jueves, 26 de noviembre de 2015

La inactividad física y su relación con la obesidad infantil

La obesidad infantil causa una amplia gama de serias complicaciones y aumenta el riesgo prematuro de enfermedades y muerte mas tarde en la vida. Durante las últimas dos décadas la prevalencia de obesidad en niños se ha incrementado considerablemente. Debido a su rápida evolución, la epidemia de obesidad infantil en poblaciones genéticamente estables, puede atribuirse primordialmente a factores ambientales adversos.
Se supone que la actividad física protege a los individuos de la obesidad al aumentar el gasto energético así como la rata metabólica en reposo y favorece una mejor utilización del combustible. A los 5 años la obesidad se relaciona con la disminución de la participación en deportes y el aumento del tiempo destinado a ver televisión, pero no con una disminución en el nivel del patrón de actividad física; a los 10 años la obesidad está asociada con una disminución en la participación en deportes, aumento del tiempo dedicado a ver televisión y una disminución en el nivel del patrón de actividad física, sugiriendo que la disminución en el nivel del patrón de actividad física es más bien una consecuencia de la obesidad.
Los niños dedican una gran porción de su vida a ver la televisión; los investigadores han relacionado este hecho con la obesidad infantil desde tres puntos de vista: desplazamiento de la actividad física, aumento de la ingesta calórica mientras se mira la televisión ó causada por los efectos de la publicidad y una reducción de la tasa metabólica en reposo.
La prevención de la obesidad infantil a través una promoción de la actividad física fundamentada en la base teórica apropiada para cada cultura, a partir del colegio, la familia y la comunidad, es probable que sea exitosa; así como la incorporación de los niños en programas controlados de ejercicios en los colegios ha reportado ser una beneficiosa estrategia en la prevención de la obesidad infantil.

