jueves, 29 de marzo de 2018

El cambur, nuestra musa nutricional

La región originaria de los cambures o bananos en general se encuentra en la zona Indomalaya. En forma silvestre aún se encuentran allí las dos especies originarias. Musa acuminata y Musa balbisiana, de cuyos cruces y cultivos han surgido las variedades actualmente existentes. Pertenece a la familia de las Musaceae, a la cual también pertenece el plátano Musa paradisiaca (fruta del paraíso).
De su lugar de origen, fueron llevados por los árabes al África, y de aquí pasaron en 1510, a las islas Canarias gracias a los navegantes portugueses. En el año 1516 fueron traídos a Santo Domingo, de donde pasaron a los países tropicales y al resto de Sudamérica donde se han adaptado admirablemente. 
El cambur o banano(a), Musa sapientum (fruta del hombre sabio, basado en la leyenda hindú que decía, que los sabios descansaban a la sombra de estos árboles y se alimentaban de sus frutos), posee muchas variedades y nombres, las cuales difieren mucho en Venezuela, de acuerdo con el tamaño y color del fruto.
Encontramos el cambur manzano (tamaño regular, color amarillo, grueso, piel fina, amarilla, sin aristas), cambur titiaro o bocadillo (pequeño, muy dulce, piel fina, amarilla, sin aristas y con puntos negros al madurar), cambur quinientos (grande, de color verde), cambur mataburro (de tamaño regular, grueso, marrón o morado, se come sancochado), cambur guineo o pineo (de tamaño regular, amarillo, con más de tres aristas), guineo negro (usado para curar males estomacales), cambur cuyaco (largo, con tres aristas), topocho, locho, tres filos o hartón (de frutos grandes y gruesos, forma triangular cuando se cortan, de color am amarillento-rosado).
La mayoría de ellos se comen crudos, y algunos como el guineo negro y el topocho, se comen sancochados o de otras formas.
Características nutricionales del cambur
El cambur contiene tres azúcares naturales: sacarosa, fructosa y glucosa, así como también fibra y por consiguiente, eleva los niveles de energía de manera inmediata, sostenida y substancial.
Las investigaciones han comprobado que apenas dos cambures proporcionan suficiente energía para enfrentar un vigoroso ejercicio de entrenamiento de 90 minutos. Con razón el cambur es la fruta preferida de los grandes deportistas del mundo.
Pero el aporte de energía no es la única manera en que el cambur puede ayudar a mantenernos en forma. También puede ayudar a sobrevenir o prevenir muchas enfermedades y condiciones, haciéndolo imprescindible en la dieta diaria.
Esta singular fruta tropical tiene un contenido muy alto de potasio, pero es baja en sal, haciéndola el alimento perfecto para ayudar a vencer la tensión arterial alta.  Al compararlo con la manzana, tiene 4 veces más proteínas, el doble de carbohidratos, el triple de fósforo, cinco veces más vitamina A y hierro y el doble de las otras vitaminas y minerales.
La Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA), permite que la industria bananera afirme oficialmente que esta fruta es capaz de reducir el riesgo de la tensión arterial alta y de la apoplejía.
Según la revista médica Journal of Medicine, el comer cambures, como parte de la dieta regular, puede disminuir el riesgo de muerte por apoplejía hasta en un 40%. El cambur es un alimento que forma parte de la dieta para los desórdenes intestinales por su textura blanda y su suavidad.
Es la fruta cruda que se puede comer sin sufrimiento en los casos de úlcera crónica. También neutraliza la hiperacidez y reduce la irritación, ya que recubre las paredes del estómago.
El cambur tiene un alto contenido de hierro y puede estimular la producción de la hemoglobina en la sangre, mejorando de esta manera los casos de anemia. Tiene un efecto antiácido natural en el cuerpo. El hierro es esencial para el desarrollo intelectual óptimo y coadyuva en los procesos de Aprendizaje. También aumenta el rendimiento físico.
