Linea de Investigación

Descripción de la Línea de Investigación: Educación Alimentaria y Nutricional
   La alimentación es algo más que una necesidad fisiológica ya que para cada individuo tiene numerosas significaciones emotivo-simbólicas y sociales que se inician desde el período de la lactancia materna, configurando una fuerte señal de cultura e identidad. La mayoría de las personas comen lo que aman con preferencia, a lo que les gusta con independencia en muchos casos de su bondad nutricional.
   Es así como, la alimentación influye en la personalidad individual, pero elementos de la personalidad ejercen también una influencia considerable, hasta en algunos casos afecta de manera importante la cantidad, calidad y frecuencia a la preferencia y aversiones en materia de alimentos.          Estas ideas nos llevan a focalizar que los problemas asociados a la alimentación, a la nutrición y a la salud a nivel mundial están, arraigados en lo biológico, lo económico, lo ecológico, lo social y lo cultural; lo cual debe ser considerado como una prioridad en las políticas de desarrollo social a nivel nacional y regional en nuestro país. Por otra parte, las conductas en cuestiones de comida reflejan la manera de pensar sobre ella, el grupo en que se nace y se crece determinan lo que produce placer físico y psicológico, los gustos y los hábitos que se han formado con la experiencia personal e individual son inseparables. Además, toda cultura posee un bagaje de leyendas, cuentos, dichos, mitos y juegos que estructuran y dan razón a la existencia de prácticas, de prohibiciones (tabúes) y preferencias alimentarias.
   Desde otra perspectiva, uno de los problemas de la malnutrición (por exceso o por déficit), se ubica en que esta incide directamente sobre el crecimiento del sistema nervioso y sobre el funcionamiento cognitivo, lo que conlleva a dificultades en el aprendizaje, mayor deserción escolar  y la imposibilidad de acceso a trabajos dignos (De Santis y Garcia, 2008). Ya que muchos aspectos de la cognición se ven afectados por la nutrición, incluyendo la memoria, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y la dislexia, (Dauncey, 2009), Adicionalmente influye sobre el desarrollo motor, limita el desarrollo social y emocional del niño (Jukes 2006, Rosales, Reznick y Zeisel, 2009).  También se asocia con deficiencias inmunológicas la cuales pueden comprometer la capacidad del individuo a resistir patógenos infecciosos, a una mayor frecuencia y severidad de infecciones comunes y de aquellas de naturaleza cancerígena (Raqid y Cravioto 2009, Cunningham-Rundles y col, 2009). Las cuales se han relacionado con el inicio de muchas enfermedades crónicas no transmisibles del adulto (ECNT): obesidad, hipertensión, aterosclerosis, diabetes y osteoporosis ya que las mismas tienen una relación directa con el estilo de vida de las personas desde la infancia, (FAO, 1996,  OMS 2003, López  2004, Sridhar 2008, De Santis y García 2008, Lanigan y Singhal 2009), constituyendo de las primeras causas de mortalidad en nuestro país, registradas y diagnosticas en el año 2011, donde se ubican a las enfermedades del corazón (21,63%, 1° lugar), Cáncer (15,61%, 2° lugar), enfermedades cerebrovasculares (7,73%, 3° lugar), y diabetes (6,89%, 4° lugar), (Ministerio del Poder Popular para la Salud, 2014).  
   Aunado a lo anterior, el Sistema de Vigilancia Alimentario y Nutricional (SISVAN) reportó durante los últimos 14 años, incrementos notables del exceso nutricional en niños, niñas y adolescentes menores de 15 años, coexistiendo con la problemática de déficit nutricional. Es así como la malnutrición por exceso al igual que ha ocurrido con otros problemas de gran impacto en la salud de las poblaciones a nivel mundial, ha adquirido proporciones epidémicas de forma paulatina. Evidencia de ello lo refleja el Primer Estudio Nacional de Prevalencia de Sobrepeso y Obesidad en Venezuela, reportando en el grupo de 7 a 12 años una prevalencia de 17,57% de sobrepeso, 9,87% de obesidad y 14,68% de déficit, mientras que en los adultos de 18 a 40 años la prevalencia de sobrepeso fue de 29,52%, 25,43% de obesidad y 1,78% de obesidad mórbida (INN 2013).
Por otra parte autores como Contreras (2002), enfatiza que el problema es mucho más complejo, debido a que la alimentación es un fenómeno además de psicológico, económico, simbólico y cultural; posee un fuerte componente social. Rozin (2002), plantea en relación con los factores sociales que interactúan con la alimentación, enfatiza dos niveles de acción; el primero orientado a las presiones sociales (la costumbre, el comportamiento de los mayores y los alimentos a que el niño tiene acceso) los cuales fuerzan a la exposición y esto influye sobre el gusto; el segundo factor se ubica en la percepción del alimento como valorado o respetado por los otros  (los padres por ejemplo), esto por sí solo puede constituir un mecanismo para el establecimiento del gusto en el niño.
Razón por la cual, la Educación Alimentaria y Nutricional constituye una línea de trabajo pedagógico que nos permite adquirir mayor consciencia acerca de la importancia que damos a la primera necesidad humana y nos induce a revalorar la propia cultura alimentaria y el rol del educador en la formación de hábitos, actitudes, emociones y conceptos en torno a los alimentos, la alimentación, la nutrición, la cultura alimentaria y la salud, a partir de los primeros años de vida del individuo, desde una perspectiva integral. Por ello, se hace fundamental, que se trascienda de la enseñanza temática y la mirada biologicista unicasual que aún prevalece en la práctica de la enseñanza de la educación alimentaria y nutricional y pasar del ser al deber ser, responder a los retos para la formación de profesionales que asuman la multicausalidad - multirespuesta – multisectorialidad - multidisciplinariedad y la participación social, sin olvidar el principio de autonomía del individuo y la responsabilidad colectiva en salud y alimentación (Alzate, 2006).
La educación alimentaria y nutricional constituye una estrategia en la formación humana para la vida, que debe considerar o asumir, los aspectos biológicos, sociales, culturales, económicos y geohistóricos, a fin de nutrir la visión de la salud –o para la salud- en las comunidades, escuelas y universidades, y así atender adecuadamente el compromiso de la educación en la promoción de hábitos saludables en los niños y niñas desde la infancia y durante toda la vida, con el compromiso de maestros y la familia en general.
   Para el logro de lo anterior las Escuelas deben convertirse en lugares de movilización social para una adecuada nutrición; estar orientadas a las transformaciones curriculares, reafirmación de valores, tradiciones, costumbres propias del entorno y fomentar un espíritu crítico para la toma de decisiones favorables en materia nutricional. Por ello la Escuela juega un papel trascendental para el adecuado establecimiento de hábitos nutricionales, ya que sólo a través de un proceso de concienciación y toma de decisiones es que podrán estructurarse entornos nutricionales que conlleven a una vida saludable (De Tejada y col, 2013).
  En síntesis, la resonancia de la Educación Alimentaria y Nutricional en las dimensiones socioculturales y educativas debe iniciarse desde el propio concepto de nutrición en el sentido de su papel destacado en la salud de la población. Por lo tanto la proyección de la educación alimentaria se debe iniciar en las edades tempranas y hacer énfasis en los grupos que inciden en ellos, la familia, la escuela y el maestro.