Recomendaciones actuales de actividad física para niños
La importancia de un estilo de vida activo en reducir la morbi-mortalidad se ha documentado extensamente. Con el fin de estimular la adopción de estilos de vida saludables, diversas instituciones como el American College of Sports Medicine (ACSM) y Centers for Disease Control and Prevention (CDC), han elaborado unas guías acerca de la cantidad de actividad física que tanto niños como adultos requieren para obtener efectos saludables.
En mayo de 1996 la Conferencia Internacional en Nutrición y Salud que se reúne cada cuatro años, elaboró su Declaración en función al concepto de salud positiva enunciada por Hipócrates, basado en la interacción de la genética y la actividad física. En su punto número 2, establece que cada niño y adulto necesita el suficiente alimento y la actividad física para expresar su potencial genético de crecimiento, desarrollo y salud. A partir de 2007 las Guías de Alimentación para Venezuela (El Trompo de los Grupos de Alimentos, INN, 2007) enfatiza la importancia de la actividad física.
Para los niños se recomienda 60 minutos de actividad moderada a vigorosa al menos 5 días a la semana, complementada con actividades regulares que promuevan fuerza, flexibilidad y huesos fuertes, al menos cinco días a la semana. En la infancia se pueden recomendar diversas intensidades de actividad física. Existe un consenso general en relación a que el incremento mínimo en el gasto cardíaco para producir efectos aeróbicos saludables es de 50%. Sin embargo, es posible que a menores niveles de intensidad se puedan obtener beneficios de salud significativos.
Considerando que probablemente sea la actividad física por si misma más que el desempeño aeróbico, el factor asociado con los beneficios en la salud; puede ser más importante, el volumen de actividad física a cualquier intensidad y el establecimiento de metas reales, que el fijar valores arbitrarios que determinen una intensidad beneficiosa de actividad física. A medida que la intensidad de la actividad disminuye, aumenta el tiempo requerido para consumir la misma cantidad de energía. La recomendación sería de actividades más intensas y vigorosas que reducen el tiempo destinado para la actividad.
Reforzar los patrones naturales de actividad física puede ser más efectivo que promover los programas estructurados que requieren que los niños se involucren en ejercicios de larga duración y alta intensidad.
Consideraciones que se deben tomar en cuenta al momento de elaborar recomendaciones de actividad física para los niños:
Un aspecto importante a considerar al hacer las recomendaciones es que los niños son más activos de manera intermitente que de manera continua. Insistir en la necesidad de disminuir el tiempo que se dedica a actividades y juegos sedentarios durante el día. Buscar opciones para la sustitución de actividades sedentarias por otras moderadas o vigorosas. Ahondar en los estilos de vida de los niños. Averiguar si los niños que cumplen con las recomendaciones son realmente más saludables que aquellos que no lo hacen. Conocer si existe algún tipo de actividad transitoria para los niños sedentarios que les permita ser más activos. Elaborar guías que se basen en la cantidad de actividad necesaria para producir los cambios psicológicos y culturales deseados.
La actividad física tiene categorías según el objetivo que se persigue, y así se tiene:
Educación física: que es la ciencia de la educación que educa al hombre a través del movimiento, desde y en lo psicomotor, hacia lo cognitivo - socioafectivo en función del diseño de hombre al cual tiende y al cual va construyendo
Ejercicio físico: que se define como una sub categoría de la actividad física, planeada, estructurada y que resulta en la mejoría o mantenimiento de una o más facetas de la aptitud física: fuerza y resistencia abdominal, brazos y hombros, piernas; flexibilidad; agilidad y velocidad; composición corporal y/o cardiorespiratoria o aptitud aeróbica.
Deporte formal: actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.
Deporte recreativo: es aquel practicado por placer y diversión, sin ninguna intención de competir o superar a un adversario, únicamente por disfrute o goce.
Deporte competitivo: es decir aquel practicado con la intención de vencer a un adversario o de superarse uno mismo.
Deporte educativo: es aquel cuya pretensión fundamental es colaborar con el desarrollo armónico del individuo y potenciar sus valores.
Deporte salud: es aquel cuyo objetivo fundamental es colaborar con el desarrollo de una mejor calidad de vida, a través de la promoción de la salud.
Deporte informal: recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.
¿Cómo se relacionan estos términos con los niños?
Antes de tomar la decisión de cuál de estas categorías sería la más adecuada para un niño, se debe considerar EL JUEGO como la primera opción. Jugar es natural, humano, recreativo, educativo y hasta competitivo, además carece de edad y de horario. El juego propicia la libertad y la espontaneidad, no tiene reglas prefijadas, permite la posibilidad de creación, exploración y expresión, brinda al que juega la oportunidad de ver como las cosas y las relaciones humanas no tienen que ser así como son. El juego inicia la construcción de habilidades motoras básicas que le permitirán al niño y al adolescente construir habilidades motoras más complejas como las necesarias para el deporte formal.
Intensidad de los juegos
Juegos sedentarios: Mínimo movimiento corporal sentado o recostado: cartas, legos, carros miniaturas, muñecas, rompecabezas, manualidades, juegos electrónicos.
Juegos de actividad moderada: De pie con mediano nivel de esfuerzo: paletas de playa, hula hula, lanzar y recibir pelotas.
Juegos de actividad vigorosa: De pie con alto nivel de esfuerzo: saltar la cuerda, football, basketball, patinar, bicicleta
El cuidador y las recomendaciones
Muchos de los padres limitan la actividad física de sus hijos al observar el medio ambiente que los rodea: el tamaño de las viviendas, la inseguridad en las calles, el poco tiempo que tienen para compartir con sus hijos, ya sea por actividades de trabajo fuera del hogar o las actividades propias del hogar, el cansancio físico que disminuye el deseo de incorporarse a otras actividades, el hábito de ver televisión. Y las limitadas condiciones económicas del grupo familiar que no permiten la participación del niño en deportes formales.
Estas razones constituyen un factor causal del aumento de la inactividad; no solo en los niños sino en sus padres. En estos casos es importante recordar los conceptos de ejercicio físico y deporte informal. Existen ejercicios físicos que pueden realizarse en el hogar y que no ameritan de mucho espacio, solo de constancia y dedicación: abdominales, flexiones tipo plancha o lagartija, saltos amplios o verticales, estiramientos que mejoran la flexibilidad, trote en el sitio y hasta saltar la cuerda y bailar.
El niño se verá más estimulado si estos se practican junto con los otros miembros del grupo familiar y de jugar pueden pasar a competir. Aquellos días libres ofrézcale la oportunidad de estar al aire libre y observe la creatividad que se desata en los niños. Exija que el colegio donde estudia el niño cuente con una adecuada cátedra de educación física.
El colegio y las recomendaciones
El colegio tradicionalmente ha sido responsable de impartir la educación física. Pero mientras en otras esferas crece la preocupación por el aumento de la inactividad y su relación con la salud y la calidad de vida, muchas de las instituciones educativas dedican poco espacio físico y tiempo para este tema. Queda a los especialistas en la materia y a los representantes de los niños, exigir reformas que apoyen la salud futura de la población, contando con profesionales mejor preparados que reclaman el entrenamiento apropiado de niños y adolescentes.
Muchos padres se preguntan cuándo deben iniciar sus hijos la práctica deportiva y que tan exigentes deben ser en cuanto a su desempeño y el tiempo que le dedican. Con este nombre se conoce el tiempo en que el niño comienza a aprender en forma específica la práctica de uno o varios deportes. El momento ideal para la iniciación deportiva tiene varias tendencias: Muchos especialistas piensan que una preparación deportiva debe fundamentarse en una educación física general, expresando que el deporte carece de significado para los niños antes de los 9 años, no están de acuerdo con los esfuerzos o especialización deportiva prematura y la polivalencia en la preparación deportiva.
De lo anterior, lo importante es que el niño cuente con el suficiente tiempo para realizar todas las actividades de su edad incluyendo el descanso, se sienta contento con su desempeño y mantenga un crecimiento y desarrollo adecuados.