En vez de untarse crema para picadas de insectos, pruebe con frotar el área afectada con la parte interior de la concha de un cambur. Muchas personas encuentran que esto asombrosamente reduce la hinchazón y la irritación.
Por su alto contenido de fibra, el incluir los cambures en la dieta puede ayudar a restablecer la acción intestinal normal, ayudando así a sobrevenir el problema sin necesidad de recurrir a los laxantes.
Según una encuesta reciente llevada a cabo entre personas que sufrían de depresión, muchos se sentían mejor después de comer un cambur. Esto se debe a que el cambur contiene Triptófano, un tipo de proteína que el cuerpo convierte en Serotonina, la cual, como se sabe, le hace relajarse, mejora su estado de ánimo y en general, le hace sentirse más feliz.
El cambur tiene un alto contenido del Complejo Vitamínico B, el cual ayuda a calmar el sistema nervioso. Para el Síndrome Premenstrual, olvídese de los medicamentos y cómase un cambur. La vitamina B6 que contiene el cambur regula los niveles de glucosa en la sangre, los cuales pueden afectar su estado de ánimo. Muchas otras culturas consideran el cambur una fruta refrescante que puede bajar tanto la temperatura física como el temperamento emocional de las mujeres embarazadas. En Tailandia, por ejemplo, las mujeres embarazadas comen cambures para asegurar que sus bebés nazcan con un temperamento tranquilo.
Estudios efectuados en el Instituto de Psicología de Austria, encontraron que las presiones de trabajo originan el consumo excesivo de alimentos como el chocolate y las papitas fritas. Al observar a 5.000 pacientes hospitalizados, los investigadores encontraron que era más probable que los más obesos tuvieran trabajos con mucha presión. El informe concluyó que, a fin de evitar las ansias de comer inducidas por el pánico, necesitamos controlar el nivel de azúcar en nuestra sangre con meriendas cada dos horas de alimentos con un alto contenido de carbohidratos, tales como los cambures, a fin de mantener el nivel de azúcar estable.
El potasio es un mineral esencial que ayuda a normalizar el ritmo cardíaco, envía oxígeno al cerebro y regula el balance hídrico del cuerpo. Cuando estamos estresados, nuestro índice metabólico aumenta, reduciendo nuestros niveles de potasio. Estos pueden balancearse de nuevo con la ayuda de una merienda de cambures.
El cambur puede ayudar a las personas a dejar de fumar, puesto que sus niveles altos de Vitamina C, A, B6 y B12, así como de potasio y de magnesio, ayudan al cuerpo a recuperarse de los efectos de la abstinencia de la nicotina.
En el año 2005, 200 estudiantes alemanes recibieron ayuda en sus exámenes mediante el consumo de cambures en el desayuno, durante el recreo y en el almuerzo, en un intento por aumentar su capacidad intelectual. Las investigaciones han demostrado que el alto contenido de potasio de esta fruta puede ayudar en el aprendizaje, ya que hace a los alumnos más despiertos.
Hasta para el ratón (resaca, o malestar por beber en exceso). Una de las maneras más rápidas de combatirlo, es una merengada de cambur endulzada con miel de abeja. El cambur calma el estómago y, con la ayuda de la miel, aumenta los reducidos niveles de azúcar en la sangre, mientras la leche calma y rehidrata su sistema.
Al cambur se lo puede someter a un proceso de deshidratación. Esta fruta deshidratada concentra aún más su valor nutricional original, así como sus propiedades medicinales: Calorías: 280; Proteínas: 4 g. Lípidos: 1,35 g. Hidratos de carbono: 74 g. Fibra: 2 g. Minerales: Calcio, fósforo, hierro, potasio. Vitaminas: A, C. 



