miércoles, 30 de junio de 2021

Valoremos el agua. Comemos más agua de la que bebemos

El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordar la relevancia de este líquido esencial. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable. Esta celebración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible No 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.

Hoy en día, el agua está muy amenazada por el crecimiento de la población, las crecientes demandas de la agricultura y la industria, y el empeoramiento de los impactos del cambio climático. Mientras las sociedades equilibran las demandas de recursos hídricos, los intereses de muchas personas no se tienen en cuenta.

Este año el Día Mundial del Agua trata de lo que significa el agua para las personas, su verdadero valor y cómo podemos proteger mejor este recurso vital. La forma en que valoramos el agua determina cómo se gestiona y se comparte. El valor del agua es mucho más que su precio: el agua tiene un valor enorme y complejo para nuestros hogares, la cultura, la salud, la educación, la economía y la integridad de nuestro entorno natural. Si pasamos por alto alguno de estos valores, corremos el riesgo de gestionar mal este recurso finito e insustituible.

Comemos más agua de la que bebemos

La Fundación We are Water (Somos Agua), dedicada a fomentar una nueva cultura del agua que permita el desarrollo justo y una gestión sostenible de los recursos hídricos en el mundo, realiza numerosas acciones destinadas a paliar los efectos negativos derivados de la falta de este bien esencial para la vida en el planeta.

Para producir cualquier alimento se necesitan muchos litros de agua. No solo durante la producción, cría y/o cultivo sino también durante su procesamiento, transporte y posterior preparación –dice Xavier Torras, director de la Fundación–. Mediante la app We Eat Water pretendemos dar a conocer de forma práctica y didáctica, a través de varias recetas de cocina, la huella hídrica de los alimentos, para que seamos conscientes del volumen total de agua dulce que conlleva todo su proceso de elaboración.


Según esta aplicación, los won ton (una especie de raviolis chinos) rellenos de carne, por ejemplo, generan una huella hídrica de 5.804 litros de agua, y cierta receta de arroz israelí requiere de 1.441 litros de agua por ración.

Igualmente la producción de alimentos en la agricultura y ganadería constituye una dimensión de alto consumo de agua. Por ejemplo producir un kilo de: café (18.900 litros), carne de res (15.400 litros), carne de pollo (4.300 litros), queso (3.180 litros), arroz (2.500 litros), azúcar (1.780 litros), maíz (1.220 litros). https://thewaterweeat.com/.


De media, se estima que cada persona consume entre 2.500 y 5.000 litros de agua por día para producir el alimento que necesita. El problema es que, tal y como se desprende del informe de Naciones Unidas «Agua y seguridad alimentaria», el abastecimiento de esa gran cantidad de agua no está en absoluto garantizada.


Por ello cada 22 de marzo, en el Día Mundial del Agua, se pone en evidencia la necesidad de reflexionar sobre unas deficiencias hídricas que están generando graves crisis en zonas cada vez más extensas del mundo.

Fuente:

https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/dia-mundial-del-agua-2_5687

https://www.un.org/es/observances/water-day

miércoles, 23 de junio de 2021

Comer en familia: una costumbre saludable y gratificante

La comida familiar es el momento en el que se reúnen todos o casi todos los miembros de una misma familia para compartir una comida estructurada, independientemente de la hora en que se realiza; constituye una actividad central y un particular punto de encuentro en la vida diaria de sus miembros, vital para fortalecer la unidad y cohesión familiar. Es más, los estudios científicos avalan que comer en familia con frecuencia aporta importantes beneficios para la salud, la calidad de la dieta y la calidad de vida de los participantes.


La frecuencia de las comidas familiares ha descendido en las últimas décadas y están siendo desplazadas en cierta medida por las realizadas “en solitario”: comer solo delante de la computadora, en el automóvil, mientras se ve la televisión, se revisan los mensajes de texto, se habla por teléfono, se juega con diversos dispositivos.


