jueves, 23 de julio de 2015

El ejercicio aeróbico mejora las conexiones del cerebro de los niños

Los niños que realizan ejercicio aeróbico presentan cambios estructurales de la materia blanca de su cerebro, que permiten una mayor capacidad y velocidad de comunicación y conexión entre las distintas regiones de este órgano, lo cual mejora significativamente el desarrollo de las funciones cognitivas.
Así lo señala un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, EE.UU., y publicado en la revista Frontiers of Neuroscience, el 19 de agosto de 2014.
Los hallazgos de estudios previos han demostrado que los niños con buenas aptitudes aeróbicas presentan un mayor volumen y desarrollo de la materia gris del cerebro, la cual se relaciona con los procesos de aprendizaje, razonamiento y memoria. El estudio que nos ocupa es el primero en su género en explorar el efecto de la actividad aeróbica en la materia blanca del cerebro de los niños.
Materia gris y materia blanca
Las neuronas son las células básicas del sistema nervioso. Presentan un cuerpo celular o soma del cual se originan unas prolongaciones cortas llamadas dendritas, y una prolongación única y larga denominada axón que conduce el impulso nervioso desde el soma hacia otra neurona, con la que se conecta a través de una unión funcional conocida como sinapsis.
A través de estas conexiones se forman redes complejas de circuitos neuronales en el sistema nervioso central, ya que cada neurona es capaz de comunicarse con muchas otras células nerviosas similares.
La corteza cerebral, que corresponde a la estructura más compleja del sistema nervioso, está constituida por materia gris (sustancia gris), la cual está integrada principalmente por los somas o cuerpos de las neuronas y las dendritas y está relacionada con los procesos de aprendizaje, razonamiento y memoria.
La materia blanca (sustancia blanca) esta compuesta por axones que están cubiertos por la mielina, una sustancia rica en grasas, que le proporciona a la materia blanca su color y, por otra parte, actúa como un aislante, al igual que la cobertura de los cables eléctricos.
El calibre de los axones y el grosor de la mielina que los recubre juegan un papel importante en la velocidad de la trasmisión de las señales nerviosas.
Por lo tanto, la integridad y las características de la estructura de la materia blanca son importantes para la trasmisión eficiente y veloz de los impulsos nerviosos entre las distintas áreas de la materia gris, así como para la integración de diferentes regiones del cerebro.
La materia gris carece de mielina y, por lo tanto, no es capaz de trasmitir rápidamente los impulsos nerviosos como lo hace la materia blanca.
Se ha investigado muy poco sobre la plasticidad de las fibras nerviosas de la sustancia blanca o su susceptibilidad a la intervención durante el desarrollo, a través de factores externos como, por ejemplo, el ejercicio aeróbico.
En vista de que se desconocía el efecto del entrenamiento aeróbico, durante la infancia, en la estructura de los trayectos de la sustancia blanca, los autores del estudio que nos ocupa decidieron investigar esa relación.
La tecnología demuestra la importancia de un cerebro bien conectado
Para lograr su objetivo los investigadores reclutaron 24 preadolescentes entre 9 y 10 años, de los cuales 12 presentaban muy buenas aptitudes aeróbicas, mientras que los otros participantes tenían una capacidad aeróbica muy baja.
Los autores seleccionaron niños que provenían de un estatus social y económico similares, un coeficiente intelectual parecido y descartaron los candidatos que presentaban problemas importantes de aprendizaje como el trastorno de hiperactividad con déficit de atención (THDA), así como aquellos que presentaban incapacidades físicas, trastornos neurológicos o consumían medicamentos que influían en las funciones del sistema nervioso central.
Los investigadores realizaron estudios de imágenes por resonancia magnética de difusión (diffusion MRI). Este método analiza la difusión del agua en los tejidos. En el caso de la materia blanca, una menor difusión del agua significa que el tejido es más fibroso y compacto, ambos rasgos deseables y positivos, ya que garantizan conexiones más eficientes y veloces.
El ejercicio mejora la comunicación entre regiones distantes del cerebro
Los autores analizaron la estructura de varios trayectos de sustancia blanca que comunican regiones distantes como el que conecta la corteza cerebral con tallo cerebral, el lóbulo parietal con el temporal o el que va del hemisferio izquierdo al derecho. Todos estos trayectos de materia blanca juegan un papel importante en las funciones de atención y memoria.
Los niños que reportaron un elevado desempeño aeróbico presentaron en el estudio de imágenes una mejor estructura de los trayectos de la materia blanca (más compacta y fibrosa), en comparación con aquellos de baja aptitud aeróbica.
Los investigadores no realizaron pruebas de función cognitiva, sin embargo, en un estudio previo habían demostrado una asociación entre la mejora de la aptitud aeróbica y las ganancias de la función cognitiva en tareas específicas y en el ámbito académico.
Estos hallazgos son sumamente importantes, ya que actualmente los niños y adolescentes son cada vez más sedentarios y el ejercicio aeróbico que realizan, con frecuencia, es insuficiente y de baja intensidad.
Igualmente, se ha observado una tendencia, por parte de algunos educadores y padres, a reducir o eliminar las actividades físicas programadas durante la jornada escolar, para favorecer el tiempo destinado a los temas académicos. Sin embargo, se ha demostrado que esta medida es contraproducente.
De hecho, se ha encontrado que un trayecto de materia blanca conocido como corona radiata, que conecta la corteza cerebral con el tallo cerebral (ubicado entre la parte posterior del cerebro y la médula espinal) se relaciona con el rendimiento de las matemáticas en el aula.
Por lo tanto, la eliminación o reducción de las oportunidades para practicar ejercicio físico aeróbico durante la jornada escolar, de acuerdo con los hallazgos del presente estudio, podría tener efectos perjudiciales en la estructura de los trayectos de materia blanca, y, por ende, desmejorar potencialmente el rendimiento escolar.

Conclusiones
Los niños que practicaron ejercicio aeróbico vigoroso regularmente presentaron una buena estructura e integridad de la materia blanca, lo cual facilita una mayor velocidad de trasmisión de las señales nerviosas entre las distintas regiones de la materia gris. Estos niños se destacaron en el desempeño de diferentes funciones cognitivas y en el rendimiento académico, en comparación con sus pares menos entrenados para el ejercicio aeróbico.
Igualmente, es importante recordar que otros factores como la obesidad, dormir pocas horas y otras afecciones que se observan cada vez con más frecuencia entre los niños y adolescentes como la hipertensión y la diabetes tipo 2 podrían afectar el desempeño cognitivo y el rendimiento académico.
Estudios previos han demostrado que los hábitos de vida saludables que incluyen el ejercicio físico regular, una dieta saludable y dormir entre 8 y 9 horas al día mejoran significativamente el rendimiento escolar y las funciones cognitivas en niños y adolescentes.
Los hallazgos de este estudio refuerzan la importancia del ejercicio durante el desarrollo y son una razón más para que los padres y maestros estimulen la actividad física programada dentro y fuera del entorno escolar.

Fuente:
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian

Mirador Salud. 02 septiembre, 2014

No hay comentarios.:

Publicar un comentario