Fuente:
Cartay, Rafael (2005). Diccionario de  cocina Venezolana. Alfadil Editores. Venezuela
Hoyos, Jesús (1994). Frutales de Venezuela. Sociedad de Ciencias Naturales la Salle. Venezuela
Pineda, Yván (2008). La alimentación en la Especie Humana. La Educación Alimentaria y Nutricional una estrategia interdisciplinaria en la formación docente. Colección Retos y Logros N° 13. UPEL-IPMJM Siso Martínez-Subdirección de Investigación y Postgrado.


jueves, 22 de marzo de 2018

Deficiencia de yodo en embarazadas y lactantes

El yodo es un elemento traza esencial para la producción de hormonas tiroideas (HT), triyodotironina (T3) y tiroxina (T4). Estas hormonas tienen un papel muy importante en el crecimiento y desarrollo temprano de la mayoría de los órganos, en particular del cerebro durante las etapas embrionaria, fetal y postnatal.
La deficiencia de yodo (DY) ocasiona una serie de trastornos conocidos como trastornos por DY, entre los que destacan el bocio endémico, hipotiroidismo, cretinismo y anomalías congénitas. A pesar de los grandes avances logrados en la lucha contra esta carencia nutricional, basados en la fortificación de la sal común, aún persiste la deficiencia de este mineral durante periodos de la vida como los del embarazo, lactancia y en niños menores de dos años, caracterizados por sus elevados requerimientos nutricionales.
Una adecuada ingesta de yodo es particularmente importante para los niños que reciben lactancia materna exclusiva, ya que en ellos la leche materna (LM) es la única fuente de yodo. La carencia de yodo durante el embarazo y el postparto conduce a déficit neurológico en los niños, y es la principal causa de retardo mental prevenible en el mundo.
Nutrición materna
La nutrición de la madre es un importante determinante del crecimiento en los niños, y en países en desarrollo se han reportado alteraciones dentro de un periodo crítico de 1000 días, que abarcan desde la concepción hasta los dos años de edad.
El yodo, presente en pequeña cantidad en la mayoría de los alimentos, es absorbido en el tracto digestivo, pasa a la circulación sanguínea y por medio de una proteína que transporta el yodo, penetra de forma activa al interior de la célula tiroidea y de otros tejidos extra tiroideos, como los de placenta y glándula mamaria.
La ingesta materna de Yodo y Selenio está relacionada positivamente con sus concentraciones en LM, no habiendo evidencia convincente de que la concentración de otros elementos traza en LM sea afectada por la dieta de la madre. El Selenio es un elemento esencial, presente en altas concentraciones en la tiroides.
La concentración de otros minerales como el Calcio, Fósforo, Magnesio, Sodio y Potasio en LM no es afectada por la dieta. Sin embargo, se ha llamado la atención, para destacar la importancia del riesgo de deficiencia de Hierro en infantes nacidos de madres deficientes en este mineral, así como de anemia por deficiencia de hierro en niños que han recibido lactancia materna exclusiva, por lo que se hace necesario conocer el estado nutricional del Hierro. Sin embargo, aunque la organización mundial de la salud (OMS) ha enfatizado la importancia de prestarle mayor atención a la nutrición de la mujer lactante, esto en la práctica se lleva a cabo pocas veces.
La OMS, ha definido varios indicadores, para el estudio de las prácticas de alimentación de lactantes y niños pequeños:
• lactancia materna exclusiva de menores de seis meses
• continuación de la lactancia materna al año de vida
• lactancia materna continuada a los dos años.
• Inicio temprano de la lactancia materna.
La OMS describe el periodo de alimentación complementaria como aquel durante el cual, se proveen otros alimentos o líquidos además de la leche materna. Antes del año 2001, la OMS recomendaba que los niños fueran alimentados con lactancia materna exclusiva hasta los 4-6 meses de edad.
En mayo de 2001, la Asamblea Mundial de la Salud pide a sus estados miembros, promover la lactancia exclusiva por seis meses, como una recomendación global de salud pública. En 2003, la OMS modifica esta recomendación, ya que, aunque mantiene la lactancia exclusiva los primeros seis meses y la introducción de alimentos complementarios a partir de esta edad, amplía el periodo de lactancia hasta los primeros dos años del niño.
La Academia Americana de Pediatría, reafirma su recomendación de lactancia Materna exclusiva durante seis meses, seguida de un periodo de alimentación complementaria y continuando con lactancia materna durante un año o más, según lo deseen mutuamente la madre y el niño.
En Venezuela, la legislación define la lactancia materna óptima, como la práctica de la lactancia materna exclusiva a libre demanda durante los primeros seis meses de edad del niño o niña, seguida de la provisión de alimentos complementarios, manteniendo la lactancia materna hasta los dos años de edad.
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Nutrición halló, que solo 27,86 % de los niños venezolanos menores de seis meses recibió lactancia materna exclusiva y la alimentación complementaria hasta los dos años, resultó inoportuna, inadecuada y mal administrada.
En países de bajos y medianos ingresos, las personas más pobres tienden a amamantar por más tiempo que sus homólogas más ricas en todos los grupos de países, pero especialmente en los de ingresos medios. De allí que el interés manifiesto de los organismos de salud y alimentación, por extender hasta dos años la lactancia materna, debe ir acompañado no solo de la promoción de una adecuada alimentación complementaria en el niño, sino también de la vigilancia y monitoreo de la nutrición de la madre lactante.
La diversificación de la dieta, una de las estrategias establecidas para corregir la malnutrición por deficiencia de micronutrientes, debe ponerse en práctica en el caso del lactante menor de seis meses, brindando protección, apoyo y estímulo a la lactancia humana y enfatizando en la salud y la buena nutrición de la madre.