Fuente:

Magda García (2004). Actividad Física. CANIA. Año 6. N°11, p.23-33

jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Qué comemos los venezolanos?

La Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano 2014 (Encovi), realizada por investigadores Virgilio Bosh, Maritza Landaeta, Marianella Herrera de la Fundación Bengoa y de las Universidades Central de Venezuela (UCV), Simón Bolívar (USB) y Católica Andrés Bello (UCAB), y divulgada en mayo  2015 alertó acerca del desequilibrio del menú que se sirven en los hogares.
De acuerdo a los investigadores, la alimentación se ha deteriorado en todos los estratos sociales. La comida, no sólo de los más desfavorecidos sino también de quienes tienen más poder de compra, se caracteriza principalmente por los alimentos que la red oficial pública está ofreciendo: arroz, harinas, grasas y azúcares. La disponibilidad de proteínas, que viene dada por el pollo y por la carne, es muy baja.
La reducción en la cantidad de comida que adquieren los hogares venezolanos quedó evidenciada en la Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgada en su página web, y que da cuenta de lo que ha ocurrido entre 2012 y 2014. Luego de un análisis de datos, los investigadores llaman la atención sobre el hecho de que la disminución afectó rubros que forman parte habitual de la dieta de los venezolanos, como el arroz y la harina de maíz.
La cantidad de leche, fuente de proteínas y calcio, indispensables para el crecimiento de los niños, de las embarazadas y madres que lactan, se redujo a la mitad. La encuesta también muestra una caída en la adquisición de pasta, pan, azúcar, pollo, carne de res, pescado fresco, atún y aceite.
Se trata de una dieta compuesta básicamente por 10 alimentos. Entre los estratos socioeconómicos más altos y los más bajos hay muchas similitudes. El primer alimento con intención de compra es la harina de maíz precocida, después el arroz, los panes, las pastas y las grasas. En los estratos socioeconómicos más bajos no aparecen frutas ni hortalizas.
La desaparición del huevo de la rutina cotidiana es uno de los cambios más preocupantes. Hasta hace 5 años, ese alimento acompañaba las comidas, especialmente el desayuno. El primer plato del día siempre era una arepa con un complemento proteico, que también podía ser pollo o carne desmechada o molida. La arepa sigue estando presente, pero se rellena de margarina o mayonesa.
Otro dato que arrojó Encovi y que destacan los investigadores, es que al menos 11,3% de los consultados confesaba que sólo comía dos o menos veces al día. Pero lo más grave es que no se trata de comidas de calidad. Por el contrario, a veces se trata simplemente de dos arepas sin relleno de proteínas. En los estratos más pobres, el porcentaje de quienes no se alimentan 3 veces al día sube a 39%.
En opinión de Marianella Herrera (Cendes-UCV), estamos en presencia de hambre, es decir, se come pero no se cubren los requerimientos del organismo. Si eso ocurre en forma crónica trae consecuencias. En el caso de los niños, puede traducirse en retardo en el crecimiento, por ejemplo. La cifra, en todo caso, contrasta con la que recoge el documento del gobierno venezolano y que presentó ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU. Allí sostiene que el 95,4% de los venezolanos come tres y más veces al día.
Por otra parte, las familias hacen sustituciones poco acertadas para cubrir los faltantes. En lugar de carne, los más pobres optan por la mortadela, mucho más barata pero con un exceso de grasa y sin los aminoácidos esenciales necesarios para la reparación y reposición de las células del organismo que aportan proteínas de más calidad como la carne y el pollo, señala Virgilio Bosh, Investigador de la UCV y directivo de la Fundación Bengoa.
Los expertos también consideran grave que los granos hayan perdido el lugar destacado que ocupaban en la mesa local, esto contradice a quienes señalan que tiene que ver con la idiosincrasia de los venezolanos, que privilegian el maíz y el arroz. En el pasado había combinaciones más eficientes, como arepa con caraotas y queso, algo que ya casi no se ve. No sólo la ausencia, sino la baja calidad del grano que se expende habría influido en el abandono del hábito de consumirlo, así como otros costos asociados con su lenta cocción. La población considera que es muy caro cocinar legumbres porque consumen mucho gas, que también es escaso. Los cambios en el menú diario también incluyen la desaparición de los alimentos del mar, una fuente extraordinaria de proteínas.
Micronutrientes en fuga.