Comer en familia se considera un factor de prevención de algunos problemas de salud, alimentación, trastornos de conducta y comportamiento. Desde el punto de vista nutricional comer en familia, con frecuencia, se asocia con el seguimiento de dietas más equilibradas y de mayor calidad y ciertas ventajas en el estado nutricional y de salud de las personas que lo frecuentan, especialmente niños y adolescentes, más vulnerables.

Los principales beneficios que las comidas en familia aportan a la salud, educación y comportamiento de niños y adolescentes se resumen a continuación:


- Lo que una familia come cuando se reúne, cómo y cuándo lo hace refleja su identidad y herencia cultural, étnica y religiosa. Cuando los niños participan en estas comidas comienzan a aprender más sobre esa herencia e historia familiar.

- Las comidas familiares pueden tener un impacto positivo en el desarrollo intelectual de los niños y en la adquisición de vocabulario de los más pequeños, afectando al rendimiento intelectual desde la infancia temprana a los diez años.


- Se encuentran menos casos de síntomas depresivos en niños y adolescentes que comen con mayor frecuencia en familia. Las comidas familiares les proporcionan mayor seguridad emocional, autoestima y sensación de control sobre sus vidas.

- Las comidas familiares se asocian con valores positivos en la juventud, mayor dedicación al aprendizaje, esfuerzo, solidaridad y cooperación con los más débiles.


- Comer en familia parece tener cierto efecto protector frente a algunos comportamientos de riesgo en la adolescencia (alcohol, drogas, violencia,…) que les dota de una utilidad importante para padres, educadores y organizaciones relacionadas con este tema.

A estos beneficios se le añaden otros relacionados con la calidad de la dieta:


    En primer lugar, las comidas en familia constituyen la base para elaborar los recuerdos de alimentación que se forman en la infancia y que perduran a lo largo de la vida, recogiendo las experiencias sensoriales que intervienen en la alimentación (tacto, gusto, olfato, oído y vista). Así, por ejemplo, el olor de un determinado alimento o preparación culinaria que comimos en nuestra infancia puede acompañarnos en la memoria durante toda la vida y determinar de alguna manera nuestras elecciones alimentarias (más o menos correctas).


    Las comidas familiares (frecuencia, lugar, orden, estructura) juegan un importante papel en la instauración y promoción de una alimentación saludable. La familia/los padres tienen un papel decisivo, por tanto, en la educación de los más pequeños de la casa para que adquieran hábitos alimentarios adecuados, hábitos que se mantendrán a lo largo de la vida de estos o, al menos, “suavizarán” los posibles efectos o costumbres negativos impuestos por el ambiente, el entorno alimentario y social en el que se desenvuelven los adolescentes.


    La investigación muestra que niños y adolescentes, de ambos sexos, y de distintas etnias, que comen con mayor frecuencia en familia siguen dietas de mayor calidad, con un mayor consumo de frutas y verduras, cereales integrales y alimentos ricos en calcio y un menor consumo de comidas preparadas así como menor prevalencia de comportamientos alimentarios extremos (ej. anorexia y bulimia).

Pautas dietéticas para tener comidas familiares saludables

A continuación se exponen algunas de las pautas y consejos más frecuentes que dirigidas a los padres, pueden ayudarles a tener comidas familiares con más frecuencia y que éstas sean más saludables desde el punto de vista de la calidad de la alimentación y el fomento de unos buenos hábitos alimentarios en ese entorno.


·      Considerar una gran prioridad sentarse a comer en familia y actuar en consecuencia a la hora de planear la agenda familiar (actividades extraescolares, planes de ocio…).

·      Establecer una hora “flexiblemente” fija que todos los miembros respeten para reunirse a desayunar/comer/cenar juntos.

·      Intentar comer toda la familia junta al menos una vez al día, normalmente en el mismo espacio del hogar (la cocina, el comedor).


·      Si no hay costumbre de comer en familia empezar poco a poco estableciendo la costumbre dos o tres veces por semana.

