jueves, 17 de marzo de 2016

El comedor escolar como medio de transmisión de información nutricional

El comedor escolar como entorno educativo dinámico puede jugar un papel fundamental en la transmisión de conceptos y conocimientos nutricionales y en su aplicación directa constituyendo, desde este punto de vista, un medio formativo complementario a los conocimientos adquiridos en el aula.
Evidentemente, el logro de este propósito requiere de un esfuerzo suplementario en la planificación y funcionamiento del servicio, pues no se tratará ya solo de que el comedor suministre menús agradables y sanos, sino también de crear y mantener medios a través de los cuales se comunique información nutricional al alumno, de forma que esta quede asociada al funcionamiento habitual y normal del comedor.
En este sentido, será fundamental por supuesto, la participación del profesorado, para la elaboración de estrategias, soportes y formas de comunicación y contenido de los mensajes nutricionales, así como el trabajo conjunto con los responsables de los comedores escolares.
Para este fin existen básicamente tres tipos de estrategias entre las que se destacan:
·  Suministrar información nutricional relacionada con los alimentos concretos que son servidos y ligada al mismo acto de servicio
·  Utilización del espacio del comedor para la exposición de carteles u otros medios gráficos con mensajes y conceptos nutricionales
·  Utilización durante el acto de comer de materiales especialmente diseñados para transmitir el mensaje nutricional
La primera opción es de especial utilidad cuando la modalidad del comedor es un espacio físico exclusivo para tal fin, aunque no se limita a esta, pues permite asociar la información nutricional a la exposición de los alimentos en las mesas y bandejas.
Dicha información puede tener distintas manifestaciones y niveles según los casos. La más general, y quizás una de las más útiles para fomentar una adecuada estructuración de la dieta en los niveles educativos elementales y medios es la de separar alimentos energéticos, plásticos y reguladores, e identificar cada grupo con un color determinado que quede claramente ligado al alimento expuesto en la bandeja o el plato. En nuestro país las franjas de los grupos de alimentos expuestos se corresponden con los presentados en el trompo de los alimentos (INN, 2007).
Por supuesto el nexo elegido entre colores determinados y tipo de concepto debe ser más o menos constante para conseguir su fin y, en caso de desear el uso de colores para expresar informaciones de distinta naturaleza habrá, lógicamente, que utilizar colores manifiestamente distintos.
La presentación de información ligada al servicio de los alimentos puede, no obstante, ser utilizada para introducir información más específica, según el nivel educativo y los objetivos de formación. Por ejemplo, en lugar del sistema de colores ligados a clasificaciones generalistas, los alimentos pueden ser presentados con una tarjeta o cartel anexo en el comedor, donde se especifican características relevantes como el aporte vitamínico, mineral o calórico.
Lógicamente, en la mayoría de los casos, la información deberá ser bastante elemental y, en su contenido, nivel y redacción, es fundamental la intervención del profesorado. También es muy importante el aspecto estético de estos mensajes en tarjetas y carteles. La presentación debe ser atractiva para el alumno y gráficamente bien elaborada, utilizando imágenes de calidad como ilustración de los mensajes escritos, por ejemplo, fotografías vistosas de los alimentos aludidos.
Así, la segunda opción es utilizar la propia estructura, entorno y diseño” del comedor escolar como “soporte de la información nutricional”. En este sentido, la propia “decoración” el comedor puede cumplir un importante papel. La disposición de cuadros o carteles con fotos gráficamente atractivas de alimentos puede crear un entorno más cálido y agradable y a la par “sugerir” comportamientos alimentarios, influyendo sobre las preferencias de los escolares.
En la actualidad son numerosos los carteles y formatos gráficos que pueden cumplir este papel, disponibles en las distintas administraciones sanitarias, o incluso sociedades científicas del ámbito de la nutrición, (Instituto Nacional de Nutrición), que aborden la vía educativa y divulgativa.
No obstante, es preciso que la información así expuesta cumpla una serie de requisitos. En primer lugar, el contenido escrito ha de ser breve y orientado más a alentar determinados comportamientos alimentarios que a suministrar información precisa y compleja de los alimentos. Igualmente, es de suma importancia que los materiales elegidos destaquen por su atractivo gráfico para los escolares.
Por último, la tercera opción es utilizar materiales especiales en la propia mesa donde son consumidos los alimentos por los niños. Podemos mencionar varios ejemplos: manteles individuales de papel o plástico donde aparece el trompo de los alimentos, porta vasos, platos o servilleteros de distintos colores, según la naturaleza nutricional del alimento servido, servilletas de papel con impresiones de mensajes nutricionales sencillos, etc. Esta opción es, generalmente, algo más costosa, pero potencialmente factible.

Fuente:
Carlos de Arpe Muñoz y Antonio Villarino Marín (2012). La nutrición y el comedor escolar: su influencia sobre la salud actual y futura de los escolares. En Nutrición en el ámbito escolar. Jesús Román Martínez Álvarez (Editor). Cap 4, p. 45-58. España

1 comentario:

  1. El comedor escolar es un excelente aporte a la comunidad estudiantil, aquí se apoya a la buena nutrición y se aprende a todo lo que se refiere a la sana alimentación, aunque la realidad de nuestro país es otra y no hay quien haga lo máximo por solucionar y gestionar para que funcione como debe ser. Niurka Echeverría

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