En la nueva directriz sobre la ingesta de
azúcares para adultos y niños (Guideline: Sugars intake for adults and children) de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), recomienda reducir el consumo de azúcares libres a
lo largo del ciclo de vida.
Tanto para los adultos como para los niños, el
consumo de azúcares libres se debería reducir a menos del 10% de la ingesta
calórica total. Una reducción por debajo del 5% de la ingesta calórica total
produciría beneficios adicionales para la salud.
Los azúcares libres frente a los azúcares
intrínsecos
Las recomendaciones contenidas en la directriz
se centran en los efectos documentados para la salud que produce la ingesta de
«azúcares libres». Estos incluyen los monosacáridos y los disacáridos añadidos
a los alimentos por los fabricantes, los cocineros o los consumidores, así como
los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los jugos de
fruta y los concentrados de jugo de fruta.
Los azúcares libres se diferencian de los
azúcares intrínsecos que se encuentran en las frutas y las verduras enteras
frescas. Como no hay pruebas de que el consumo de azúcares intrínsecos tenga
efectos adversos para la salud, las recomendaciones de la directriz no se
aplican al consumo de los azúcares intrínsecos presentes en las frutas y las
verduras enteras frescas.
Recomendaciones firmes
Las recomendaciones para reducir la ingesta de
azúcares libres a lo largo del ciclo de vida se basan en el análisis de los
últimos datos científicos. Estos datos muestran, en primer lugar, que los
adultos que consumen menos azúcares tienen menor peso corporal y, en segundo
lugar, que el aumento de la cantidad de azúcares en la dieta va asociado a un
aumento comparable del peso. Además, las investigaciones evidencian que los
niños con los niveles más altos de consumo de bebidas azucaradas tienen más
probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad que aquellos con un bajo nivel
de consumo de este tipo de bebidas.
La recomendación se apoya además en datos que
evidencian que un consumo de azúcares libres superior al 10% de la ingesta
calórica total produce tasas más elevadas de caries dental que un consumo
inferior al 10% de la ingesta calórica total.
Dada la calidad de los datos probatorios, la OMS
califica estas recomendaciones como «firmes»: pueden ser adoptadas como
políticas en la mayoría de los contextos. Los países pueden dar curso a estas
recomendaciones mediante la elaboración de directrices dietéticas basadas en
los alimentos, teniendo en cuenta los alimentos disponibles y las costumbres
alimentarias a nivel local.
Otras opciones normativas incluyen el etiquetado
de los alimentos y el etiquetado nutricional, la concienciación de los
consumidores, la regulación de la comercialización de los alimentos y las
bebidas no alcohólicas con un alto contenido en azúcares libres, y la
aplicación de políticas fiscales dirigidas a los alimentos con un alto
contenido en azúcares libres. Las personas pueden poner en práctica estas recomendaciones
modificando la manera en que eligen los alimentos.
Reducción adicional: una recomendación
condicional
Dada la naturaleza de los estudios existentes,
la recomendación de reducir el consumo de azúcares libres a menos del 5% de la
ingesta calórica total se presenta como «condicional» en el sistema de la OMS
de formulación de directrices basadas en datos probatorios.
Se han realizado pocos estudios epidemiológicos
en poblaciones con bajo consumo de azúcares. Solo existen tres estudios
nacionales de población que permiten realizar una comparación entre la tasa de
caries dental correspondiente a un consumo de azúcares inferior al 5% de la
ingesta calórica total y la correspondiente a un consumo de azúcares superior
al 5% e inferior al 10% de la ingesta calórica total.
Estos estudios ecológicos de base poblacional se
realizaron en un periodo en que la disponibilidad de azúcares descendió
radicalmente de 15 kg por persona y año antes de la Segunda Guerra Mundial a
apenas 0,2 kg por persona y año en 1946. Este «experimento natural», que
demostró una reducción de la caries dental, constituye la base de la
recomendación de que la reducción del consumo de azúcares libres por debajo del
5% de la ingesta calórica total proporcionaría beneficios adicionales para la
salud en forma de reducción de la caries dental.
El tratamiento de enfermedades dentales consume
del 5% al 10% de los presupuestos sanitarios en los países ricos. La caries
dental no se suele tratar en los países de ingresos más bajos, donde su costo excedería
todos los recursos financieros disponibles para la atención de la salud
infantil.
La OMS formula recomendaciones condicionales
—incluso cuando la calidad de las pruebas no es elevada— sobre cuestiones que
revisten importancia para la salud pública. Se habla de recomendación
condicional cuando los efectos deseables de su cumplimiento probablemente
compensan los efectos indeseables, aunque la proporción de unos y otros no se
puede establecer con precisión; por tanto, es preciso entablar diálogos y consultas
con las partes interesadas antes de plasmar la recomendación en una política.
Revisión futura de la directriz
Está previsto actualizar la directriz en 2020.
La actualización de las recomendaciones se beneficiaría de la realización de
investigaciones en las siguientes esferas:
• El efecto de la ingesta de azúcares libres sobre
el metabolismo
• Estudios a más largo plazo sobre las
consecuencias de los cambios en la ingesta de azúcares libres para la salud
• Los umbrales por encima de los cuales el consumo
de azúcares libres aumenta la ganancia de peso
• La eficacia de los cambios de comportamiento en
la reducción de la ingesta de azúcares libres
• Estudios de cohortes para evaluar el riesgo de
caries dental en diferentes niveles de ingesta de azúcar.
Fuente:
Nota informativa sobre la ingesta de azúcares recomendada en la directriz
de la OMS para adultos y niños
Organización Mundial de la Salud, 2015
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