·      Disponer de tiempo suficiente; 1520 minutos a diario es suficiente, mucho más no; los más pequeños se cansarían. Y no sólo es importante la cantidad de tiempo dedicado sino la calidad.

·      En el fin de semana podemos alargar y planear menús algo más laboriosos que gusten; lo importante es disfrutar de la familia y por supuesto de la comida; no olvidemos que la alimentación no sólo es una necesidad sino un placer.


·      Comer “sentados” y charlar. Esto permite disfrutar de la comida, paladearla y masticarla bien.

·      Tratar de comer juntos alguna vez en horarios y sitios no convencionales (excursiones, meriendas improvisadas en el parque).

·      No sólo es importante comer en familia; también resulta esencial que la comida sea adecuada: comidas con suficiente calidad higiénica, nutricional, organoléptica y gastronómica. No hay que olvidar que comidas familiares son la ventana a la Gastronomía; los niños aprenden a relacionarse con la comida a través de las costumbres alimentarias que observan en el hogar.

·      La educación alimentaria de los niños pasa por enseñarles a disfrutar del placer de una comida sana. Para eso:


a. Huir de las comidas aburridas y monótonas. Los menús que se sirvan han de ser variados, que estimulen la experimentación de los niños con diferentes sabores, texturas y colores y que colaboren a enseñar a los niños a disfrutar de los alimentos.

b. Preparar los alimentos mediante diferentes procesos culinarios: a la plancha, fritos, cocidos, al horno.

c. Ir presentando a los más pequeños que se incorporan a la mesa familiar paulatinamente alimentos nuevos, con preparaciones distintas que no hayan probado antes, en pequeña cantidad (las guarniciones son una buena forma de hacerlo) de manera que vayan adaptándose a la alimentación del adulto.


·     Organizar o disponer de un recetario con recetas nutritivas que pueden elaborarse en poco tiempo (en el mismo que se tardaría en hacer bocadillos para toda la familia) para ponerlas en práctica entre semana.

·     Organizar el menú semanal para evitar imprevistos y asegurar la variedad.

·     Acostumbrarse a comer con agua como bebida de elección. Los refrescos y los productos lácteos azucarados dejarlos para ocasiones especiales.


·     El postre habitual de las comidas deber ser fruta fresca.

·     En las celebraciones alrededor de la mesa puedes sustituir los alimentos más ricos en grasas, azúcares y pobres en nutrientes, por alimentos saludables como brochetas de frutas.

·     Procurar no poner el salero ni el azucarero para añadir cantidades extras a lo que se presenta en la mesa. Así se disfrutará de los sabores auténticos de los alimentos.

·     Siempre algo verde en el plato.


·     Aprovechar los momentos más tranquilos para preparar comidas que luego se puedan congelar y utilizarse los días en que no haya sido posible cocinar.

·     La propia actividad de preparar la comida puede convertirse en una actividad compartida útil en la cohesión familiar.


·     Todas las actividades que rodean las comidas familiares (comprar, preparar alimentos, comer) propician la comunicación familiar. Además la etapa infantil y, especialmente la adolescencia, son perfectas para que los jóvenes se impliquen en la planificación, compra, preparación y cocinado adecuado de los alimentos, así como en la limpieza posterior, ya que en el ámbito de la seguridad de los alimentos, y en la prevención de las contaminaciones cruzadas, esto es de extraordinaria importancia.

·     Aprender qué alimentos hay en cada estación, familiarizarse con alimentos regionales, probar nuevas tiendas y mercados, permitir a los niños elegir alimentos y enseñarles a ser consumidores “inteligentes”.