En la prevención del déficit de nutrientes en los niños debe contemplarse, entre otros aspectos, el apoyo especializado a todas las madres lactantes para que inicien la alimentación complementaria con alimentos adecuados, oportunos e inocuos, sin abandonar la lactancia materna hasta los dos años, vigilando el cumplimiento del código Internacional de comercialización de sucedáneos de la leche materna, protegiendo así a las madres y sus hijos de influencias comerciales inapropiadas.
Los requerimientos maternos de yodo durante el periodo de lactancia se incrementan para lograr un adecuado aporte tanto a la madre, como al niño lactante en desarrollo a través de la LM. Consecuentemente, la OMS, la Fundación de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Consejo Internacional para el control de los trastornos por deficiencia de yodo, definen como 250 µg/día la ingesta adecuada de yodo para la madre lactante. Estudios realizados en recién nacidos, han establecido una ingesta requerida de yodo para mantener un balance positivo, de 15 µg/ Kg/d en niños a término y de 30 µg/Kg/d en niños pretérmino.
Nuevos valores de referencia de yodo para la población venezolana se adoptaron en una reciente revisión. En ella se establecieron los valores de Ingesta dietética recomendada, el valor de referencia para las mujeres que lactan es 290 µg/d, un poco mayor a la ingesta adecuada de yodo definida por OMS- UNICEF.
También se ha reportado, en poblaciones con un adecuado programa de yodación de la sal, suficiencia de yodo en escolares y embarazadas, pero con DY en madres lactantes y alto riesgo de DY en niños de 6-12 meses que recibieron alimentación complementaria sin un adecuado contenido de yodo.
En áreas de moderada a severa DY, los niños menores de dos años han presentado una prevalencia de hipotiroxinemia cuatro veces mayor que la de sus madres lactantes, mujeres en edad reproductiva y gestantes. Es necesario vigilar la yodación de la sal y realizar el monitoreo de la situación nutricional del yodo,  en niños en edad escolar, embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y en niños menores de dos años, vigilando tanto situaciones de deficiencia como de exceso).
Para la OMS, la estrategia de fortificación de la sal común con yodo resulta ser la más práctica, efectiva y económica para corregir la DY, cuando se aplica mediante la yodación universal de la sal (YUS), entendida como la yodación de toda la sal destinada al consumo humano y animal, de forma directa y a través de los alimentos procesados industrialmente.
En muchos países y regiones, se ha corregido la DY sin haberse alcanzado el 90 % de consumo de sal adecuadamente yodada (> 15 ppm de yodo) en los hogares, situación ocurrida probablemente por el consumo de otras fuentes de yodo, como el pan, pescado, leche de vaca y sus derivados. Basados en la evidencia de algunos países, donde los requerimientos de los grupos más vulnerables como lo son las embarazadas, mujeres en lactación y niños de 6-24 meses de edad no son alcanzados en ocasiones mediante la sal yodada, se han recomendado estrategias complementarias como la suplementación con yodo, aunadas al fortalecimiento de los programas de YUS, para asegurar una nutrición óptima en estos grupos poblacionales.
Otros factores inciden en la recurrencia o permanencia de una nutrición inadecuada de yodo en países o regiones. Entre ellos, el deterioro de la situación socio económica, pobres conocimientos y malas prácticas o hábitos alimentarios. Por ello se hace necesario educar a la mujer en edad fértil, sobre la importancia del yodo en la nutrición, como parte de una estrategia de salud pública dirigida a reducir la DY.
Las adolescentes gestantes constituyen un grupo de mucho mayor riesgo, y mientras menor sea el periodo postmenarquia de la gestación, mayor será el riesgo de desnutrición debido a que sus necesidades de energía y nutrientes son mayores, por no haber culminado aún su crecimiento, una situación de gran relevancia en Venezuela, donde se presenta una alta tasa de fecundidad en adolescentes, la más alta de Suramérica.
Recientemente una encuesta realizada en hogares venezolanos, reveló que 81% de los hogares resultaron con algún nivel de pobreza y orientaron mayormente la compra de alimentos hacia los cereales, con reducción en la adquisición de proteínas de origen animal, así como de leguminosas y frutas, en un entorno de bajas disponibilidades y/o dificultades para el acceso a los alimentos y medicinas, situaciones que potencialmente afectan el estado nutricional de niños menores de dos años y sus madres en lactación, muchas de ellas adolescentes.
Al inicio de la lactación, la Concentración de Yodo en Leche Materna (CYLM) es más elevada, de allí que el calostro contenga mayor cantidad de yodo que la leche madura. Pero el hábito tabáquico de la mujer lactante puede afectar la transferencia del mineral a la LM. Se ha demostrado que el fumar durante la lactancia, se asocia a una reducción de la CYLM. Además, las madres fumadoras presentan niveles altos de tiocianatos, que interfieren el transporte de yodo a la glándula mamaria.
Por ello se hace necesario destacar: (a) los requerimientos de yodo en la mujer lactante casi duplican los de una mujer adulta no embarazada, (b) la concentración de yodo en la leche está determinada por la ingesta de la madre, (c) la reducción del consumo de sal para prevenir enfermedades cardiovasculares y la escasa educación nutricional dirigida a las madres, pueden conducir a disminuir la ingesta del yodo presente en alimentos naturales o fortificados, (d) los requerimientos de yodo en niños menores de 2 años son mucho más elevados en relación a su peso corporal, comparados con otros grupos de edad, (e) la carencia de yodo durante el embarazo y lactancia afecta el desarrollo neurológico y motor desde las primeras etapas de la vida y es la primera causa mundial prevenible de retardo mental.

