jueves, 30 de abril de 2015

Consumir menos azúcar previene las enfermedades crónicas

Para garantizar el adecuado crecimiento y desarrollo de los niños y prevenir enfermedades relacionadas con la nutrición es necesario que se les ofrezca una alimentación variada y balanceada que incluya, entre otros grupos de alimentos, los carbohidratos.
El azúcar es un carbohidrato que está contenido de forma natural en muchos alimentos, sobre todo en las frutas y consumido de esta manera es saludable. Sin embargo la ingesta de azúcar añadida, sobre todo en exceso, se relaciona con sobrepeso y obesidad y, a largo plazo, con diabetes, coleliatitis (cálculos en la vesícula biliar), enfermedades cardiovasculares y caries dental. Por cada vaso diario de bebidas y jugo de frutas azucarados, el riesgo de desarrollar diabetes se incrementa 10%.
No más del 10 por ciento de las calorías que se ingieren a lo largo del día deben provenir del azúcar, según las conclusiones de un estudio sobre obesidad y sus enfermedades realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El informe explica que las principales medidas para prevenir la obesidad deben basarse en el bajo consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar y una abundante ingesta de frutas y hortalizas. La actividad física moderada es otra recomendación para combatir el aumento de peso y las enfermedades crónicas.

Se está produciendo un cambio preocupante en los países en desarrollo, donde cada vez más personas sufren enfermedades crónicas, asociadas normalmente a los países ricos y desarrollados. Esta transformación se debe, según el estudio, al creciente desarrollo urbano, donde los habitantes son más propensos a seguir dietas muy energéticas, ricas en grasas suturadas y carbohidratos refinados.

El informe recomienda que los carbohidratos representen entre el 55 y el 75 por ciento de la ingesta calórica diaria, reduciendo los azúcares a no más del 10 por ciento del consumo. La sal debería limitarse a cinco gramos por día y el incremento de productos vegetales (frutas y hortalizas) debería alcanzar al menos los 400 gramos. Se destaca también que las dolencias crónicas se deben más a un desequilibrio dietético que a un exceso de alimentación.

Desde hace más de 15 años se vienen desarrollando intentos para incrementar los hábitos saludables. Es por ello que la industria alimentaria debe trabajar junto con la OMS y las instituciones responsables de la Salud en los diversos países, a fin de constituir claras directrices sobre este tema y empezar a ser parte de la solución  en vez de seguir siendo un problema como hasta el momento.

Existe una gran cantidad de azúcar oculta en los alimentos; como ejemplo mencionaremos la cantidad de cucharaditas de azúcar presente en algunos alimentos de consumo habitual:
Leche condensada ¼ taza (6);
Bebidas achocolatadas, 1 vaso (5);
Helado 2 porciones (3);
Gelatina en polvo ½ taza (2);
Caramelos 1 unidad (1);
Malta 1 botella pequeña (9);
Bebida gaseosa 1 botella o lata (8);
Jugo envasado 1 vaso pequeño (6);
Avena azucarada 1 vaso peq (4);
Yogurt dulce ½ vaso (4);
Bebidas instantáneas 1 vaso (3); 
Torta 1 porción (10);
Galleta con relleno 1 paquete (2);
Cereales azucarados 1 taza (2); 
Galleta salada 1 paq (1);
Salsa de tomate 1 cucharada (1).

Ejemplos prácticos:

Si en la lonchera del niño, de lunes a viernes, colocas un cuartico de jugo envasado, el niño ingerirá 600 gramos de azúcar al mes. Si acompañas el jugo con una galleta dulce, sumaras 200 gramos más al mes. Por estos dos alimentos, una vez al día, el niño recibirá 800 gramos de azúcar todos los meses y en un año habrá ingerido 9,6 Kilogramos de azúcar.
Si en las mañanas tomas una taza de café con leche con dos bolsitas de azúcar (8 gramos) y en la tarde otra taza de café, estarías consumiendo 16 gramos de azúcar al día. Si además en el almuerzo tomas ½ litro de jugo pasteurizado que contiene 38 gramos de azúcar, diariamente ingerirás 54 gramos y en un año aproximadamente 20 kilogramos de azúcar.
Recuerda que pequeñas medidas en la selección y preparación de los alimentos, reduce la cantidad de azúcar y trae grandes beneficios para la salud. La reducción del consumo de azúcar libre tanto en niños, adolescentes y adultos debería formar parte de las estrategias diseñadas a reducir el sobrepeso y la obesidad. Desde la niñez en la alimentación habitual hay que vigilar el azúcar oculta en los alimentos, para prevenir enfermedades y lograr una juventud prolongada saludable.
 Fuente:
 Salud Urbana, un nuevo enfoque. Ponencia presentada en las II Jornadas Científicas CANIA, Caracas Abril 2005
Guía de alimentación con menos azúcar. Farmacia SAAS y Fundación Bengoa “Juntos contra la malnutrición”. N° 10


1 comentario:

  1. se deberia ampliar la informacion mediante foros, charlas colectivas, encuentro de saberes, reuniones, talleres a los padres y representantes ya que son la figura principal de la alimentacion saludable y balnceada de sus representantes, hay muchos padres y representantes ajenos al tema y desconocen totalmente sus beneficios y deterioro de la alimentacion

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