Las comidas en familia son oportunidades para aprender y relacionarse. Para que sea más fácil, conviene tener en cuenta: a) Cuidar el comportamiento en la mesa. Enseñar a los niños buenos modales en la mesa no ha dejado de ser importante; b) Comer despacio. Recordar que es una oportunidad para que la familia pase un rato junta y que es necesario enseñar a los niños a ser conscientes de lo que comen, a utilizar las comidas en compañía como elemento de comunicación e integración social; c) La conversación debe ser agradable, manteniendo el sentido del humor y aprovechando para contar los sucesos del día, las experiencias de cada uno, los proyectos del fin de semana. Los mensajes educativos tienen más efecto cuando se hacen en tono constructivo, y  d) Evitar las distracciones de lo verdaderamente importante: olvidarse de la televisión, el teléfono y otros dispositivos. Interrumpen y anulan la conversación familiar.


Por todo esto es evidente que el fomento de las comidas en familia es una medida de promoción de la salud y como tal ha de ser considerada en las políticas sociales y de salud pública


Fuente:

Beatriz Beltrán de Miguel y Carmen Cuadrado Vives (2014). Comer en familia; hacer de la rutina salud. Departamento de Nutrición y Bromatología I. Facultad de Farmacia. Universidad Complutense de Madrid.

Disponible: http://www.thefamilywatch.org/informe-2014-1/

www.thefamilywatch.org/wp-content/uploads/Informe20141.pdf

miércoles, 16 de junio de 2021

El café puede combatir la obesidad y la diabetes

El consumo de café puede ayudar a las personas a combatir la obesidad y la diabetes, según un nuevo estudio de la Universidad de Nottingham. Ya que, se descubrió que esta bebida estimula el tejido adiposo marrón, también llamado grasa marrón, encargado de ayudar a las personas a permanecer delgadas. Esto es porque una de sus funciones principales es generar calor corporal al quemar azúcar y grasa.


Las personas con un índice de masa corporal más bajo, tienen una mayor cantidad de grasa marrón. Por otro lado, la grasa blanca es el resultado de almacenar el exceso de calorías. Los expertos la asocian con la obesidad y los trastornos metabólicos como la diabetes.

¿Cuál es la importancia del tejido adiposo marrón?

La grasa marrón funciona de manera diferente a otro tipo de grasas. Ya que, en el cuerpo produce calor al quemar el azúcar en respuesta al frío. Esto ayuda a mejorar el control del azúcar en la sangre y a perder peso. Sin embargo, nadie había encontrado una manera aceptable de estimular su actividad en humanos.


Este es el primer estudio en seres humanos que muestra que una taza de café puede tener un efecto directo en nuestras funciones de grasa marrón. Las posibles implicaciones de nuestros resultados son bastante grandes. Ya que, la obesidad es un importante problema de salud para la sociedad y también tenemos una creciente epidemia de diabetes. Por lo que, la grasa marrón podría ser potencialmente parte de la solución para enfrentarlos, agregó Michael Symonds líder del estudio.

Ahora es necesario determinar si la cafeína es uno de los ingredientes del café que actúa como estímulo o si hay algún otro componente que ayude con la activación de la grasa marrón. Actualmente estamos considerando los suplementos de cafeína para comprobar si el efecto es similar. Por lo que, una vez que hayamos confirmado qué componente es responsable de esto, podría potencialmente usarse como parte de un régimen de control de peso o como parte del programa de regulación de la glucosa para ayudar a prevenir la diabetes

¿El café beneficia a tu cuerpo?


El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo. Muchas personas necesitan una taza para iniciar sus actividades cada mañana. Además, esta bebida a medida que avanzan las investigaciones parece que sus beneficios son mayores que sus perjuicios. Pero beber demasiado café puede causar algunos efectos adversos en el cuerpo.

Aquí les compartimos algunas maneras en las que el café beneficia a tu organismo:


1. Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Farmacológica Mario Negri, en Italia, descubrieron que el consumo de café reduce el riesgo de cáncer de hígado en un 40%. Además reduce las probabilidades de desarrollar cirrosis hepática causada por el alcohol.