Fuente:

Luis Caballero, (2017). Deficiencia de yodo en mujeres lactantes. Archivos Venezolanos de Puericultura y Pediatría; Vol 80 (2): 62 – 68. http://www.svpediatria.org/repositorio/publicaciones/2017/AVPP%2080-2.pdf

jueves, 15 de marzo de 2018

Comer como comportamiento automático

Tal vez el aspecto más desconcertante y frustrante de la epidemia de la malnutrición (por déficit y/o por exceso), es el contraste entre nuestra comprensión de la biología del problema y de nuestra incapacidad para detener la epidemia.
La epidemia de obesidad sólo ha aumentado en las últimas décadas debido a la disminución en los niveles de actividad física, un aumento en el consumo de calorías, o ambas cosas. Los esfuerzos para tratar y prevenir la obesidad dependen en gran medida de educar a las personas para regular su consumo de alimentos a través de medios tales como la difusión de directrices generales sobre nutrición, promoción de dietas a la medida, y el etiquetado de alimentos con información nutricional.
El continuo crecimiento de la epidemia a pesar del empleo de estas técnicas debe hacer que la gente cuestiona la hipótesis que lo sustentan. El supuesto fundamental es que, dada la información y la motivación, las personas pueden reducir con éxito su ingesta de alimentos para que coincida con su gasto de calorías a largo plazo. Este supuesto, a su vez implica que el comer es un acto consciente. Una hipótesis alternativa es que el comer es un comportamiento controlado por el medio ambiente en lugar de por el individuo.
Muchos estudios en los últimos años han demostrado las poderosas influencias del medio ambiente sobre la cantidad de alimento que consume la gente. El tamaño de las porciones, parecen ser muy importante para los patrones de consumo, las personas sirven porciones más grandes y simplemente comen más alimentos, independientemente de su peso corporal y sin importar el alimento, el establecimiento de comida, o el calendario de otras comidas.
La tentación de comer los alimentos que están a la mano o fácilmente disponibles, es tan fuerte que los seres humanos comen más, incluso si la comida sabe mal. Más allá del tamaño de la porción, un principio es que la cantidad de alimento consumido aumenta a medida que el esfuerzo para comerlo disminuye, aun cuando las diferencias en el esfuerzo sean más pequeños.
De hecho, según una estimación, el aumento de peso medio de la epidemia de obesidad en las últimas dos décadas  podría ser causada por un exceso diario de kilocalorías sólo de 100 a 150 kcal.
La mera visión de los alimentos puede estimular a la gente a comer. Por ejemplo, los investigadores demostraron que los oficinistas comieron 3,1 más chocolates (un total de 75 kcal) cuando los caramelos se colocaron en sus escritorios en frascos transparentes que cuando el caramelo fue colocado en recipientes opacos, esto  demuestra que las señales ambientales influyen en la frecuencia y la cantidad de lo que come y que las personas no suelen reconocer esas señales.
El contexto en que se lleva a cabo el acto de comer también puede influir en gran medida en los patrones de consumo. Cuanto más larga sea la comida, la gente come más. La cantidad de alimento que las personas comen está directa y fuertemente relacionada con el número de personas que comparten la comida. Comer con otras personas también introduce otros efectos de gran alcance social.
Comportamientos automáticos
Los seres humanos han limitado las capacidades cognitivas, con la capacidad de proceso de forma consciente sólo entre 40 y 60 bits de información por segundo - equivalente a una frase corta. Sin embargo, su capacidad de transformación completa, que incluye el sistema visual y el inconsciente, se estima en 11 millones de bits por segundo. Por lo tanto, el cerebro necesita mecanismos que no requieren la conciencia cognitiva para percibir el entorno y reaccionar ante ella.