A los investigadores les preocupa un posible resurgimiento de males como la anemia, causada por la deficiencia de hierro. La revista Archivos Latinoamericanos de Nutrición recoge ejemplos de investigaciones realizadas a principios de la década pasada, que ya daban cuenta de algunas zonas donde la deficiencia de micronutrientes en los estratos más pobres superaba el 30%. Sin embargo, la ausencia de información es uno de los mayores  dramas en el área nutricional, hace falta una evaluación nacional, como la que lideró Fundacredesa a principios de los ochenta, que tome muestras sanguíneas en todo el país para determinar la verdadera magnitud del problema.
Estamos en riesgo de presentar deficiencias que ya en Venezuela se habían superado. Por ejemplo, el déficit de calcio, gravísimo porque atenta contra el crecimiento de los niños. En ese sentido, la ausencia de leche, que se ha ido convirtiendo en un producto cada vez más raro en los anaqueles, figura entre los mayores motivos de alarma, ya que se trata de otro alimento fundamental. Constituye una de las proteínas más fáciles de digerir y más eficiente de incorporar a los tejidos, contiene nada menos que calcio, fósforo y vitamina A.
Otro micronutriente cuyo comportamiento debe vigilarse, en opinión de Maritza Landaeta (directivo de la Fundación Bengoa), es el ácido fólico, una vitamina del complejo B que tiene entre otras funciones la de prevenir malformaciones congénitas, como la espina bífida o el labio leporino. Una posible deficiencia es especialmente preocupante en una población con altas cifras de embarazo en adolescentes. Las hortalizas de hojas verdes y frutas cítricas son algunos de los productos que lo proveen.
Estudios puntuales realizados en  niños de poblaciones de calabozo, Lara y Zulia, advierten así mismo sobre la falta de zinc, vital para el funcionamiento del sistema inmunológico que se activa para defender al organismo humano contra enfermedades, como explica la web Medlineplus, de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, las fuentes de este oligoelemento con las carnes, los granos y las legumbres. La monotonía de la dieta es uno de los principales factores de riesgo. “Si las familias comen todo el tiempo cuatro o cinco cosas van a sufrir de algún déficit, porque vitaminas y minerales están dispersos en distintos grupos de alimentos.
Distorsión perversa.
En opinión de los investigadores, la mesa de los venezolanos está sometida en este momento a un triángulo perverso: inflación, escasez y desabastecimiento. Está llegando un momento en el que cuando tenemos el dinero para comprar no conseguimos lo que necesitamos. El patrón alimenticio de los estratos más desfavorecidos tiende a estar básicamente sustentado sobre la base de carbohidratos, de grasas y de azúcares simples. ¿Qué significa eso? Que los niños no tienen las proteínas que necesitan para su crecimiento, pero tampoco los adultos tienen lo que necesitan para una salud adecuada.
Por ejemplo, en el caso de la leche en polvo completa, las personas del estrato I, II y III, con más poder adquisitivo, consumían en promedio 19,39 gramos diarios para finales del 2012 (poco más de medio vaso) y pasaron a consumir 7,99 gramos (menos de un cuarto de vaso) en el primer semestre de 2014. En el estrato V pasaron de consumir  en promedio 18,12 gramos diarios a ingerir 8,86 gramos al cabo de dos años. En el caso de la harina de maíz, a finales de 2012, mientras los venezolanos con más recursos económicos consumieron un promedio 69,83 gramos diarios y los más pobres 76 gramos al día (aproximadamente arepa y media), a principios del 2014 el consumo diario de ese rubro era de 47,89 gramos y 52,22 gramos (una arepa), respectivamente.
La reducción en el consumo promedio diario de calorías, que paso de 2.285 en 2012 a 1.831 en 2014, nos sitúa por debajo del límite recomendado por la FAO de 2.304 calorías diarias y por el Estado venezolano de 2.300 calorías al día. A partir de 2012, el venezolano ha disminuido el consumo de alimentos y actualmente está en insuficiencia calórica, que debe estar generando severos problemas para la alimentación en los grupos más vulnerables y en los sectores de menores recursos.
Llama la atención, sin embargo, que el consumo de bebidas alcohólicas se incrementó: de 13,83 mililitros diarios per cápital que se ingerían, en promedio, en el segundo semestre de 2012, pasó a 23,64 mililitros en promedio en el primer semestre de 2014, aunque el aumento fue notable desde principios del año 2013.  
Los investigadores coinciden en que deben tomarse medidas correctivas a la brevedad, entre ellas la adopción de pautas para salvaguardar a la población más vulnerable. Atacar el problema debe estar por encima de cualquier prioridad: La nutrición no es un juego.
Fuente:
El Nacional, domingo 7 de junio de 2015,
Siete días p.1, 2 y 3. Marielba Nuñez
Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos, Abril-Junio 2013. ENCA. (Instituto Nacional de Estadísticas, Boletín Informativo No. 2, Año 2014).