2. Un equipo de investigadores, del Beth Israel Deaconess Medical Center y la Escuela de Salud Pública de Harvard, concluyó que el consumo moderado de café protege contra la insuficiencia cardíaca.   Una taza de café al día reduce el riesgo de obstrucción de las arterias y ataques cardíacos.


3. El café se encuentra en el puesto número seis de los 50 principales alimentos que contiene antioxidantes. En la revista The American Journal of Clinical Nutrition. Los antioxidantes son factores de protección del cáncer y la aterosclerosis.


4. El café ayuda a las personas para que puedan adelgazar. La cafeína aumenta los niveles de adrenalina de nuestro cuerpo. Esta sustancia prepara al organismo para asumir un esfuerzo físico, por eso muchos atletas sienten cómo el café beneficia a su organismo y está presente en la mayoría de los suplementos alimenticios que ayudan a la quema de grasas.


5. Esta bebida ayuda a los individuos a concentrarse y focalizar su atención. El café ayuda a que las personas puedan desarrollar sus actividades tanto profesionales como sociales de manera más eficiente.


6. El café ayuda a prevenir la enfermedad de Parkinson. Un estudio realizado en el Instituto de Investigación de la McGill University Health Centre y publicado en la revista Neurology demostró que “la ingesta de café ha sido asociada a una incidencia significativamente menor de la enfermedad de Parkinson. La cafeína contenida en esta bebida puede ayudar a controlar el movimiento corporal en las personas que sufren esta enfermedad.

¿Por qué el café nos quita el sueño?

La cafeína es un estimulante que está presente en esta bebida y también en refrescos de cola, chocolates y algunos medicamentos utilizados principalmente como analgésicos. Incluso el café descafeinado contiene pequeñas dosis de cafeína.


La cafeína tiene un efecto estimulante, aunque depende de la cantidad consumida. Es importante aclarar que no se acumula en el cuerpo y permanece varias horas antes de ser eliminada y cesar sus efectos. La causa de que nos quita el sueño radica en que afecta a nuestro reloj biológico interno, denominado circadiano, que regula las fases de sueño-vigilia y nos dice cuándo debemos dormir y cuándo despertarnos.


Un equipo de la Universidad de Colorado-Boulder, de Estados Unidos, y del Laboratorio de Biología Molecular del Medical Research Council de Cambridge, de Inglaterra, muestra que la cafeína retrasa dicho reloj biológico en 40 minutos: es decir, la cafeína que contiene un “espresso” doble consumida tres horas antes de irnos a dormir retrasaría nuestros biorritmos en 40 minutos, lo que dificultaría nuestra capacidad para conciliar el sueño. (El café expreso también llamado café exprés, express, o solo y se caracteriza por su rápida preparación a través de una cafetera expreso y por un sabor y textura más concentrados).


Según Mariano de la Figuera, portavoz científico del “Centro de Información de Café y Salud”, los efectos de la cafeína comienzan a notarse a los 10 o 15 minutos después de su ingesta, alcanzan sus niveles máximos a la media hora ó 45 minutos y duran entre tres y nuevas horas, según la edad y el tipo de metabolismo de cada persona. Si bebes de 5 a 10 tazas de café descafeinado, se puede obtener tanta cafeína como el de una taza de café con cafeína.


Por otro lado, cada persona presenta una respuesta diferente a la cafeína, cantidades tan pequeñas como 250 miligramos logran estimular de manera excesiva a algunas personas, y otras que lo consumen de manera cotidiana desarrollan más tolerancia.

Fuente:

NATIONAL GEOGRAPHIC (2019).  El café puede combatir la obesidad y la diabetes. Disponible en:

https://www.ngenespanol.com/ciencia/el-cafe-combatir-obesidad-diabetes/

https://www.ngenespanol.com/salud/5-maneras-en-las-que-el-cafe-beneficia-a-tu-organismo/

https://www.ngenespanol.com/ciencia/por-que-el-cafe-quita-el-sueno/