De hecho, la capacidad de los seres humanos para ser eficaces, no sólo depende de su capacidad para pensar en abstracto y creativamente sino también en su capacidad para liberar su mente para pensar, mediante la asignación de tareas de rutina para reducir la participación de cerebro. Por lo tanto, las conductas no cognitivas no son un signo de debilidad, sino más bien una adaptación que permite a los seres humanos ser una especie única de producción.
En los últimos años, los psicólogos han desarrollado una mayor comprensión de los comportamientos automáticos, que pueden ser definidos como aquellos que operan sin la dirección cognitiva. Una gran cantidad de esfuerzo mental es necesaria para tomar decisiones conscientes y luego ponerlas en práctica en forma de comportamientos. La mayoría de nuestras respuestas a nuestro medio ambiente puede entenderse como comportamientos automáticos.
Los seres humanos sonríen o ríen cuando se divierten, fruncen el ceño cuando están molestos, se sorprende cuando es sorprendido por un ruido fuerte, y tensa los músculos cuando se ven amenazados, todos, sin tomar una decisión consciente o estar al tanto de la conducta.
Se han definido cuatro características de los comportamientos automáticos: 1) ocurren sin conciencia, 2) se inician sin intención, 3) que siguen una vez iniciado, sin control, y 4) funcionan de forma eficaz o con muy poco esfuerzo. Sin embargo, no todos estos criterios son necesarios para un comportamiento que se considere automático.
Estudios sobre el consumo de alimentos indican que comer debe ser visto como una conducta automática. La gente generalmente no es consciente de lo mucho que están comiendo.
La gente ciertamente puede negarse al postre o resistir la tentación de los chocolates en el frasco sobre la mesa. Todas las conductas automáticas pueden ser controladas de forma temporal. Pero la cantidad de esfuerzo necesario para que se abstengan de comer cuando la comida está presente es importante, y es casi imposible de sostener en el largo plazo.
Nuestra dificultad como sociedad de aceptar la fuerza de nuestro ambiente y cómo influye en el comer, puede provenir de nuestra incapacidad para reconocer y nuestra negativa a aceptar nuestra propia comida, como una conducta automática.
Nosotros culpamos a nuestra falta de voluntad en la incapacidad para mantener una dieta, cuando es más probable que nuestras respuestas automáticas a las señales en todas partes para comer y la disponibilidad de alimentos baratos, densamente calóricos, son responsables.
Una visión revisada de comer como una conducta automática, en contraposición a un comportamiento que los seres humanos pueden autorregularse, tiene profundas implicaciones para nuestra respuesta a la epidemia de obesidad. De hecho, los investigadores han descrito los altos niveles de comercialización de los alimentos, la accesibilidad, y la cantidad como el "ambiente tóxico" en la raíz de la epidemia de obesidad.
Este concepto sugiere que los enfoques educativos o de motivación para reducir el consumo de la población, como el Trompo de los Grupos de Alimentos (guía alimentaria para Venezuela), el etiquetado nutricional y consejería dietética, seguirán fracasando. En lugar de estos enfoques, para reducir el consumo debemos disminuir la accesibilidad, visibilidad, o las cantidades de alimentos a los que las personas están expuestas y reducir las señales de nuestro ambiente para promover la alimentación.
Los mejores enfoques incluyen la reducción de tamaño de las porciones, limitar el acceso a los alimentos listos para comer, limitando la disponibilidad de los aperitivos en las escuelas y los lugares de trabajo, y la reducción de la publicidad de alimentos. Puesto que los seres humanos parecen ser muy sensible a pequeños cambios en el entorno alimentario, estas modificaciones no tienen que ser grandes para ser eficaz. Además, debido a la naturaleza automática de comer y porque la gente está actualmente consumir más calorías que necesitan, estos cambios - una vez en vigor - no podría ser observado. Esta perspectiva representa nuestra mejor esperanza para controlar la epidemia de obesidad.