miércoles, 18 de noviembre de 2015

El Instituto Nacional de Nutrición (INN), en el abordaje del sobrepeso y obesidad en Venezuela

El proceso de globalización en su transcurrir ha afectado a nivel social, económico, demográfico, cultural, a cada nación, teniendo grandes repercusiones en la cultura alimentaria así como en el  modo de vida de la sociedad. La transición nutricional en Latinoamérica, que ocurre desde las últimas décadas, se ha caracterizado por la sustitución de la dieta tradicional, la cual era rica en fibra y en alimentos frescos o poco industrializados, por una dieta estilo “occidental” rica en alimentos refinados, de fácil acceso y preparación, pobres en valor nutricional, ricas en sodio, colesterol, grasas trans y azúcares. Esto, asociado al crecimiento urbanizado los medios  y la publicidad ha generado las altas cifras de sobrepeso, obesidad, sedentarismo y de Enfermedades No Transmisibles (ENT) que hoy nos alarman y ocupan.
En Venezuela, la prevalencia de malnutrición por exceso en edades de 18 a 40 años para el período 2008 – 2010, fue de 55,95% (sobrepeso 29,52%, obesidad 23,65%, obesidad mórbida 1,78%) y sedentarismo 43,67%. Así mismo, para el año 2010, las ENT ocuparon 4 de las 10 primeras causas de muerte diagnosticada: el primer lugar lo ocupa las enfermedades del corazón con un 20,99% de mortalidad, el segundo lugar el cáncer (15,3%), en tercer lugar las enfermedades cardiovasculares (7,68 %) y en quinto lugar la diabetes (6,89 %). Se consideran como  factores de riesgo más importantes para las ENT son: hipertensión arterial, colesterol alto en sangre, escasa ingesta de frutas y hortalizas, sobrepeso u obesidad, inactividad física y el hábito fumar, de los cuales 5 de estos se encuentran estrechamente relacionados con la mala alimentación y con el sedentarismo.

