jueves, 4 de abril de 2019

Nuestros requerimientos de calcio


El calcio es un mineral esencial para la salud ósea, el cual es importante durante toda la vida de la persona, con especial énfasis en la adolescencia. Dada su importancia en la prevención de osteoporosis, gran número de países, han incrementado sus recomendaciones para la población.
El calcio es uno de los principales minerales del hueso y el 99% del calcio corporal se encuentra en el esqueleto. El calcio constituye el 39% del contenido total mineral óseo, es decir, es el mineral dominante en el hueso y el más comúnmente deficiente en la dieta, especialmente en los adolescentes. El metabolismo del calcio es mantenido por las hormonas reguladoras del calcio, como la hormona paratiroidea, calcitonina y vitamina D (1,25 dihidroxi vitamina D).
El calcio se absorbe en el intestino de forma pasiva y activa, siendo la forma activa la más importante cuando el consumo de calcio es sub-óptimo. La habilidad para responder ante un consumo bajo en calcio es limitada, por lo que la absorción activa no compensa la baja ingesta de calcio. En estas situaciones, el calcio es extraído de los huesos para mantener el 1% del calcio contenido en la sangre, músculo y otros tejidos que ejercen funciones vitales en el cuerpo. Si la ingesta de calcio es persistentemente baja, los huesos se van haciendo cada vez más frágiles, lo cual puede conducir a la osteoporosis.
La osteoporosis es un grave problema de salud pública en el mundo. Es una enfermedad crónica y multifactorial que puede progresar en forma silente por décadas hasta que ocurra una fractura. Se caracteriza por una baja densidad mineral ósea (DMO) y por un deterioro de la microarquitectura ósea, lo cual produce una mayor vulnerabilidad de sufrir fracturas, principalmente en la muñeca, cadera y espina dorsal. La osteoporosis es una enfermedad juvenil, ya que es en la adolescencia cuando se adquiere la mayor parte de la masa ósea, lo cual determinará si la persona tendrá riesgo de sufrir fracturas en los próximos años.
Se estima que en el mundo más de 200 millones de personas tienen osteoporosis, y según proyecciones, el número de fracturas de cadera al año aumentará de 1,66 millones en 1990 a 6,26 millones en el 2050. En Venezuela, no se conoce bien la magnitud del problema.
Según un estudio prospectivo realizado en el Centro de Investigaciones de Litiasis Renal y Enfermedades Metabólicas (Unilime), la incidencia de fracturas de cadera en Venezuela ha sido estimada en 9,6 fracturas por día (16,3/100000 hab.), con una mortalidad de 17% en los primeros 4 meses, con una proyección de 67 fracturas de cadera por día para el 2030.
La importancia del calcio varía según la edad del individuo y la etapa biológica:
Niños: La adquisición de la masa ósea es lenta durante la niñez. En esta etapa, el calcio es importante para evitar su deficiencia y por consecuencia enfermedades como raquitismo. Además, para asegurar buenos hábitos de consumo de este minera para las siguientes etapas de la vida.
Un estudio en niños de 3-5 años demostró que el aumentar el consumo de calcio de 500 a 1200 mg/d incrementó la absorción de calcio, aunque modestamente. Un estudio en niñas pre-puberales mostró que la suplementación de calcio, en conjunto con ejercicio por 1 año aumentó significativamente la masa ósea en 6,3%. Este beneficio no se observó en el grupo con suplementación de calcio solamente. Lo que revela la importancia del ejercicio físico en el metabolismo de este mineral.
Adolescentes: La adolescencia es un período de rápido desarrollo óseo. En esta etapa del crecimiento, en donde la fase de formación ósea es mayor a la fase de resorción ósea, se denomina modelamiento óseo, dando como resultado la acumulación de masa ósea. La masa ósea se acumula hasta llegar a un límite, llamado Pico de Masa Óseo (PMO) y puede continuar hasta los 26-30 años aproximadamente. Una insuficiencia en este pico contribuye significativamente al riesgo de osteoporosis más tarde en la vida. Hay varios factores que influyen en el desarrollo y adquisición del PMO. Algunas son programadas genéticamente, algunas bajo la influencia hormonal y otras por los estilos de vida.
El pico de la tasa de acumulación de calcio se adquiere alrededor de los 12,5 años en niñas y a los 14 años en niños. Durante el período de 3 a 4 años de adquisición de la masa ósea en la adolescencia, un 40% del total de masa ósea es acumulado. Así, para los 17 años de edad la adolescente femenina ha adquirido el 90% de su masa ósea, a los 19,8 años el 95% y a los 22,1 años el 99% de su masa ósea. Es decir, que después de los 22 años la mujer básicamente ya tiene formada su masa ósea.
Aunque el proceso de la adquisición de la masa ósea está determinado en un 60%-80% por la genética del individuo, existen factores modificables que afectan este proceso, como son la ingesta de calcio, actividad física y el estilo de vida.