Propósito:
  La actividad de esta línea está orientada al estudio,  análisis y discusión desde las diferentes dimensiones que interactúan con el acto alimentario. Pudiéndose abordar su comprensión e interpretación desde perspectivas culturales, sociales, biológicas, geohistóricas, económicas, psicológicas y su vinculación con la pedagogía de la alimentación, en el marco de la promoción de hábitos saludables de alimentación y nutrición.
  Promover la investigación sobre la alimentación y la nutrición en diversos campos del conocimiento, pedagogía, antropología, historia, ambiente, psicología. Por ello, la alimentación y nutrición como eje temático inter-transdisciplinario permite proponer experiencias desde diferentes enfoques: estrategias de enseñanza, evaluación de programas, intervención comunitaria, gerencia educativa, currículum, servicio comunitario y formación docente en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo venezolano.
 
Vinculación con la agenda de Investigación:
Dentro de las políticas de Investigación y Postgrado se destacan como vinculantes
.- Generar proyectos que respondan a la realidad comunitaria y sus procesos de cambio y transformación.
.- Por otra parte al revisar  las Políticas Alimentarias y Nutricionales en la Revolución Bolivariana y en el Plan Estratégico Nacional de Nutrición, para el Gobierno Bolivariano de Venezuela (2010). Entre las políticas alimentarias y nutricionales, se encuentran dos componentes claves para la nutrición: la alimentación y la nutrición propiamente dicha. La alimentación tiene como centro el abastecimiento adecuado, suficiente y de calidad de los alimentos a nuestra población. La nutrición tiene dos grandes dimensiones: la promoción de la salud y la prevención, para reparar el daño nutricional ya existente en déficit o exceso y sus consecuencias.
   Adicionalmente en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación (Plan de la Patria 2013-2019), se preve en este marco: (a) Asegurar la salud de la población desde la perspectiva de prevención y promoción de la calidad de vida, teniendo en cuenta los grupos sociales vulnerables, erarios, género, estratos y territorios sociales. Y (b) Asegurar una alimentación saludable, una nutrición adecuada a lo largo del ciclo e vida. O que plantea líneas de acción prioritarias para el sector educativo y la formación docente.

Problemas que aborda:
  • Diseño de estrategias para la promoción de hábitos de alimentación saludables
  • Diseño y evaluación de programas, materiales educativos impresos, recursos instruccionales en materia alimentaria y nutricional.
  • Diagnóstico pedagógico sobre el abordaje de la alimentación y nutrición en contextos educativos formales/informales, convencionales/no convencionales.
  • Estudio de aspectos socioculturales y geohistóricos de los alimentos y la alimentación en contextos específicos, con énfasis en el estado Miranda.
  • La tradición oral y la cultura gastronómica de las comunidades ubicadas en el contexto del estado Miranda.
  • Propuestas de solución a problemas concretos de las comunidades en materia alimentaria y nutricional, a través de intervenciones pedagógicas.
  • Estudio y construcción de la teoría educativa en el campo de la salud, alimentación y nutrición, que este debidamente explorada y validada; a partir de propuestas orientadoras y líneas de reflexión pedagógica sobre el tema.
  • Desarrollo de programas orientados a subsanar las deficiencias y debilidades en materia de alimentación, nutrición, seguridad alimentaria y promoción de hábitos saludables de alimentación.
  • Diseño de propuestas, a los diferentes entes gubernamentales y no gubernamentales, que apoyen los canales de comunicación orientados al fomento de mensajes positivos sobre la promoción de hábitos de alimentación saludables desde la etapa de la gestación.
  • Promover proyectos pedagógicos que se centren en los alimentos, la educación alimentaria y nutricional, la formación docente y de especialistas en el área

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