación más sana y sostenible a un precio asequible. Estas políticas deberían ayudar a los pequeños productores y agricultores a diversificar la producción y contribuir a sistemas alimentarios sostenibles, educar al público y a los profesionales de la nutrición, y orientar las intervenciones tales como la alimentación y la nutrición escolares, la asistencia alimentaria, la compra institucional de alimentos y la normativa sobre comercialización, etiquetado y publicidad de los alimentos.
Los pequeños agricultores deben influir en la variedad de alimentos disponibles mediante la diversificación de la producción y la adopción de métodos agrícolas sostenibles para preservar los recursos naturales, al mismo tiempo que aumentan la productividad y los ingresos.
Las poblaciones rurales vulnerables deben empoderarse uniendo y formando cooperativas locales para compartir conocimientos y obtener acceso a la financiación, y las tecnologías modernas. Los agricultores también pueden aumentar sus ingresos y reducir los precios para los consumidores al encontrar maneras de mantener la calidad y la frescura, y reducir las pérdidas posteriores a la cosecha.
Las empresas alimentaria privadas deben introducir alimentos más nutritivos y cumplir con las leyes, y normas relacionadas con la nutrición en lo que se refiere a la producción y venta de alimentos, la reformulación de productos alimenticios, (etiquetado de los alimentos que informe claramente a los consumidores sobre el contenido de grasa, azúcar o sal) y comercialización y publicidad de alimentos, en particular cuando están dirigidos a niños. También es fundamental que se compartan los avances importantes en tecnologías innovadoras, sobre todo con los países de bajos ingresos.
Los jóvenes también pueden convertirse en creadores de cambio y defensores del hambre-cero. En el Libro de actividades del DMA 2019, se explica la importancia de una dieta saludable en un lenguaje que es divertido y comprensible para los niños, y ofrece una serie de acciones para alentar a los jóvenes a comprometerse. Puede consultarlo en la página web oficial de la FAO.
¿SABÍA QUE…?
Más de 150 millones de niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento.
Las dietas poco saludables, combinadas con estilos de vida sedentarios, han superado al hábito de fumar como el factor de riesgo principal de muerte y discapacidad en el mundo.
La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad matan a más personas que el hambre.
Las diferentes formas de malnutrición pueden coexistir dentro del mismo hogar e incluso dentro del mismo individuo durante toda su vida y pueden transmitirse de una generación a otra.
Cada año se gastan alrededor de USD dos billones para tratar los problemas de salud ocasionados por la obesidad.
Miles de millones de personas carecen de los nutrientes que sus cuerpos necesitan para llevar una vida sana y activa.
El daño ambiental ocasionado por el sistema alimentario podría aumentar del 50 al 90 por ciento, debido al mayor consumo de alimentos procesados, carne y otros productos de origen animal en países de ingresos bajos y medianos.
De unas 6 000 especies de plantas cultivadas para obtener alimentos a lo largo de la historia de la humanidad, hoy solo ocho suministran más del 50 por ciento de nuestras calorías diarias. Necesitamos consumir una amplia variedad de alimentos nutritivos.
El cambio climático amenaza con reducir tanto la calidad como la cantidad de los cultivos, disminuyendo las cosechas. El aumento de las temperaturas también está exacerbando la escasez de agua, cambiando la relación entre plagas, plantas y patógenos, y reduciendo el tamaño del pescado.
Fuente:
FAO: http://www.fao.org/3/ca5466es/ca5466es.pdf

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