Fuente: Deborah Cohen, MD, MPH and Thomas A Farley, MD, MPH (2007). Comer como comportamiento automático. Prev Chronic Dis. 2008 January; 5(1): 

lunes, 12 de marzo de 2018

Temas de interés en la Educación Alimentaria y Nutricional

Los 25 artículos más visitados de los 150 publicados
entre marzo 2015 y febrero 2018

En estos tres años de existencia, hemos orientado nuestros esfuerzos a contribuir, aportar, difundir, sensibilizar y participar del proceso de educar y formar a nuestra población y en especial a nuestros docentes, en el tema de la alimentación y nutrición, desde el nivel de Educación Inicial hasta la Educación Superior, en ambientes convencionales y no convencionales, con énfasis en la formación, actualización y capacitación permanente del docente de los diferentes niveles y modalidades para el Sistema Educativo Venezolano, permitiendo revalorar a la Educación Alimentaria y Nutricional como factor determinante de la salud y la calidad de vida, presente y futura de nuestros ciudadanos.
Una muestra de lo anterior se puede hallar en estos trabajos que han sido considerados por nuestra audiencia, los de mayor relevancia e interés en este tiempo.
Gracias por su apoyo
Siempre a su orden
Ernesto De La Cruz y Albino José Rojas Piñango


Publicado: 02 de julio de 2015 (1.768 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 01
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 01
Publicado: 30 de junio de 2015 (1.743 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 06
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 03

Publicado: 21 de abril de 2015 (1.569 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 07
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 02
Publicado: 09 de junio 2016 (730 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 201: 05
Publicado: 26 de mayo de 2016 (953 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 13
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 09                 

Publicado: 07 de julio de 2015 (908 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 04
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 04

Publicado: 21 de julio 2015 (853 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 02
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 06

Publicado: 21 de julio 2015 (848 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: no aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: No aparece
Publicado: 14 de abril de 2015 (768 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 08
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 14


Publicado: 16 de junio de 2015 (763 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 03
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 07

Publicado: 14 de enero de 2016 (726 visitas)
Posición en el anterior ranking Diciembre 2016: 16
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 10
Publicado: 26 de junio de 2015 (575 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: 05
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 12



Publicado: 21 de julio de 2016 (614 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 14

Publicado: 01 de diciembre 2016 (556 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 15

Publicado: 04 de junio 2015 (595 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: No aparece
Publicado: 09 de febrero 2017 (593 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 16

Publicado: 13 de octubre de 2016 (587 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 11


Publicado: 03 de noviembre 2016 (571 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 25

Publicado: 10 de noviembre 2016 (555 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 21

Publicado: 26 de junio 2015 (553 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: No aparece

Publicado: 02 de febrero (541 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 17

Publicado: 26 de enero 2017 (549 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 19

Publicado: 02 de febrero 2017 (549 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece
Posición en el anterior ranking. Julio 2017: No aparece
Publicado: 16 de febrero 2017 (526 visitas)
Posición en el anterior ranking. Diciembre 2016: No aparece Posición en el anterior ranking. Julio 2017: 22