Objetivo General
Prevenir y detener la creciente tendencia de malnutrición por exceso, promoviendo la creación de espacios que favorezcan una Cultura Alimentaria sana, segura y soberana procurando la elección de un modo de vida saludable, que, utilizando estrategias accesibles, sostenibles y basadas en evidencia científica así como  el saber popular.
Metodología
El INN planeta el abordaje del sobrepeso y la obesidad, impulsando y generando la creación de Espacios Activos y Nutritivos en escuelas, universidades, áreas laborales y la comunidad; teniendo como orientación, la Estrategia Mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud de la Organización Mundial de la Salud, que plantea:  “promover y proteger la salud orientando la creación de un entorno favorable para la adopción de medidas sostenibles a nivel individual, comunitario, nacional y mundial, que, en conjunto, den lugar a una reducción de la morbilidad y la mortalidad asociadas a una alimentación poco sana y a la falta de actividad física” (OMS, 2004).
Cada Espacio Activo y Nutritivo tiene como meta convertir potenciales espacios obesogénicos, en espacios que promuevan una vida activa y saludable, acompañando a los venezolanos y las venezolanas a empoderarse de la importancia para la salud que tienen la actividad física y la alimentación.
Líneas estratégicas en el combate del Sobrepeso y la Obesidad
Línea 1: Cultura

La Línea Cultura, se desarrolla en el marco del programa “Nutriendo Conciencias para el Buen Vivir”; donde se ejecutan una serie de estrategias basadas en la construcción de una Educación Alimentaria y Nutricional para los venezolanos y las venezolanas. El objetivo es inspirar acciones que permitan la práctica de hábitos dentro de una dieta sana, así como la práctica de actividad física saludable; y en consecuencia conseguir y mantener un peso adecuado, del mismo modo que disminuir la incidencia de las ENT. El efecto más impactante será el desarrollo de una cultura alimentaria que garantice mejorar la calidad de vida de la población venezolana  y que a su vez fomente y rescate los valores de la alimentación tradicional y ancestral.
Los 3 ámbitos de acción, considerados puntos indispensables para el abordaje del problema son: Educativo, Laboral y Comunitario
1.    Nutriendo Conciencias en las Escuelas.