Si en la adolescencia el individuo no consume una ingesta adecuada de calcio, no llegará al pico máximo de masa ósea y el individuo entrará en la etapa adulta con una DMO inferior a su potencial genético. Cuando comience el período de rápida pérdida de la masa ósea, lo que se corresponde con la menopausia, este individuo podría llegar a presentar fracturas.
También se ha demostrado que la actividad física contribuye significativamente al aumento en la masa ósea. Estudios en adolescentes demuestran que la suplementación con calcio o lácteos junto con actividad física tienen un efecto mayor en la DMO, comparado con la suplementación de solo calcio.
Adultos: En la etapa adulta el calcio dietético sigue siendo importante para mantener la masa ósea adquirida durante la adolescencia y evitar la pérdida de masa ósea. En esta etapa se inicia el remodelamiento óseo, el cuál continúa durante toda la vida e involucra las fases de formación y resorción. La fase de resorción ósea es llevada a cabo por las células osteoclastos, mientras que la formación por los osteoblastos, los cuales llenan los espacios vacíos dejados en el hueso por el osteoclasto.
Durante la etapa reproductiva o pre-menopáusica, el remodelamiento óseo se mantiene constante, es decir, las fases de resorción y formación están en equilibrio. Durante la etapa reproductiva o pre-menopáusica, el remodelamiento óseo se mantiene constante, es decir, las fases de resorción y formación están en equilibrio.
Alrededor de la menopausia, entre los 40-50 años, la resorción ósea es mayor a la formación, llevando a la pérdida de masa ósea. Este desequilibrio entre ambos procesos se debe a que la actividad de los osteoblastos no pueden mantener el ritmo acelerado de la actividad osteoclástica. El consumo de calcio es importante en esta etapa para reponer el calcio perdido durante la resorción.
Sin embargo, los estudios han mostrado que durante los primeros años de la post-menopausia la masa ósea no responde tanto a la suplementación con calcio, por la rápida reabsorción ósea. Después de varios años de menopausia, alrededor de 5 años, los estudios han mostrado que la suplementación con calcio si favorece la masa ósea.
Ancianos: En ancianos también se ha observado que la intervención con calcio favorece la salud ósea. La mayoría de los estudios hechos en esta población han sido enfocados en la reducción del riesgo de fracturas.
El establecimiento de los requerimientos y/o recomendaciones de calcio para la población tiene una larga historia, de más de 30 años. Se han estado revisando en diversos países, pero es difícil establecer el requerimiento de calcio debido a varias razones. Primero, no hay suficientes estudios en todos los grupos de edad y en diferentes poblaciones y los que se han publicado usan diferentes métodos y objetivos. Segundo, se ha establecido el requerimiento de calcio como un nutriente aislado, y no como un nutriente que interactúa y se ve afectado por el consumo o status de otros nutrientes (magnesio, vitamina D, fósforo y proteínas entre otros).
Para Venezuela, las recomendaciones de calcio fueron actualizadas en el año 2000, basadas en las recomendaciones dietéticas (DRI) para Estados Unidos de América (EUA). Estas a su vez fueron publicadas por el Consejo de Alimentos y Nutrición de la Academia Nacional de Ciencias en 1999, después de una exhaustiva discusión y revisión de estudios.
Los niveles se establecieron para promover el desarrollo del pico de masa ósea durante la etapa de crecimiento y para prevenir la pérdida ósea en las siguientes etapas de la vida, tomando en cuenta la máxima retención de calcio, la ingesta en donde no hay posibles beneficios en retención, dentro del potencial genético.
Recomendación de calcio (mg/d), por grupo de edad.
Infantes: 210-600
Niños: (~ 1-3 años) 350-800
Niños: (~ 4-8 años) 450-800
Adolescentes: (9-18 años) 800-1300
Adultos: 20-50 años 700-1200
Adultos: >50 años 700-1500
Embarazo: 800-1300
Lactancia: 750-1300
En Venezuela urge realizar estudios de consumo de nutrientes nacionales, no sólo de calcio, sino también de otros nutrientes que interaccionan con el calcio. Además, se necesitan estudios epidemiológicos que relacionen el consumo habitual de calcio con la masa ósea y el índice de fracturas en los diferentes grupos de edad, así como también, estudios clínicos de balance y de suplementación para conocer el metabolismo del calcio en esta población. Estos datos permitirán determinar recomendaciones más adecuadas para la población venezolana.
Fuente:
Cristina Palacios (2007). Lo nuevo en los requerimientos de calcio, propuesta para Venezuela. Anales Venezolanos de  Nutrición.  2007; 20 (2): 99-107.

1 comentario:

  1. Nuevamente le doy las buenas tardes. Gracias por la información. Yoharlys Espejo

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