Nutriendo Conciencias en las Escuelas, es una línea de acción que comprende una serie de programas, acciones y propuestas enfocadas en brindar educación nutricional a la comunidad escolar, con prioridad a los niños, niñas y adolescentes, así como garantizar la disponibilidad de alimentos sanos y seguros dentro del ámbito escolar y promover la práctica de actividad física. En este sentido, se desarrolla el programa Espacio Escolar Activo y Nutritivo, el cual cumple con el objetivo de generar espacios de formación y recreación para los integrantes de la tríada escuela – familia – comunidad en el campo de la educación alimentaria y nutricional, en escuelas pertenecientes al subsistema de educación básica venezolano.
2.    Nutriendo Conciencias en el Trabajo.
Los lugares de trabajo constituyen espacios donde las personas se desenvuelven laboral y profesionalmente, que abarca gran tiempo de nuestras vidas y donde se desarrollan relaciones interpersonales  y se adquieren hábitos de vida que jugarán un papel fundamental en el estado de salud de la población adulta.
Existen numerosas evidencias que relacionan condiciones en el trabajo desfavorables que pueden llevar a mecanismos de compensación a hábitos poco saludables, tales como el tabaquismo, el alcoholismo, los excesos alimenticios y el consumo de sustancias psicoactivas  y se relacionan con la aparición de obesidad y ENT.  El ámbito laboral, constituye, un potencial espacio a mejorar dado que las y los trabajadores, ocupa al menos un tercio de la vida en el trabajo.
La implementación de una estrategia de promoción de salud destinada a que los individuos tengan mayores oportunidades para llevar una vida más saludable, facilitarles la elección de prácticas o acciones que no atenten contra su salud y/o lo ayuden a prevenir enfermedades, debe ser una de las metas de todos los espacios laborales. Nutriendo conciencias en el Trabajo tiene el objetivo de promover un estilo de vida activo y saludable en espacios laborales, como medida para la prevención y  tratamiento del sobrepeso y obesidad y otras enfermedades asociadas al sedentarismo. Respondiendo a este objetivo se crea la Estrategia ELAN: Espacio Laboral Activo y Nutritivo, y se realizan jornadas de concientización a través del Nutripunto laboral.
3.    Nutriendo Conciencias en la Comunidad
El INN ha puesto en marcha estrategias y programas de índole educativo, participativo, asistencial y culinario que buscan brindarle a las comunidades, herramientas que le faciliten la elección a hábitos de vida sanos, seguros y soberanos. En este sentido, se han creado programas centrados en concientizar el impacto que tiene la alimentación sobre nuestra salud, como lo es el Nutripunto así como de fomentar una cultura alimentaria soberana poniendo a la disposición de la comunidad los Centros de Cultura Alimentaria y Nutricional como alternativas nutricionalmente adecuadas, Sanas, Seguras, Soberanas y Sabrosas, creando espacios para compartir y construir saberes y conocimientos como lo es en la EVAN),  participar en la creación de platos  Sanos, Seguros y Sabrosos, a través de la Cocina Itinerantebajo los criterios políticos, sociales y técnicos que respondan a la construcción de la patria nueva.
Así mismo, se ofrece asistencia nutricional gratuita y de gran calidad a través de la red de asistencia nutricional conformada por todos aquellos puntos de atención nutricional como lo son los Farmapatria, los Servicios de Educación y Recuperación Nutricional (SERN) y el Centro de Especialidades Nutricionales Hipólita Bolívar.
Línea 2: Investigación e innovación
El INN haciendo frente al problema de malnutrición por exceso presente en el país, desarrolla investigaciones con el objetivo de establecer los determinantes que favorecen el sobrepeso y la obesidad, a fin de encontrar las soluciones más asertivas a dicho problema, mediante la promoción de un estilo de vida saludable y la asesoría a la industria de alimentos para la formulación de alimentos sanos.
Las investigaciones realizadas en el instituto, incluyen, las implementadas en poblaciones, animales y alimentos, abarcando un amplio espectro de los posibles determinantes de la malnutrición por exceso, de esta manera, contribuyen con la formulación de programas y políticas públicas basadas en evidencias científicas cónsonas con la realidad venezolana.
Las últimas investigaciones realizadas incluyen datos de la prevalencia de la malnutrición por exceso y sus factores condicionantes; desarrollo de nuevos alimentos sanos, sabrosos, seguros y soberanos; estrategia de Espacios Laborales Activos y Nutritivos (ELAN), entre otros.
Línea 3: Comunicación e información
La necesidad es distribuir de forma equitativa e igualitaria la información relevante acerca del sobrepeso y obesidad en el país, plateándose establecer una campaña masiva y de alto impacto sobre la conciencia de los venezolanos y las venezolanas. Actualmente estamos expuestos a una gran cantidad de información y las dinámicas y ritmos acelerados de vida nos van empujando a construir rutinas cómodas y sencillas; es así como las grandes empresas productoras de alimentos intentan facilitar las acciones diarias de cada uno y ofertan productos con altos contenidos o ingredientes muy procesados, por ejemplo.
La apuesta inspira un despertar en las personas más vulnerables, incitarlos a estar más alertas respecto a las cosas que compran y en consecuencia que consumen. La formación bajo el sistema libre de mercado/comercio hace creer a los consumidores que son independientes al momento de tomar la decisión sobre lo que consumen, pero ciertamente no es así.
Este plan se propone generar una fuente inagotable de información que establezca un proceso de comunicación constante y en movimiento, a nivel nacional a través de la televisión abierta, los medios de transporte, las redes sociales, los sistemas educativos, los colectivos y comunidades organizadas, es decir, la alimentación y nutrición es algo que toca y compete a todos los sectores y áreas del territorio venezolano.
Línea 4: Vigilancia y monitoreo
La vigilancia y monitoreo es un proceso sistemático de recolección, análisis, interpretación y difusión de datos, usando métodos que se distinguen por ser prácticos, uniformes y rápidos, más que por su exactitud o totalidad, que sirven para observar las tendencias en tiempo, lugar y persona, con lo que pueden observarse o anticiparse cambios para realizar las acciones oportunas, incluyendo la investigación y/o la aplicación de las medidas de control de los problemas alimentarios y nutricionales. Actualmente el INN está trabajando en la construcción de indicadores sensibles al problema de sobrepeso y obesidad y que a su vez, permitan evaluar el impacto y la efectividad de los programas alimentarios y nutricionales
Resultados esperados


Con la puesta en marcha de esta Estrategia se espera que la población venezolana pueda empoderarse de una cultura alimentaria y nutricional sana, segura y soberana que le permita disminuir la malnutrición por exceso y mejorar su calidad de vida.




Fuente:
Estrategia INN en el abordaje del sobrepeso y obesidad
La Estrategia tiene como fundamento el Plan de la Patria 2013 – 2019

http://www.inn.gob.ve/innw/?page_id=81